Los pájaros son un grupo de animales que tradicionalmente no se toman por los más inteligentes. Sin embargo, en Mozambique se da un hecho increíble: los pájaros guían a los hombres en busca de miel.
La miel ha sido un recurso que el ser humano ha usado desde el Mesolítico; al menos eso atestiguan pinturas rupestres en Valencia, donde se representa a un ser humano con una cesta y abejas alrededor. De hecho, en el Neolítico y el Antiguo Egipto existía la apicultura tal y como la conocemos hoy.
Los pájaros que ayudan a buscar la miel
Fue a mediados del siglo XVI cuando un misionero portugués observó a unas aves picotear las velas de una iglesia, pero los pájaros no hacían eso solamente: estaban guiando a personas hacia la miel.
Esta increíble relación de mutualismo ha maravillado a los científicos, hasta el punto de que recientemente se ha estudiado a través del método científico esta relación.
Esta increíble relación entre las personas y los pájaros se da en la reserva de Niassa, en Mozambique. La tribu Yao tiene una relación con las aves que maravilla a todo el mundo: son capaces de reclutarlas como si fueran perros de rastreo, y es que los pájaros encuentran colmenas para la tribu.
Sin embargo, los pájaros no realizan este comportamiento por mero altruismo: gracias a la tribu, estas aves pueden acceder a las colmenas sin ser atacados por las abejas.
¿De qué especie son los pájaros que guían a los hombres?
Estos pájaros son conocidos como indicadores, y en concreto el indicador grande es la especie de la que hablamos. Obviamente, su nombre viene de la palabra indicar, y son parientes muy cercanos del tucán y el pájaro carpintero.
Los pájaros indicadores se alimentan, entre otras cosas, de cera. Por ello, algunos de ellos han desarrollado este curioso comportamiento; de hecho, el indicador grande es conocido también como el gran guía de la miel.
¿Cómo se comunican los pájaros y los hombres?
Lo extraordinario de esta relación es que la tribu Yao hace una llamada específica transmitida de generación en generación que permite a las aves entender las intenciones de los hombres, y que consiste en un gorjeo seguido de un gruñido corto.
Una vez que los pájaros localizan la llamada, guían a los miembros de la tribu hasta los panales. Así, los humanos disfrutan de la miel, mientras que las aves se quedan con la cera.
Otras tribus como los Hadza también utilizan este tipo de llamadas en Tanzania, y se cree que estas aves han aprendido estas diferentes llamadas a lo largo de todo el continente africano.
Una caso único
Colaboraciones como estas entre humanos y animales se dan en raras ocasiones, y es por ello que la relación entre los miembros de esta tribu y las aves es tan especial.
Existe un caso similar en las costas de Brasil, donde los delfines ayudan a los pescadores a atrapar salmonetes. Sin embargo, en este caso la forma de comunicación no es tan clara. También se han dado casos en los que las orcas guiaban a balleneros para cazar a estos enormes cetáceos, a cambio de la lengua del animal.
El mutualismo es algo que aparece en muchas especies animales, pero este caso se convierte en único debido a la comunicación fluida que se da entre dos especies tan distintas.