Mamíferos marinos inspiradores de leyendas

Los “sirenios” son los mamíferos marinos considerados inspiradores de la leyenda de las sirenas. Sin ir más lejos, Cristóbal Colón encontró animales de esta familia en el mar Caribe y los describió como “sirenas”. Pero su naturaleza pacífica dista mucho de las malas intenciones que presentaban estos seres mitológicos.

La mayoría de especies están tremendamente amenazadas, por muy diversas causas. Al tratarse de animales de movimientos lentos en el agua, pueden sufrir colisiones con embarcaciones.

Además, son objeto de pesca ilegal para aprovechar sus huesos, su piel y su aceite. Pero también puede ser objeto de pesca accidental, al enredarse en las redes de pesca corrientes.

Sin embargo, la principal causa de su amenaza es la destrucción de los ecosistemas por la contaminación, el cambio climático o las mareas rojas.

Lamentablemente, aunque siguen inspirando a muchos, los sirenios ya no están tan a salvo como se pudiera pensar.

Mamíferos marinos inspiradores de leyendas

El orden Sirenia está constituido, en estos momentos, por cuatro especies. Pertenecen a un grupo, el de los afroterios, compartiendo antecesores con los elefantes.

Se asemejan físicamente a los pinnípedos, pero no guardan con ellos ningún parentesco evolutivo. De hecho, su alimentación es completamente opuesta, puesto que focas y morsas son carnívoras.

Son los únicos mamíferos marinos herbívoros, por lo cual se les llama vulgarmente “vacas marinas”.

Características generales

Los sirenios tienen gran tamaño y son pesados, algo que se aprecia incluso en sus lentos movimientos. Viven en agua cálidas, cerca de la costa, sobre todo en las desembocaduras de los ríos, donde la vegetación es exuberante.

En estos estuarios, muchas veces obstruidos por la vegetación, actúan como máquinas limpiadoras gracias a su voracidad.

Son famosos por su docilidad, incluso en estado salvaje. De hecho, cuando se mantienen en cautividad, tienden a acercarse a la orilla de los estanques para comer de la mano de los visitantes.

Debido a esa docilidad han sido presas fáciles para los cazadores, lo que llevó a muchas especies de sirenios a la extinción. De ahí que las cuatro especies supervivientes estén, actualmente, protegidas.

¿Qué especies de estos curiosos mamíferos marinos sobreviven hoy en día?

El dugongo

El Dugon dugon vive en las costas del océano Índico. Aunque puede encontrarse incluso en el Mar Rojo. Es el sirenio más pequeño –mide unos 2 metros y medio– y es el único representante de su género.

Tiene pocos enemigos naturales. De hecho el mayor riesgo para los especímenes más jóvenes son los tiburones y los cocodrilos en los estuarios. Por lo tanto, es el ser humano quien más estragos causa en su población, pues lo caza para obtener su carne, grasa y piel.

Antiguamente abundaba en el océano Pacífico, desde Madagascar hasta Australia, agrupándose en grandes manadas. Pero debido a la caza masiva las poblaciones se han reducido muchísimo.

El macho y la hembra permanecen unidos durante el periodo de reproducción y, a veces, toda la vida. Y la hembra muestra gran aprecio por sus crías.

Los manatíes, mamíferos marinos inspiradores de leyendas

Existen tres especies de Tricheus, las verdaderas “vacas marinas”. Y todas ellas separadas geográficamente:

• El manatí del Caribe, que vive en las costas de este mar.
• El manatí amazónico, que vive en la desembocadura del río Amazonas.
• El manatí africano, que vive en las costas del África occidental.

Todos ellos muestran una cara arrugada con numerosos bigotes en el hocico. Tienen el labio superior dividido, lo que les ayuda a arrancar con más facilidad las plantas submarinas.

Como son animales perezosos, si no están comiendo, se pueden avistar descansando en la superficie y en aguas someras. Por otra parte, son curiosos por naturaleza, por lo cual tienden a acercarse a las embarcaciones.

Deberíamos conservar estos mamíferos marinos inspiradores de leyendas

Dado su carácter de especies protegidas, los sirenios son incluidos en programas de conservación que pretenden:

• Incrementar el número de normas a favor de la protección de estos animales.
• Educar a la población sobre la necesidad de conservar la biodiversidad. En este punto es especialmente importante concienciar a los posibles cazadores.
• Desarrollar proyectos de investigación sobre las distintas especies presentes en cada país.
• Proteger también su hábitat.
• Rescatar los sirenios que se puedan encontrar varados o heridos, rehabilitarlos y reintroducirlos siempre que sea posible.