Cada vez más tutores optan por las dietas caseras para sus animales, pues es una manera de evitar subproductos indeseados y de personalizar la alimentación del animal en concordancia con sus necesidades individuales. No obstante, esto requiere empaparse de información fiable: por ejemplo, ¿sabes si la avena es buena para los gatos?
Como cualquier alimento, la avena tiene beneficios para la salud, pero has de tener en cuenta que el sistema digestivo de los gatos está especializado en digerir proteína de origen animal. Por esto (y por la posible existencia de una intolerancia o alergia a la avena), en este artículo tienes información útil para incluir este cereal en la dieta de tu felino sin peligros.
¿Qué es la avena?
En el lenguaje cotidiano se le llama avena al cereal que produce la familia de las plantas herbáceas poáceas, concretamente a 2 especies: la Avena sativa y la Avena bizantina. Ambas se cultivan ampliamente para la alimentación de humanos y animales no humanos.
La avena es considerada una planta de estación fría, aunque no tolera temperaturas extremas (tanto cálidas como heladas). Se siembra a principios de la primavera para ser cosechada a fines del verano. Es el séptimo cereal más cultivado a nivel mundial, con 21 062 972 toneladas cosechadas al año en todo el mundo.
¿Es buena la avena para los gatos?
La avena contiene una gran cantidad de proteínas, grasas vegetales, vitaminas y fibra. Para que te hagas una idea de sus propiedades, aquí tienes los valores nutricionales por cada 100 gramos de avena:
- Calorías: 389 kilocalorías.
- Grasas totales: 6,9 gramos.
- Colesterol: no contiene.
- Hidratos de carbono: 66,3 gramos.
- Vitamina B5: 1349 miligramos.
- Calcio: 54 miligramos.
- Magnesio: 177 miligramos.
- Fósforo: 523 miligramos.
- Potasio: 429 miligramos.
Por todo esto, la avena es un buen ingrediente para añadir a la dieta de un felino. No obstante, y como se decía más arriba, el organismo de un gato no procesa bien los alimentos vegetales, por lo que la cantidad que se le ofrezca tiene que ser moderada para no causarle problemas nutricionales.
Por otro lado, debes saber que la avena contiene gluten. No es tanta cantidad como la que tiene el trigo, pero sí la suficiente para provocar reacciones adversas en la salud si el félido es intolerante o alérgico a este cereal.
Los gatos son animales carnívoros estrictos, pero metabolizan bien los cereales.
Beneficios de la avena para gatos
¿Para qué incluir avena en la dieta de un animal carnívoro? Aunque no pueda convertirse en la base de su alimentación, la avena posee nutrientes muy beneficiosos para la salud del felino si se introduce en la cantidad adecuada. A continuación tienes las ventajas más importantes de este cereal:
- Las proteínas que contiene la avena son de alto valor biológico: es decir, el organismo del gato puede aprovecharlas y crear energía a partir de este cereal con relativa facilidad.
- Mejora el aspecto de la piel y el pelaje: la avena contiene vitaminas del complejo B (como el ácido fólico) y minerales como el hierro y el manganeso. Aporta brillo al pelaje del gato y previene problemas de piel.
- Su alto contenido en fibra regula el colesterol y el azúcar en sangre: la avena se suele incluir en las dietas de gatos diabéticos precisamente por esta razón.
- Es rica en ácido fólico y biotina: estos 2 nutrientes participan en la producción de glóbulos rojos, la asimilación del hierro y la oxigenación de tejidos.
- Previene el estreñimiento, las diarreas y los gases: de nuevo, la fibra es la responsable de esto. También puede utilizarse cuando los problemas digestivos aparecen a modo de remedio casero.
- La avena tiene un leve efecto calmante: es un buen complemento para los tratamientos y la prevención de trastornos de estrés o ansiedad en el félido.
- Es saciante: la fibra de este cereal crea una sensación de saciedad, pues se infla bastante con los líquidos. Por eso es recomendable en dietas para gatos con sobrepeso.
¿Cómo ofrecer avena a un gato?
Si has probado la avena, sabrás que no tiene un sabor precisamente intenso. A los gatos les pasa lo mismo: no es fácil que la acepten en la dieta, pues ofrecida en crudo resulta poco atractiva y difícil de digerir para ellos.
Por eso, la mejor forma de incluir la avena en la dieta de un gato es cocerla unos 5-6 minutos en agua. Después puedes procesarla en forma de papilla para mezclarla con el resto de ingredientes o con el pienso. Si el gato acepta bien la avena y no tiene problemas de masticación (como los cachorros o los ancianos), puedes ponerla cocida y sin triturar.
Algunas personas remojan la avena en leche en vez de en agua. No lo hagas: los gatos no son capaces de procesar la lactosa que contiene la leche de vaca por no poseer ciertas enzimas digestivas, así que acabarán por tener problemas digestivos.
No añadas edulcorantes ni azúcar a la mezcla. Algunas especias excepcionales (como la cúrcuma y la canela) sí pueden añadirse a la papilla de avena y son beneficiosas para la salud del gato. Es el caso también de hierbas como el romero o la menta.
La cantidad de avena que puede tomar tu gato es una cifra que debe darte tu veterinario, al igual que la proporción de otros ingredientes de la dieta casera. Aunque la avena sea buena para los gatos, recuerda que una descompensación nutricional puede traer graves consecuencias a su salud.
Bibliografía
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