¿Por qué mi gato quiere que lo acompañe a comer?

Puede resultar tierno que tu gato quiera que alguien lo acompañe a comer, pero se trata de un aprendizaje susceptible de convertirse en un trastorno de ansiedad. Descubre aquí por qué.

¿Por qué mi gato quiere que lo acompañe a comer?

Seguro que alguna vez has hablado con un tutor que asegura que su gato quiere que lo acompañe a comer. De hecho, existen felinos que se niegan a alimentarse si no tienen a su humano al lado, y cuando este se aleja, tardan muy poco en empezar a reclamar su atención.

Aunque pueda parecer curiosa (e incluso tierna), esta conducta se trata de un aprendizaje y puede llegar a ser perjudicial para la salud del felino si el tutor tiene que ausentarse por un tiempo prolongado. Entonces, ¿cómo saber cuándo se trata de un comportamiento patológico? En este artículo podrás conocer mejor el motivo de esto y aprender a reconocer los signos preocupantes en el felino. No te lo pierdas.

Los gatos y la rutina

Lo que en ocasiones se interpreta como un comportamiento exigente y caprichoso de los gatos, a veces se trata de una forma de sentir seguridad. La rutina, en la que cada evento diario es predecible, proporciona tranquilidad a muchos animales y en especial a los félidos.

Cuando se trata de un gato que necesita estar acompañado para comer, esta exigencia proviene más de la rutina que del capricho. Además, es un comportamiento con un fuerte componente de aprendizaje, pues es un hábito que seguramente se haya instaurado a lo largo de su crianza.

Así, un cachorro que acaba de llegar a un nuevo hogar quizá se aferre a la presencia de su tutor para sentirse seguro al comer. Si se refuerza esta conducta, el félido la tomará por costumbre y es posible que llegue un momento en el que solo se sienta seguro si su humano de confianza está cerca.

Piensa que en la naturaleza los cazadores son vulnerables después de obtener una presa, pues otros depredadores podrían estar al acecho para quitarles la comida. Debido a su base biológica no es correcto decir que esta conducta es patológica en sí, sino que puede convertirse en un problema si el gato ya no es capaz de comer en solitario.

¿Por qué mi gato no puede comer sin mí?

Mi gato quiere que lo acompañe a comer, ¿es un problema?

Como se mencionaba en líneas anteriores, esta situación no representa un comportamiento patológico per se, sino que es susceptible de serlo. Si esto ocurriese, es posible que el animal desarrolle un cuadro de estrés y ansiedad en caso de que tenga que empezar a comer en solitario.

Una vez llegados a este punto, resulta más difícil tratar el cuadro psicológico que eliminar la conducta que nos ocupa. Por eso, aquí tienes algunos signos característicos de que el gato podría ser dependiente a la hora de comer:

  1. Reclama con insistencia exagerada su comida a la misma hora todos los días.
  2. Si te marchas después de ponerle el alimento, el felino te llama.
  3. Si abandonas la estancia mientras come, el gato interrumpe la ingesta y te busca o te llama.
  4. Cuando te ausentas por varios días, el félido se niega a comer y muestra signos de estrés.

No hace falta decir que si un gato se niega a comer cuando su tutor no está (y este no va a volver en unos días), es malo que se prolongue el ayuno. Además de la desnutrición que ello supone, pueden aparecer problemas como las úlceras de estómago y las deficiencias vitamínicas.

Siempre que notes que alguno de los signos descritos arriba es exacerbado, acude al veterinario. Aunque es un hábito fácil de revertir en casa, será necesario descartar otras dolencias antes: los tricobezoares (bolas de pelo) y la enfermedad inflamatoria intestinal son algunos de los sospechosos principales.

¿Qué hago si mi gato quiere que lo acompañe a comer?

Si bien es cierto que es agradable que un animal reclame tu atención, es importante que no refuerces ciertas conductas. No se trata tanto de huir siempre que el animal coma, sino de no volver cuando te llama. 

No obstante, cada felino tiene su propia personalidad y la solución a sus problemas requiere evaluar ciertos aspectos individuales. Aquí tienes algunos consejos generales que abarcan un abanico más amplio de factores:

  • Aunque no suelas pasar varios días fuera de casa, acostumbra a tu félido a comer en solitario.
  • Para ello, cambia el comedero de lugar: de esta forma desligas el sitio donde come de la costumbre de alimentarse acompañado, al mismo tiempo que asocias otros emplazamientos con la seguridad de comer sin problemas.
  • Una vez el felino coma tranquilo en ese cuarto, empieza a salir de la habitación de vez en cuando dejándolo solo.
  • Repite este proceso en otras estancias hasta que el gato se sienta seguro comiendo en cualquier sitio sin ti.
  • Puedes añadir comidas sabrosas, como los patés, para reforzar la conducta y hacer el menú más apetecible.
  • Mantén el punto de alimentación limpio y en un ambiente tranquilo, pues cualquier sobresalto puede tirar por tierra todo el progreso.

Un gato enfermo comiendo dieta blanda.

Desaprender es mucho más difícil que aprender. Por eso, no pierdas la paciencia: por el camino habrá maullidos, cuencos sin vaciar y frustración. Si el gato quiere que alguien lo acompañe a comer y no consigues cambiar esta actitud, busca ayuda en un etólogo profesional. Te ofrecerá recursos personalizados para tu caso y pautas más eficaces para que tu felino sea independiente y feliz al mismo tiempo.

Bibliografía

Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.

  • García-Morato Fernández-Baíllo, C. (2020). Respuestas comportamentales y fisiológicas en situaciones de estrés en el perro y el gato (Doctoral dissertation, Universitat Autònoma de Barcelona).
  • Camps Morey, T. (2015). Relación entre los problemas médicos y los problemas de comportamiento en el perro y el gato doméstico. Universitat Autònoma de Barcelona.
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