La endoscopia en perros

Este sencillo procedimiento no duele, no es caro y no es demasiado invasivo, si bien es necesario que el can esté sedado; tras el empleo de esta técnica serán necesarios unos pequeños cuidados
La endoscopia en perros
Francisco María García

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 11 febrero, 2018

La endoscopía es un estudio clínico sencillo que permite observar y diagnosticar alteraciones en el tracto gastrointestinal y respiratorio para prescribir el tratamiento oportuno.

Aunque sea un procedimiento mínimamente invasivo, requiere que el paciente esté bajo anestesia para evitar cualquier malestar o lesión accidental. A continuación te contamos más sobre la endoscopia en perros y sus recomendaciones.

Qué es una endoscopia

Como vemos, se trata de un estudio clínico del tracto digestivo y respiratorio que solamente debe ser realizado por un médico. En este procedimiento es utilizado un tubo largo, de pequeño espesor, muy flexible, que carga una diminuta cámara en su punta. Este aparato llamado endoscopio es el protagonista y garante del éxito de la endoscopia.

En el interior del endoscopio existe un pequeño canal que permite la introducción de una gran variedad de instrumentos médicos. Es justamente por ello que la endoscopia puede ser utilizada para diagnosticar y tratar numerosos trastornos respiratorios y gastrointestinales.

La técnica presenta muchos beneficios para el perro, su propietario y para el profesional. Es simple, indoloro, poco invasivo, tiene un coste razonable y posibilita una rápida recuperación del paciente. Además, requiere pocos cuidados pre y pos operatorios, lo que facilita su realización para todos los involucrados.

Cómo se realiza una endoscopia en perros

El veterinario deberá primero asegurarse de que el perro está en condiciones de pasar por una intervención quirúrgica. De esta forma, la endoscopia es sencilla y segura, pero implica una anestesia general y un procedimiento mínimamente invasivo.

Perro triste

Contando con la autorización médica, el perro deberá ser ingresado en la clínica u hospital veterinario. Entonces recibirá una anestesia general que suele hacer efecto casi inmediato. Estando el paciente debidamente sedado, se inserta un tubo endotraqueal para permitir su correcta respiración.

Cuidadosamente, el veterinario introduce el endoscopio por la boca del perro. La punta del aparato suele estar lubricada para permitir un mejor acceso al tracto digestivo. Entonces, el profesional orienta la cámara del endoscopio para observar todas las paredes del aparato gastrointestinal y respiratorio.

Muchas veces es necesario inyectar buena cantidad de aire por la boca del perro para permitir una mejor visualización. En caso de encontrar algún cuerpo extraño, el profesional podrá optar por una incisión quirúrgica para retirarlo inmediatamente.

Hay que recordar que en muchas ocasiones los perros ingieren objetos no digeribles que quedan atascados en su tracto respiratorio o en su estomago.

Terminado el procedimiento, el profesional succionará el exceso de aire de la cavidad gastrointestinal; luego retirará cuidadosamente el endoscopio por la boca del perro. Y entonces bastará esperar los resultados, que pueden tardar entre tres y siete días. La endoscopia puede durar entre una y tres horas; la anestesia debe hacer efecto por lo menos 30 minutos más.

Cuándo se recomienda una endoscopia en perros

Generalmente, la endoscopia no aparece como un estudio de rutina ni para los perros ni para los seres humanos. Casi siempre la recomendación médica deriva de alguna observación anormal en los estudios de sangre, orina, ultrasonido o rayos X.

Veterinario

¿Cuál es el objetivo de la realización de una endoscopia? El procedimiento se suele realizar con la intención de confirmar o descartar un posible diagnostico ya sospechado por el médico.

En principio, el veterinario podrá solicitar una endoscopia para constatar la existencia de cualquier anomalía en el aparato digestivo o respiratorio del perro. El estudio permite observar las mucosas, además de recoger muestras o  masas anómalas para la posterior realización de una biopsia.

Además, la endoscopia también suele ser aplicada como un tratamiento inmediato o evitar complicaciones de ciertas patologías. Es el caso de la torsión gástrica y de la gastropexia. También se puede aplicar el procedimiento para las siguientes finalidades:

  • Colocación de sondas intestinales o gástricas (alimentación enteral).
  • Resección parcial del páncreas y abdomen.
  • Remoción de cuerpos extraños o masas anómalas.

Recuperación del perro tras la endoscopia

La recuperación tras la intervención después de una endoscopia es muy sencilla. Normalmente, el animal se despertará algo desorientado, por lo cual no debemos hacer movimientos bruscos. Aunque tengamos muchas ganas de abrazarlo o mimarlo, lo ideal es esperar que recupere integralmente su conciencia espacio-temporal.

No debemos darle de comer o beber después de que se despierte. La región de la garganta, esófago, estomago e intestino estarán sensible por algunas horas.

Por esta especial sensibilidad es importante ofrecer agua a nuestro amigo en poca cantidad, por lo menos 30 minutos después de que recupere su conciencia. La comida podrá ser ofrecida después de tres o cuatro horas, también en pequeñas porciones.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.