Iguana del desierto: hábitat y características

Se cree que la capacidad de la iguana del desierto para resistir altas temperaturas es una adaptación contra la depredación, debido a que muchos animales no pueden aguantarlas.
Iguana del desierto: hábitat y características
Cesar Paul Gonzalez Gonzalez

Escrito y verificado por el biólogo Cesar Paul Gonzalez Gonzalez.

Última actualización: 14 octubre, 2022

La iguana del desierto es un reptil bastante adaptado al calor, pues es capaz de resistir temperaturas desérticas increíblemente altas. Es una especie de tamaño mediano, que puede desplazarse de forma rápida por el suelo, aunque también es una excelente cazadora. Debido a que es un animal territorial, es capaz de dejar señales increíbles para disuadir a la competencia.

El nombre científico de esta especie es Dipsosaurus dorsalis y forma parte de la familia Iguanidae, que agrupa a varios tipos de iguanas. Estos animales son reconocidos por ser ectotermos, por lo que se los suele ver en ambientes calurosos. Sigue leyendo y conoce más de esta iguana: seguro que te sorprenderá.

Hábitat de la iguana del desierto

La distribución de esta especie se encuentra en zonas desérticas al norte de México y al sur de Estados Unidos. Por ello, habita grandes áreas de los desiertos de Sonora y Mojave, así como también zonas de la península de Baja California y varias islas del golfo de California. Además, se conoce por estar muy asociada al arbusto denominado “La gobernadora” (Larrea tridentata).

Este reptil es capaz de aguantar temperaturas muy altas, por lo cual puede salir durante los momentos más calurosos del día. Esto implica que su hábitat se compone de terrenos planos y arenosos, en los que crea sus escondites en torno a la vegetación del sitio. Es más, cuando la temperatura desciende, puede llegar a esconderse en los nidos de algunos mamíferos, para soportar el frio.

Características físicas

Esta iguana es un animal que puede alcanzar los 36 centímetros de longitud y su cola representa la mayor parte de su tamaño. El cuerpo de este organismo es robusto y ovalado, con una apariencia lisa, además de una cabeza pequeña. Su postura es la típica de un reptil, con las extremidades insertadas a los lados, lo que la obliga a moverse casi arrastrándose.

La coloración de esta especie se acopla a su entorno, mostrando grises pálidos con algunos patrones marrones en todo su cuerpo. Estos tonos están presentes tanto en hembras como machos, añadiendo un color rosado en su vientre, pero solo durante la época de apareamiento.

Además, estos reptiles también presentan varias líneas de escamas que recorren su cuerpo, formando patrones estables en su espalda.

Una iguana del desierto sobre un fondo blanco.

Comportamiento de la iguana del desierto

Las iguanas del desierto son animales ectotermos diurnos, por lo que están muy activas a la mitad del día. Es más, la temperatura a la que son más activas llega hasta los 40 grados centígrados, teniendo como limite los 55 grados, que resultan fatales para ellas. Por esta razón, mantienen su temperatura moviéndose a zonas más frescas cuando llegan a sobrecalentarse.

Son grandes trepadoras y escaladoras, ya que se la pasan buscando comida o refugio. Es más, pueden ser unas veloces corredoras, tanto que en ocasiones parece que corren en dos piernas. Esto se debe a que mantienen la parte de su cabeza levantada, por lo que se mueven con un porte peculiar, similar al de otras lagartijas.

Territorial

Estos reptiles también son territoriales, por lo que utilizan comportamientos agresivos para disuadir a sus competidores. Pueden llegar a inflarse, haciendo parecer que su cuerpo es más grande y ancho, o realizar lo que se conoce como push-ups, que no son otra cosa que flexiones. Además, son capaces de secretar fluidos fluorescentes, que les sirven para marcar su territorio.

Un estudio realizado por el departamento de biología de la Universidad de California encontró que estos fluidos son realmente feromonas con fluorescencia ultravioleta. De hecho, también se observó que esta iguana podía detectar visualmente esta secreción, lo que implica que su vista está adaptada a ver la luz reflejada por estos marcajes.

Reptiles que hibernan

Debido a que este animal está habituado al clima frio, tiene que pasar por un periodo de hibernación para sobrevivir el invierno. Este proceso se inicia a finales de octubre y termina en marzo. Para estar a salvo, excava en el suelo a una profundidad mayor a 50 centímetros, donde se resguardan aprovechando el calor del suelo.

Alimentación de la iguana del desierto

La dieta de esta iguana se basa en comer brotes, hojas y algunos frutos, por lo que es un organismo herbívoro. A pesar de esto, en algunas ocasiones puede llegar a comer insectos, pero las hojas representan al menos el 90 % de sus alimentos. Algunas de las plantas que consume son los dientes de león, las hojas de alfalfa y, en especial, la gobernadora.

Reproducción de la iguana del desierto

Estos reptiles son polígamos y dominan un territorio para poder aparearse con las hembras. Para esto, los ejemplares macho atraen a las hembras por medio de sus conocidos push-up. Además, luchan contra otros machos por los territorios. El mejor sitio para llevar a cabo la copula es en los arbustos, donde la temperatura es un poco más fresca, por lo que son los sitios más disputados.

El macho de la especie planifica su estrategia para atraer a sus parejas. Para esto, utiliza sus poros femorales, que le sirven para dejar feromonas como una guía para sus parejas. Hace círculos en la arena, tratando de dejar la mayor cantidad de rastros posibles. De hecho, las hembras son selectivas, ya que el color y forma del macho son factores clave para decidir si acepta o no el cortejo.

La época de reproducción comienza en la primavera, continuando hasta mitad del verano. Los meses en los que suceden la mayoría de apareamientos son entre mayo y junio. Este proceso termina al final del verano con la puesta de huevos, en la que cada hembra pondrá solo una camada de 2 a 8 crías.

Esta iguana no presenta ningún tipo de cuidado parental, por lo que una vez que la hembra cave su nido, las crías tendrán que valerse por sí mismas. Para ello, las nuevas madres solo hacen un agujero en el suelo, donde depositan todos los huevos y terminan tapándolos para dejarlos por su cuenta.

Estado de conservación

Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, este reptil está clasificado como especie de menor preocupación. Esto es probable que se deba a la poca información que se tiene de su población, ya que no hay censos que indiquen si se encuentra en riesgo o no. Sin embargo, la destrucción de su hábitat y su uso como mascota pueden ser serios factores de riesgos.

Una especie que merece ser preservada

Quizá estos reptiles no suelan estar dentro de los más carismáticos, pero son especies que pueden tener características impresionantes. La capacidad que presenta este animal para dejar rastros fluorescentes, por ejemplo, es una de las más impresionantes en el reino animal.

De hecho, aún existen cosas que desconocemos de estas iguanas y quizás tengan más secretos que contar. Para conocer más sobre su biología, debemos primero aprender a cuidarlas y respetarlas.


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