El pastor catalán, también conocido como gos d’atura, es una de las razas propias de la Península Ibérica. Su función original era pastorear el ganado en los Pirineos, pero se ha ganado el corazón de mucha gente y actualmente viven en las ciudades y pueblos como mascotas.
Historia del pastor catalán
Como casi todas la razas de perros pastores europeas, no se conoce exactamente cuál es su origen. Se supone que se fueron distribuyendo por sus territorios con las invasiones bárbaras y el final del Imperio Romano, pero no hay pruebas que lo confirmen.
Hay restos arqueológicos de perros de miles de años de antigüedad que podrían coincidir con el pastor catalán, pero los primeros testimonios aceptados de su existencia se sitúan hace apenas dos siglos. Se sabe que durante todo este tiempo el pastor catalán ha estado desarrollando su trabajo en los Pirineos, tanto con ovejas, cabras y otros tipos de ganado más corpulento.
Se dio reconocimiento oficial a la raza en 1919. Previamente había sufrido un grave declive debido a la introducción de otras razas de perros pastores, pero un grupo de criadores se propuso revalorizarla y consiguió devolverle su prestigio.
Características del pastor catalán
El pastor catalán está considerado un perro de tamaño mediano. Apenas hay diferencia de altura o peso entre machos y hembras: ambos miden entre 45 y 50 centímetros de alto hasta la cruz; también ambos pesan alrededor de 18 kilogramos.
En cuando a las proporciones generales, los perros de esta raza tienen un cuerpo ligeramente más largo que ancho y aparentan ser musculosos pero ágiles. Entre todos sus atributos, destaca su llamativo pelaje.
La cabeza es un poco más larga que ancha; el hocico es bastante corto y tiene forma piramidal. La trufa siempre es negra y los ojos son grandes y de expresión inteligente.
Las orejas son triangulares, finas y cuelgan caídas a los lados de la cabeza. La cola es de inserción baja y también la lleva caída. Aun en posición de alerta, la cola no debe sobrepasar la línea de la espalda ni enroscarse sobre ella.
El pelo del pastor catalán es largo, liso o ligeramente ondulado. Al tacto es áspero y se puede observar que tiene una doble capa de pelo, con un subpelo abundante que le ayuda a protegerse del frío en las montañas. Desde lejos parecen ser de un único color, pero desde cerca se aprecian varias mezclas:
- Barquillo en tonalidades que van desde el claro hasta el oscuro.
- Arena, también en diferentes tonalidades e incluso mezclada con pelos negros.
- Gris, formada por la combinación de pelos blancos, grises y negros.
Comportamiento del pastor catalán
El pastor catalán tiene un temperamento y un carácter propio de los perros pastores: es vivaz, enérgico e inteligente. Aunque es amigable con los desconocidos, se muestra fiel y apegado a su familia humana, y puede llegar a resultar protector.
Como en otras razas parecidas a esta, se combinan la inteligencia con la disposición a trabajar y destaca la imposibilidad de educar o adiestrar a este perro mediante la fuerza o los castigos. Es necesaria una perspectiva en positivo para conseguir buenos y rápidos resultados.
También debido a su inteligencia y energía no se debe descuidar la estimulación mental en esta clase de perros. Son muy trabajadores y si se aburren intentarán explorar o entretenerse por su cuenta y esto puede provocar problemas de comportamiento.
A pesar de ser perros que trabajan en las montañas pastoreando ganado, no es necesario inducirles a practicar deporte ni obligarles a hacer ejercicio físico. Con tres paseos diarios de calidad y tiempo en la calle para caminar sus necesidades energéticas estarán cubiertas.
El pastor catalán puede ser además un buen perro guardián; le gusta proteger su casa y a su familia, aunque su manera de ahuyentar a los desconocidos es ladrando y en entornos urbanos puede resultar un perro ruidoso.
Cuidados del pastor catalán
El pastor catalán tiene la suerte de ser un perro recio sin enfermedades hereditarias. Sin embargo, no se deben descuidar las visitas al veterinario por si él considerase que hay que hacer tratamientos preventivos para enfermedades comunes en esta clase de animales.
Como es un perro rural que suele caminar por las montañas, es importantísimo seguir con cuidado el calendario de vacunación y desparasitación que proponga el veterinario. También hay que recordar hacerle exploraciones frecuentes en busca de parásitos en la piel como garrapatas o pulgas.
Debido a la forma de sus orejas, además de la abundancia de pelo, es especialmente importante la higiene en los oídos. Es fácil que en perros con orejas caídas aparezcan infecciones y hongos.
El tipo de pelo que tiene hace necesario por lo menos un cepillado semanal para eliminar los nudos que se hayan formado y retirar el pelo muerto. Así se puede garantizar la salud de su piel y se elimina la posibilidad de que se le formen nudos que le provoquen dolor o malestar.
El manto del pastor catalán tiene una capa de subpelo lanoso que le ayuda a protegerse del frío, pero también del calor. En perros así está completamente desaconsejado cortarles el pelo en verano, ya que se les elimina la protección contra el sol y el calor.
El pastor catalán o gos d’atura es un perro pastor que trabajaba en los Pirineos, pero que con su gran carácter ha conseguido ser un gran animal de compañía. Con su particular belleza y su vivaz carácter se ha ganado el corazón de muchas familias.
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