El control de los nematodos en gatos, al igual que en otros animales –domésticos, ganado y silvestres–, es un tema importante de salud pública, sobre todo en aquellos países que se encuentran en desarrollo.
Para aquellas personas que viven o trabajan con animales, el manejo de los parásitos, tanto internos como externos, es fundamental. De ello dependerá la buena salud de los animales que estén a su cargo. Por tanto, ¿cómo podemos prevenir los parásitos nematodos en gatos?
Tipos de nematodos en gatos
Los nematodos son un filo de animales invertebrados vermiformes, es decir, con forma de gusanos. Son seres relativamente simples, poseen un aparato digestivo bien formado, con boca, ano y tubo digestivo. Además, tienen un sistema nervioso complejo, aunque carecen de sistema respiratorio y circulatorio. Se cree que este grupo está formado por unas 500 000 especies distintas, muchas de ellas parásitas, como las que veremos a continuación.
Enterobius vermicularis
Este pequeño parásito –un centímetro de longitud como máximo–, de color blanquecino, es el causante de una enfermedad llamada enterobiosis. Su hospedador definitivo es el ser humano, aunque también pueden parasitar perros y gatos. Los individuos infectados permanecen asintomáticos. Los gatos, al lavar su cuerpo con la lengua, distribuyen los huevos de este parásito por todo su cuerpo.
Ascaris lumbricoides
Ascaris o lombriz redonda es uno de los parásitos intestinales más comunes entre nuestras mascotas. Los gusanos adultos viven en el intestino de los gatos. Sus huevos, e incluso los adultos, pueden salir al exterior a través de las heces. Este parásito puede llegar a ser peligroso si no se controla. Provoca anemia, vómitos y diarreas.
Toxocara cati
Toxocara es uno de los nematodos más comunes en gatos. En gatitos, una infección masiva por este parásito puede ser mortal. Los felinos se infectan al depredar otros animales infectados o por el acicalamiento mutuo con congéneres infectados.
¿Se contagian a los humanos?
El contagio a humanos de nematodos en gatos no es tan común como con las especies que parasitan a los perros. Sin embargo, el contagio puede ocurrir, así que se considera que todos estos parásitos son potencialmente zoonóticos.
Las regiones donde estos parásitos están muy presentes en el ser humano son zonas subdesarrolladas o en desarrollo. Donde los cultivos se riegan con agua fecales, existen zonas de encharcamiento y la higiene de la población es baja por falta de medios.
¿Cómo prevenir los nematodos en gatos?
Cuando se tienen gatos u otras mascotas en casa, la higiene del hogar, el correcto manejo de los alimentos y el seguimiento veterinario de los animales son fundamentales para evitar el contagio de nematodos en gatos, sobre todo una posible reinfección.
Para mantener a tus felinos sanos te recomendamos que realices varias acciones:
- Evita que tu gato salga al exterior por zonas abiertas y sin vigilancia. En primer lugar, los gatos son un grave problema para las aves urbanas, pues depredan con facilidad a las crías. Después, durante sus excursiones al exterior, puede cazar pequeños mamíferos que, muy probablemente, contagien parásitos, además de otras enfermedades graves. Por último, puede pelearse con otros gatos y contagiarse del virus de la inmunodeficiencia felina o de leucemia, asimtismo, un perro podría atacarle o tener un accidente con un coche.
- Mantén un protocolo de desparasitaciones tanto internas como externas. No existe un fármaco que prevenga los nematodos, sino solo para luchar contra ellos cuando la infección ya existe. Por ello, es recomendable desparasitarlos, existan o no, los nematodos en tus gatos.
- Crea una rutina de limpieza y desinfección de camas, mantas, rascadores y juguetes que use tu gato. Los huevos podrían quedarse durante días en el exterior.
- Retira la heces del arenero diariamente o cada vez que el animal lo use. Normalmente, los huevos de los nematodos necesitan pasar varios días en condiciones ambientales para activarse y poder parasitar.
- Friega los comederos y bebederos de forma diaria. Los gatos se acicalan constantemente, por lo que podrían dejar huevos en sus cuencos. Por otro lado, estos objetos son focos de crecimiento bacteriano que pueden afectar a la salud bucodental de tu mascota.
Bibliografía
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