La mayoría de las enfermedades que padecen los caninos son de origen microbiano, pero no todos los microorganismos son perjudiciales.
¿Conoces el término “microbiota”? Los humanos la tenemos en la piel, nariz, boca, intestino… y los perros también. Este ecosistema formado por bacterias (sobre todo), hongos y algunos virus son beneficiosos y desempeñan numerosos procesos en los organismos de los animales. Una alteración en la composición de la microbiota puede desencadenar patologías a distintos niveles.
A continuación te contamos más sobre la importancia de este mundo microscópico en el organismo de los perros.
Microbiota: la flora intestinal en perros
La microbiota o microbioma intestinal es el conjunto de microorganismos beneficiosos que habitan en el intestino de los perros. Allí realizan una serie de funciones esenciales:
- Estimulan al sistema inmunitario.
- Contribuyen con multitud de procesos metabólicos.
- Protegen al organismo de la invasión de otros agentes patógenos (resistencia a la colonización).
La dieta, la edad y los factores ambientales repercuten directamente sobre la salud de esta microbiota, por lo que cualquier alteración puede causar enfermedades.
Dieta, microbiota y dermatitis atópica
Una dieta equilibrada se traduce en una piel y sistema inmunitario sanos. Cuando se produce un trastorno en la microbiota, como es la disbiosis (alteración en la composición y diversidad microbiana intestinal), estudios demuestran que esto repercute directamente en la salud de los perros. Un ejemplo es la aparición de dermatitis atópica canina.
Factor de riesgo: la barrera intestinal
El organismo está sometido a la continua amenaza de cuerpos extraños y nocivos y el tracto gastrointestinal es una zona altamente expuesta a este tipo de sustancias.
La pared intestinal actúa como barrera selectiva, permitiendo el paso de nutrientes y evitando la entrada de sustancias dañinas. Este fenómeno se denomina “permeabilidad intestinal”.
Por esta razón, cuando se producen alteraciones, como una inflamación, aumenta la permeabilidad de la pared del intestino. Esto produce la ruptura de la barrera protectora y las sustancias extrañas pasan a la sangre, lo que conlleva al desarrollo de numerosas enfermedades.
Además de la función digestiva, la pared del intestino tiene función defensiva. Esta función la realizan los microorganismos inmersos en la mucosa, que influyen en el desarrollo del sistema inmune.
Por tanto, un trastorno producido en esta barrera de defensa da lugar a respuestas inmunitarias exageradas (hipersensibilidad, alergias), enfermedades digestivas inflamatorias y otras patologías extraintestinales.
En un estudio publicado en la Journal Frontiers in Physiology se llegó a la conclusión de que ciertas lesiones cutáneas ocurren debido a problemas de este tipo. La piel es uno de los órganos extraintestinales que se ven afectados, debido a una respuesta anormal de las células del sistema inmune de la mucosa en pacientes que sufren enfermedades inflamatorias intestinales (EII).
Finalmente, es importante tener en cuenta las necesidades nutricionales de las mascotas para poder brindarles una dieta adecuada. Por ejemplo, tanto el exceso como el déficit de vitamina A puede dar lugar a lesiones cutáneas como la hiperqueratinización y descamación. Además de un aumento de las probabilidades de infecciones microbianas.
Alergia alimentaria
Ya hemos visto que la microbiota juega un papel crucial en el desarrollo del sistema inmunitario. La alergia alimentaria (AI), o hipersensibilidad alimentaria, se debe a una respuesta exagerada de las reacciones inmunológicas que se desatan tras la ingesta de ciertos alimentos y que pueden derivarse en daños cutáneos o gastrointestinales.
La AI causa el 1 % de enfermedades de la piel y raras veces causan enfermedades en el propio intestino del animal. Sin embargo, por un lado se ha demostrado que los síntomas más comunes en perros que sufren este tipo de alergias es el prurito y por otro lado, parece ser que tras la enfermedad inflamatoria intestinal podría haber un problema de AI.
Una alteración en la composición bacteriana puede provocar enfermedades a nivel inmunológico.
Métodos para mejorar la microbiota intestinal canina
¿Qué puedes hacer para mantener la microbiota intestinal de tu mascota en las mejores condiciones? En este apartado te proponemos algunas de las alternativas que puedes tener en cuenta:
- Incluir probióticos y prebióticos en su dieta (con moderación): estos alimentos ayudan a mejorar la función de la mucosa intestina produciendo bacteriocinas que aumentan la producción de IgA y la absorción de nutrientes.
- Trasplante de la microbiota fecal: con el fin de restaurar la pérdida de bacterias beneficiaras debido a las alteraciones que haya podido sufrir el tracto gastrointestinal.
- Minimizar el estrés: como en las personas, el estado de ánimo altera la microflora intestinal normal, por tanto, aumenta la permeabilidad y provoca la inflamación del mismo. Se ha demostrado que el estrés psicológico y físico contribuye a la disbiosis intestinal. Así que se recomienda mantener a los perros en un ambiente feliz y estimulante, además de proporcionarle una dieta que satisfaga sus necesidades psicológicas y nutricionales.
Teniendo en cuenta estos métodos podrás brindarle a tu mascota tanto una dieta como un entorno adecuado para que pueda gozar de salud y bienestar.