Mal de patas en conejos: causas, síntomas y tratamientos

El mal de patas en conejos es una afección común en explotaciones de cunicultura. Las malas condiciones de vida que existen en estos lugares dan lugar a múltiples enfermedades, siendo esta más común en granjas de reproducción con falta de estándares éticos y sanitarios.

A lo largo de este artículo podrás aprender a reconocer esta lesión en conejos y cómo se trata. Verás que es una dolencia que, a pesar de no afectar a ningún órgano vital, es capaz de comprometer la vida del animal a largo plazo.

¿Qué es el mal de patas en conejos?

El mal de patas, también conocido como herida de patas, necrosis plantar o afección podal, es una enfermedad que afecta al tejido epitelial de la planta de las patas, en especial las traseras (ya que soportan más peso). Los conejos no tienen almohadillas como los perros y los gatos, por lo que reciben directamente la presión del sustrato sobre la piel.

Debido a diferentes factores, esta presión puede ulcerar la dermis del conejo y posteriormente infectarse, causando necrosis en los tejidos si no se trata a tiempo. Es fácil que esta enfermedad avance, pues la planta de las patas de estos lagomorfos está cubierta de pelo y cuesta ver la lesión si no se revisa la salud del animal de forma periódica.

Síntomas del mal de patas en conejos

Los signos del mal de patas en conejos aparecen cuando la enfermedad está avanzada y es grave. Estos animales, como presas que son, tratan de ocultar las evidencias de sus enfermedades para no parecer débiles. Por tanto, los síntomas que podrás observar son los siguientes:

• Postración.
• Cojera o intentos de no apoyar las patas afectadas.
• Anorexia (falta de apetito).
• Posturas antiálgicas (para evitar el dolor).
• Piel de la planta de la pata inflamada, enrojecida o con grietas.
• Costras en la zona afectada.
• Necrosis.

Causas de la enfermedad

La necrosis plantar reposa en varios pilares para su aparición. A continuación tienes los más importantes:

1. Sustratos inadecuados: en las explotaciones ganaderas los suelos suelen ser de malla metálica, ya que los agujeros permiten que las heces caigan fuera de la jaula. Esta es la principal causa del mal de patas en conejos, ya que la malla ejerce una presión muy fuerte sobre la planta (por no hablar de las aristas y los desperfectos que provocan heridas).
2. Higiene deficiente en las instalaciones de los conejos: las heces que no consiguen pasar a través de la malla y la orina son el caldo de cultivo perfecto para las bacterias. Cuando las jaulas no están higienizadas se favorece esta dolencia.
3. Obesidad: una alimentación deficiente provoca que el animal engorde más de lo recomendable, por lo que sus patas soportan más peso. Las hembras gestantes de las explotaciones de cría tienden a acumular grasa por sus embarazos constantes, de forma que son más propensas a la necrosis plantar.
4. Genética: algunos conejos son más propensos a padecer mal de patas, en especial aquellos cuyo pelo es fino y se cae con facilidad, dejando al descubierto la piel.

Diagnóstico del mal de patas en conejos

No se requieren pruebas específicas para detectar la necrosis plantar. El diagnóstico se hace por exploración física, pues la lesión es significativa y visible.

Es posible que sea necesario un antibiograma para determinar qué antibiótico es más efectivo a la hora de tratar al animal. Por otro lado, y dependiendo del estado de salud del conejo, quizá sean necesarias pruebas como el análisis de sangre o la radiografía (con el fin de observar lesiones internas o infecciones sistémicas).

Un conejo podría llegar a no moverse del dolor, por lo que le sería imposible alimentarse. El malestar en conejos provoca paradas digestivas que pueden ser mortales.

Tratamiento

El tratamiento básico para el mal de patas en conejos es una combinación de antiinflamatorios, antibióticos y analgésicos. Además, es necesario retirar el tejido necrótico y limpiar la herida en profundidad, retirando todo el material purulento.

El uso de pomadas antibióticas y antiinflamatorias se restringe a aquellos animales que no se lamen el producto. Aunque estos medicamentos suelen fabricarse para que el animal pueda ingerirlos, su eficacia se ve reducida si no se deja sobre la lesión el tiempo necesario para que haga efecto.

Además, las enfermedades secundarias a este problema necesitarán un tratamiento específico. Por ejemplo, si el animal está desnutrido será esencial una dieta de recuperación, así como fluidoterapia si está deshidratado. 

Pronóstico y consideraciones

El pronóstico para esta enfermedad es reservado. Depende mucho de en qué estadio se detecte, si se aplica tratamiento (en las explotaciones se suele optar por el engorde para consumo humano o matar al animal) y de las medidas preventivas. Desde luego, sin un suelo y una higiene adecuados el conejo no podrá recuperarse del mal de patas.

Los conejos que viven en hogares como animales de compañía también pueden sufrir esta dolencia, pero por lo general no va más allá de una pododermatitis. Aun así, procura tener a tu ejemplar en las mejores condiciones posibles y acude cada 6 meses al veterinario para una revisión de su salud.