Los cnidarios son un grupo de animales invertebrados muy numeroso, integrado por criaturas extrañas y hermosas, entre las que se encuentran las medusas, las anémonas de mar y los corales. Con aspecto diferente, sin corazón ni cerebro. Sin embargo, con un cuerpo adaptado para su supervivencia, incluso son depredadores eficaces, pero ¿será que las medusas son peligrosas para el ser humano?
Las medusas se encuentran en mares abiertos, aunque también existen especies de agua dulce. Son llamadas aguavivas o aguamalas. Pueden llegar a las costas y causar dolores de cabeza a los bañistas. No obstante, si quieres saber si son en realidad peligrosas, no te quedes sin leer nada y entérate de todos los detalles de su picadura.
¿Cómo son las medusas?
Estos animales invertebrados presentan forma acampanada o de paraguas. Su cuerpo es de consistencia gelatinosa o cartilaginosa. Está integrado por una zona aboral convexa que recibe el nombre de exumbela y una oral cóncava, la subumbela, en la que se localiza la boca (mismo orificio que funciona de ano).
Además, dicha abertura se encuentra rodeada por tentáculos largos. El número de estos es variable, dependiendo del ejemplar, pero llegan a elongarse y retraerse. Pueden alcanzar algunos metros de longitud.
Gracias a su consistencia y densidad, tienen capacidad de flotación. De hecho, aunque algunas pueden nadar libremente, es frecuente que se desplacen por acción de las corrientes. El movimiento de las medusas ocurre por las contracciones de su cuerpo y emplean el agua como propulsor.
Otra característica interesante del aspecto de ciertos ejemplares es son bioluminiscentes, lo que significa que pueden producir luz y brillar, como la medusa de cristal (Aequorea victoria) y la cruz (Olindias phosphorica). También existen diferentes taxones de animales marinos como peces, calamares, anémonas de mar, entre otros con esta cualidad.
¿Las medusas son peligrosas?
Sí, en efecto, no todas, pero las picaduras de muchas medusas pueden llegar a ser peligrosas para el ser humano. Producen desde pequeñas molestias hasta la muerte, en las especies más tóxicas. La gravedad también depende del tiempo de contacto y el número de atacantes, si es un simple roce o si el o los animales permanecen adheridos.
Cuando pica una medusa, la sensación que se percibe es de un calambre eléctrico y se produce una quemadura, con enrojecimiento, se puede generar una ampolla con edema y formar una costra, incluso manifestar necrosis y hemorragias. Por lo general, se cura en pocas semanas, pero hay que tener cuidado que no se infecte.
Asimismo, en ciertos casos, las picaduras de las medusas son muy dolorosas.
Sin embargo, no solo se presenta reacción localizada en la zona de la picadura, ya que también puede ser sistémica. En algunas ocasiones, han ocurrido manifestaciones generales que incluyen: náuseas, vómitos, debilidad, fiebre, dolores de cabeza, dificultad respiratoria, espasmos musculares y digestivos. Además, de agitación, taquicardia y colapso.
Que se manifiesten unos u otros depende del tipo de medusa, el contacto y la persona afectada.
Hay que tener especial precaución cuando son pacientes alérgicos o hipersensibles, puesto que el cuadro puede ser más grave. Además, en niños (por presentar menor peso corporal) y en adultos mayores. La alergia a las toxinas de la medusa arroja signos de inflamación, y en casos más graves, hasta shock anafiláctico.
¿Por qué las medusas son peligrosas?
La peligrosidad de las medusas tiene una explicación y es que en su cuerpo, se encuentran presentes unas células urticantes, llamadas cnidocitos, que contienen orgánulos, los cnidos o cnidocistos. Estos consisten en un hilo expulsable que genera la picadura.
Dichas estructuras son empleadas por este tipo de invertebrados para la captura de las presas y la defensa. No solo las medusas poseen estas células, también el resto de los cnidarios, de allí el nombre del grupo.
Cada cnidocito produce uno tipo de orgánulo o cnido y en total, existen más de 20 diferentes. Entre ellos tenemos al nematocisto, una fina cápsula que contiene una hebra o filamento enrollado (que puede estar dotado de púas o espinas en su interior) y un veneno. No obstante, también los hay envolventes y aglutinantes. Luego de estímulos químicos o mecánicos, la descarga se produce gracias a las fuerzas de tensión de la estructura y la presión osmótica.
Estas células y sus orgánulos se encuentran en la epidermis del cuerpo de la medusa, más concentrados en sus tentáculos, por lo que es la parte que establece la picadura. Además, hay que mencionar que incluso después que el animal muere, están activas por un tiempo, por lo que aún pueden causar lesiones.
¿Cuáles son las medusas más peligrosas del mundo?
Existen diferentes especies de medusas peligrosas, algunas de las más dañinas para el ser humano son las siguientes:
- Avispa de mar (Chironex fleckeri): una cubomedusa de armas tomar. No en vano recibe ese nombre común, ya que puede llegar a matar a una persona con un solo contacto, en pocos minutos. Posee la toxina marina más potente, que genera parálisis respiratoria secundaria, neuromuscular y colapso cardíaco. Además, de venenosa, su picadura es muy dolorosa. Se encuentra en las aguas costeras australianas.
- Medusa Irukandji (Carukia barnesi): otra cubomedusa que habita principalmente en aguas australianas. Es pequeña, pero letal. Su picadura induce efectos vasopresores, parálisis, náuseas, vómitos, cefalea, entre otros signos.
- Carabela portuguesa (Physalia physalis): aunque en realidad se trata de un organismo colonial, no lo podemos dejar de nombrar, debido a que su picadura puede ocasionar la muerte en personas debilitadas o alérgicas. Asimismo, genera bastante dolor.
¿Qué hacer en caso de picadura de medusas?
Cuando pica una de estas criaturas marinas se deben seguir una serie de pautas. Estas son las siguientes:
- Remover al paciente del peligro y del agua.
- Retirar los tentáculos visibles del cuerpo de la víctima, pero teniendo precaución de no tocarlos de manera directa.
- Lavar la zona afectada con suero fisiológico o agua de mar.
- También puede emplearse vinagre. No obstante, no es útil en todos los casos.
- No rascar ni frotar la herida.
- Se pueden emplear compresas frías por alrededor de 15 minutos y no usar hielo de manera directa sobre la lesión, sino mediante una bolsa, a menos que sea de agua salada. Esto se realiza para aliviar el dolor, si este persiste, se puede repetir el procedimiento durante otros 15 minutos.
- Si el paciente empeora o se detecta cualquier complicación, se debe acudir a un centro hospitalario.
- Por lo general, el tratamiento incluye antihistamínicos, antibióticos y cremas tópicas.
- Es conveniente identificar la especie de medusa que ha generado la picadura.
Entonces ya lo sabes, las medusas sí son peligrosas, incluso después de muertas. Gracias a las células urticantes que poseen en su cuerpo y que se encuentran más concentradas en sus tentáculos. Un simple roce puede ser suficiente para causar una molestia, picadura o convertirse en algo serio, con base a la especie y si se trata de una persona alérgica, un niño o un adulto mayor. De esta manera, hay que tener precaución y abstener de bañarse ante su presencia en las costas.
Bibliografía
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