La piel es uno de los órganos más importantes de los seres vivos en lo que a protección se refiere. Este conglomerado tisular defiende frente a infecciones, pero también mantiene la homeostasis interna y el intercambio de fluidos con el exterior. Por desgracia, existen algunas condiciones dermatológicas que afectan tanto a perros como a humanos. Las infecciones por levaduras son unas de ellas.
Si tu perro tiene la epidermis enrojecida, muestra costras y huele extraño, debes acudir con él al veterinario de urgencia. A continuación te contamos qué es la infección por levaduras en perros y cómo acabar con ella. ¡No te lo pierdas!
¿Qué es la infección por levaduras en perros?
La infección por levaduras en perros es un tipo de dermatitis provocada por el microorganismo Malassezia pachydermatis. Esta es una levadura zoofílica, es decir, que crece bien en la superficie de ciertos seres vivos. Forma parte del microbioma epidérmico de humanos, gatos, perros y otros mamíferos, si bien puede llegar a actuar como un patógeno oportunista en ciertas circunstancias.
Malassezia pachydermatis es un patógeno de gran importancia en la medicina veterinaria. Cuando el microorganismo se torna patógeno, puede provocar en canes cuadros como la otitis externa y la dermatitis seborreica. Un pH bajo posee cierta actividad bactericida, pero los perros tienen un pH cutáneo más alto que todas las especies animales domésticas, sobre todo en ciertas zonas.
Las condiciones cutáneas de los perros a nivel químico hacen que estos sean especialmente proclives a padecer infecciones por levaduras. Además, suelen ocurrir de forma simultánea junto con atopías y otros procesos alérgicos de naturaleza epidérmica.
Este tipo de infección también puede ocurrir en humanos, pero es muy poco común. Se estima una prevalencia del 2 % de los pacientes con dermatitis.
Causas de la infección
Como hemos dicho en líneas previas, la infección por levaduras en perros ocurre cuando estos microorganismos crecen más de lo que deberían en el entorno cutáneo. Son oportunistas y aprovechan una situación vulnerable para proliferar.
En circunstancias normales, los hongos y las bacterias presentes en la superficie de la piel no son un problema, ya que el sistema inmunitario se encarga de mantenerlos a raya. Por desgracia, los cambios en la piel, la inmunosupresión, la administración de algunas medicinas y ciertos predisponentes hereditarios hacen que este equilibrio sea más proclive a romperse.
Además de lo citado, cabe destacar que algunas razas son mucho más susceptibles que otras de padecer esta infección. El shih tzu, el cocker spaniel, el schnauzer, el poodle y el boxer son algunos de los ejemplos más claros. Las levaduras crecen mucho mejor en lugares oscuros y húmedos, como los pliegues de la piel y la cavidad interna de unas orejas muy caídas.
Síntomas de la infección por levaduras en perros
Como hemos dicho, este cuadro puede extenderse a nivel ótico y epidérmico. Algunos de los signos clínicos más evidentes son los siguientes:
- Cambios en el color y la textura de la piel: en las primeras etapas de la infección, la piel se muestra enrojecida. Por otro lado, durante las fases crónicas esta puede llegar a tornarse negruzca.
- Piel grasa y encostrada.
- Ladeo de la cabeza: este es signo de una otitis infecciosa, es decir, que la levadura ha proliferado en el pabellón auricular de tu can.
- Rascado: estas infecciones generan un prurito muy evidente. Puede que el perro se rasque con sus patas o contra superficies de forma constante.
- Lamido: el perro puede intentar lamerse para calmar la inflamación y el dolor.
- Olor cutáneo extraño, similar al que emana de un queso algo fuerte.
- Pérdida de pelo: es común que ocurra alrededor de las orejas.
Las infecciones por levaduras en perros suelen ocurrir de manera simultánea con problemas en los oídos y ciertos trastornos alérgicos. Por ello, mucha de la sintomatología que presenta el paciente típico es compartida con otros trastornos.
Cabe destacar que esta enfermedad no es contagiosa.
Diagnóstico de la infección por levaduras en perros
Tal y como indican medios profesionales, existen muchas técnicas con el fin de detectar esta infección. A continuación te mostramos algunos de los métodos más eficaces para ello:
- Raspado: basta con obtener una muestra de la zona afectada de la piel del animal con un simple raspado. Al observarla al microscopio se podrán notar microorganismos patógenos.
- Muestra por impresión: se puede presionar un portaobjetos sobre la piel del can. De nuevo, la muestra se debe observar bajo el microscopio.
- Tira de acetato: se utiliza una tira para pegarla sobre la piel del perro. Luego se extrae y se analizan las células epidérmicas desprendidas.
- Biopsia: en este caso hay que obtener una muestra entera de la piel del perro. Es la técnica más invasiva, pero provee la mayor cantidad de información.
En caso de que la infección se encuentre en las orejas, será necesario el uso de un otoscopio. Además de la observación del pabellón de la oreja, se pueden requerir estudios como los ya citados si el cuadro es ótico.
Tratamiento
El tratamiento de la infección por levaduras en perros variará según la zona corporal que se vea afectada. Por ejemplo, si la infección tiene lugar en el oído se suelen recetar cremas o gotas antifúngicas y un régimen de limpieza especial. En casos graves, se opta por una medicación sistémica de ingesta oral.
El tratamiento de la infección generalizada en la piel requiere la aplicación de cremas antifúngicas tópicas, sprays y champús específicos. Para que el formato champú funcione, se debe aplicar durante el baño por unos 10 minutos, cada 3-5 días y durante un periodo de 2 a 12 semanas. De todas formas, si todo esto no funciona también se necesita un abordaje sistémico con medicamentos orales.
El ketonoconazol, el itraconazol y el fluconazol son los fármacos que más se utilizan.
¿Es posible aplicar medidas en casa?
Aunque esta infección requiera tratamiento veterinario en todos los casos, es posible ayudar al can a recuperarse antes con una serie de consejos y medidas desde el hogar. Presta atención:
- Limpia las orejas de tu perro de manera asidua: la infección ótica se combate con cremas específicas, pero también hay que limpiar las orejas del can con soluciones salinas que te haya indicado el veterinario.
- Mantén sus patas y piel secas: la humedad favorece mucho la proliferación de levaduras en el entorno epidérmico del animal.
- Examina la dieta de tu can: puede que un perro con este tipo de infección tenga una deficiencia vitamínica que necesite ser tratada.
La prevención es la clave del éxito
Como hemos dicho en líneas previas, la infección por levaduras en perros ocurre cuando el can no tiene una salud o higiene adecuadas. Por ello, el mejor método para prevenir su aparición es cuidar a la mascota en todos los frentes posibles. Algunos tutores de canes predispuestos (como el shih tzu) optan por dar baños periódicos a sus canes con champús antifúngicos, por ejemplo.
El pronóstico de esta condición es positivo en casi todos los casos. Si bien el tratamiento suele prolongarse en el tiempo, la mayoría de canes responden bien a los fármacos citados y el picor cesa una semana después del inicio del tratamiento. Si haces caso a tu veterinario en todas las pautas, tu perro mejorará de forma drástica en cuestión de días.
Bibliografía
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- Yeast dermatitis in dogs, VCA Hospitals. Recogido a 17 de noviembre en https://vcahospitals.com/know-your-pet/yeast-dermatitis-in-dogs
- Yeast infection in dogs, Small Door veterinary. Recogido a 17 de noviembre en https://www.smalldoorvet.com/learning-center/medical/yeast-infections-in-dogs