¿Qué hacer si tu perro se está volviendo agresivo?

La agresividad en perros puede tener diferentes causas, así como tratamientos distintos. Te enseñamos todo lo que debes saber al respecto.
¿Qué hacer si tu perro se está volviendo agresivo?
Cesar Paul Gonzalez Gonzalez

Revisado y aprobado por el biólogo Cesar Paul Gonzalez Gonzalez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 18 mayo, 2023

Un can es una mascota muy tierna y encantadora, que tiene bien ganada la reputación de ser «el mejor amigo del hombre». A través de la historia de la humanidad, y gracias a la domesticación, han llegado a ser no solo útiles, sino también amigables. Por eso, es preocupante cuando un perro se está volviendo agresivo. En especial, si se trata de nuestro compañero.

Las conductas agresivas en un can pueden aparecer por ciertas situaciones de su vida diaria, de manera que no son un evento aleatorio que se manifiesta sin razón. Debido a esto, si un perro comienza a volverse agresivo, se debe actuar de inmediato para salvaguardar la salud de la mascota y la de su familia. A continuación, veremos algunas ideas para solucionar este comportamiento.

La agresividad en los perros

Aunque cueste creerlo, uno de los problemas de conducta más comunes en un perro es la agresividad. Esto se debe en gran parte a una inadecuada educación o a la falta de sociabilización. Por lo tanto, el can es incapaz de regular su temperamento y actúa de manera excesiva ante diferentes estímulos. Aunque existen otras razones por las que suceden estos comportamientos.



¿Cómo saber si un perro se está volviendo agresivo?

Qué hacer con un perro agresivo
La agresividad en los perros es muy fácil de detectar. En especial, cuando se contrasta el comportamiento actual con el habitual de la mascota.

Es fácil identificar cuando un perro se está volviendo agresivo, pues muestra diferentes comportamientos de advertencia previos a su ataque. Sin embargo, algunos tutores los suelen pasar por alto y ocasionan que se agrave. Ten mucho cuidado si detectas alguna de las siguientes conductas:

  • Ladra de manera incesante.
  • Gruñe al menor estímulo.
  • Efectúa intentos de mordida.
  • Muestra los dientes con vehemencia.
  • El perro se queda muy quieto y rígido, con una actitud amenazante y que da la sensación de un ataque inminente.
  • Da golpetazos con la nariz.

La mayoría de los canes muestran una o varias de las señales anteriores. No obstante, existen casos en los que solo se evidencia la agresividad después de un ataque fuerte (mordida). Por ello, es indispensable estar atento a cualquier cambio de conducta en la mascota, para corregirlo de inmediato y evitar que sucedan accidentes severos.

De esta manera, la Royal Society for the Prevention of Cruelty to Animals afirma que hay que tener en cuenta que el comportamiento agresivo no solo involucra el ataque como tal (mordida), sino también gruñir, mostrar los dientes o morder al aire (sin contacto).

Tipos de agresión en el perro

A pesar de que la agresividad en los canes es algo bastante complicado de evaluar, para su estudio se divide en dos tipos según el origen de la conducta: orgánica y conductual. La orgánica es aquella que se origina de un problema de salud como el dolor, mientras que la conductual es provocada por alguna condición o situación externa.

Investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona establecen que solo el 15 % de los canes que acuden al veterinario por problemas de agresión son afectados por causas orgánicas. En contraparte, el 85 % restante tiene causas conductuales como las siguientes:

  • Dominancia. Provocada por la falta de adiestramiento. El can se percibe como líder y «corrige» a su manada por medio de conductas agresivas.
  • Miedo. La agresión aparece como un último recurso de defensa cuando se siente amenazado o en peligro.
  • Territorialidad. Se evidencia principalmente contra los extraños, quienes invaden su hogar (su territorio).
  • Redirección de agresión. Ocurre cuando el perro intenta realizar un ataque, pero se ve impedido por alguna barrera. En consecuencia, la frustración lo hace redirigir su agresión a otra persona, animal u objeto.
  • Depredación (muy rara). Instinto natural que aún se puede observar en perros de caza o en híbridos.
  • Protección maternal. Se refiere a las agresiones que muestra una madre para proteger a sus propios cachorros.
  • Estrés. En momentos estresantes o durante juegos enérgicos, el perro podría confundirse y comenzar a mostrar agresión por la cantidad de adrenalina.
  • Protección de la manada. Si el perro siente que su familia (manada) es amenazada, la defenderá por medio de conductas agresivas.

¿Qué hacer si tu perro se está volviendo agresivo?

Causas de un perro agresivo
Un perro agresivo puede ser un peligro para el dueño, las demás personas, para otras mascotas y para él mismo.

Una de las primeras cosas que se debe hacer si se siente que un perro se está volviendo agresivo es mantener la calma. Hay que descubrir las causas, pero, sobre todo, no empeorar la situación agregándole más estrés o angustia.

Además, el comportamiento agresivo es un tema recurrente que se puede presentar en cualquier tipo de perro. Contrario a lo que se piensa, esto no tiene nada que ver con una raza específica o con el sexo. De hecho, se trata de una conducta compleja que puede estar relacionada con múltiples factores (tanto humanos, como animales y ambientales).

Aclarado este punto, es lógica toda preocupación por posibles conductas agresivas en los perros por parte de sus propietarios. Sin embargo, hay que decir que gran parte de estos problemas de agresividad tienen solución. Para ello, lo mejor es seguir los siguientes consejos.

1. Ir al veterinario

El veterinario es la primera persona a la que se debe recurrir en estos casos. De esta manera, se podrá descartar que la agresividad se deba a algún motivo relacionado con su salud. La American Society for the Prevention of Cruelty to Animals recomienda trabajar siempre de la mano de estos profesionales para descartar cualquier condición o complicación médica.

Un perro puede ponerse agresivo debido, por ejemplo, a alguna anomalía encefálica. Un cuadro epiléptico o algún tipo de desbalance hormonal también pueden influir en su agresividad.

El porcentaje de casos de conducta agresiva en perros no es tan bajo.Como ya hemos comentado, se calcula que alrededor de 15 % de los casos consultados se deben a alguna dolencia física, y es que el dolor también puede alterar a la mascota. Esto es común en los seres humanos, solo que los perros no tienen otra manera de canalizarlo que por medio de acciones de este tipo.

2. Mantener la jerarquía en el hogar

No se debe olvidar que, en una mínima o mayor medida, hay una agresividad intrínseca en todo perro. Los perros y los lobos tienen un origen común y son animales que viven en grupos. Cuando se desarrolla esta comunidad de animales ha de prevalecer un macho alfa: el líder de la manada. Eso se logra imponiéndose a los demás miembros del grupo.

La agresividad que usa un perro para relacionarse con su manada es parte de su forma de organización. No obstante, el problema surge cuando se lleva a un perro a casa.

Lo más instintivo en el perro es que asume que todas las demás personas de ese hogar son su manada. De esa manera, no es de extrañar que quiera tratar a las personas como trataría a su comunidad canina. Por este motivo, es muy importante que se establezca la jerarquía en casa desde el primer momento. Recuerda que tú debes ser el líder y tienes el control sobre sus acciones, no al revés.

3. Identificar el origen de la agresión en el perro

Una vez que, con ayuda del veterinario, se ha descartado algún tipo de problema de salud, toca pasar a otro nivel, y hay que prestar atención al tipo de agresividad que tiene el perro. ¿Muerde a desconocidos? O bien, ¿lo hace cuando le quitan algo que le interese? La respuesta a cada una de estas preguntas necesitará de un acercamiento y tratamiento distinto.

En caso de que su origen sea conductual, queda por establecer si un perro se está volviendo agresivo por una situación de miedo, amenaza o incluso por territorialidad. Una vez que esto se haya determinado, todo lo demás será menos complicado.

Cuando un perro tiene miedo, no hay que aplicar una técnica que implique castigo. En este caso sería como combatir el fuego con gasolina; una sensación de miedo debe contrarrestarse generando mecanismos de confianza en el animal. Por lo tanto, es mucho mejor adiestrar con juegos.

Si tiene temor a otras personas, hay que crear espacios de acercamiento progresivo, siempre que el can muestre señales de calma. El perro debe sentirse cómodo y no amenazado, ya que las amenazas lo volverán más agresivo. Siempre que el origen del problema sea conductual, el reforzamiento positivo y un buen régimen de entrenamiento son las medidas más adecuadas para resolverlo.

4. Reorientar

Cuando un perro reacciona de forma agresiva es porque le ha dado resultado antes y porque no tiene otra respuesta. Para que esto cambie se debe tener una opción alternativa que ofrecerle al perro; algo que le pueda parecer atractivo y cumpla con nuestros deseos en lugar de su agresividad.

Siempre es importante que apenas se note algún síntoma de agresividad en un perro se tomen precauciones. Por ejemplo, es de importancia capital que el animal se vigile y no se encuentre cerca de niños.

Existen precauciones mínimas que pueden evitar accidentes. Es muy positivo llevarlo al especialista, tratarlo con autoridad y cariño, ponerle su correa y bozal (esto último solo cuando sea preciso), al salir a la calle. La Winnipeg Humane Society recomienda el uso del bozal tipo jaula, para mayor seguridad.



5. Pedir ayuda a tiempo ante un perro que se está volviendo agresivo

Es normal que cualquier tutor quiera ayudar por sí mismo a su mascota, pero la agresividad es un tema delicado que debe ser resuelto con cuidado y con ayuda de un profesional. En caso de que ya hayas acudido con el veterinario y descartado cualquier problema de salud, opta por acudir con un etólogo canino para que te oriente.

El etólogo canino es un profesional que conoce bien los fundamentos de la conducta del perro, de manera que sabe cómo resolver los problemas de agresividad. Por el contrario, el veterinario se suele enfocar más en la salud. Acudir con ambos al mismo tiempo puede ser un gasto extra, aunque ten por seguro que lo vale si deseas mejorar el comportamiento de tu mascota.

Sobre los perros agresivos y qué hacer

Para finalizar, recuerda que el hecho de que un perro se vuelva agresivo afecta tanto a la mascota como a su familia. Es por ello que corregir su comportamiento también es una buena forma de mejorar la calidad de vida de todos los integrantes. Además, abordar el problema desde el inicio permite evitar incidentes con otras mascotas y personas cuando se saca a pasear, o bien cuando se reciben visitas.


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