De forma habitual, cuando piensas en una hormiga lo primero que te imaginas es a un insecto pequeño, rojo o negro, que camina en conjunto de sus compañeras. Sin embargo, este molde tan predefinido no se acopla muy bien a la hormiga bulldog, porque en principio es mucho más grande que otras especies y porta unas mandíbulas que se observan a la perfección a simple vista.
Cuando utilizamos el término “hormiga bulldog” en realidad nos referimos al género Myrmecia, un taxón monofilético dentro de la familia Formicidae que agrupa a varias especies. Sus representantes son parientes cercanos de las avispas y otros himenópteros con aguijones. Sigue leyendo y conoce más acerca de estos peculiares insectos.
Hábitat y distribución
Este grupo de formícidos es endémico de Australia con excepción de una especie, que habita en Nueva Caledonia. Son hormigas que tienen preferencia por los pastizales, bosques y áreas urbanas en zonas con una temperatura cálida y agradable. Sin embargo, esto no les impide vivir en sitios ligeramente áridos, semidesérticos o costeros.
Los nidos de estos insectos pueden encontrarse en escombros, sobre la estructura de árboles, piedras, arena y bajo las rocas. De hecho, conforme pasa el tiempo la forma del hormiguero se expande volviéndose más compleja y los ejemplares que habitan en él utilizan varios recursos de su medio para decorarlo.
¿Cómo luce la hormiga bulldog?
El rasgo más reconocido de este género es el enorme tamaño que presenta, tanto en su talla como en sus mandíbulas. En este sentido, y dependiendo la especie, una hormiga bulldog puede alcanzar entre 1 y 4 centímetros de longitud, superando con creces los tamaños de cualquier otro formícido.
Otro de sus aspectos más evidentes son sus grandes y remarcados ojos, que se observan un poco protuberantes. A pesar de lo que se pueda creer, las hormigas no tienen solo dos “ojos”, pues en realidad cada estructura está compuesta por varios lentes más pequeños. Gracias a esto, su visión es una de las mejores que existe entre los insectos (pero menos eficiente en comparación con la de un mamífero).
Los cuerpos de estos ejemplares mantienen el patrón de otros himenópteros, pues presentan la típica “cintura de avispa” característica del grupo. También comparten con ellos el aguijón, que es capaz de inyectar veneno a sus víctimas. Por otro lado, los colores son diferentes en cada especie, pero suelen estar entre los rangos del rojo al amarillo.
Castas dentro de las hormigas bulldog
A pesar de que forman parte de los formícidos, las hormigas de este género no comparten la compleja estructura social del grupo. Sin embargo, continúan presentando una división por castas, que se subdivide por el tamaño y no por su rol predefinido desde el estadio larvario:
- Cazadoras: los individuos más grandes del hormiguero son los encargados de buscar comida y defender la colonia. Son hembras que nacen a partir de huevos fértiles, manteniendo su capacidad de reproducirse.
- Obreras: son iguales a las cazadoras solo que de menor tamaño, por lo que sus tareas se centran en cavar túneles y cuidar a las larvas.
- Reina: la reproductora principal del nido es la encargada de producir a todos los ejemplares de la colonia. Dependiendo la especie, puede presentar alas bien formadas, alas poco formadas o incluso no tener alas en el momento del vuelo nupcial.
- Reinas vírgenes: se designan de este modo a las hembras reproductoras con características de reina que aún no se han apareado y que toman parte del vuelo nupcial de la especie. Estas reinas son la base para fundar un nuevo hormiguero.
- Machos: son los copuladores del hormiguero, se aparean con las reinas o con las obreras para poder fertilizarlas y que produzcan sus huevos. Estos individuos nacen a partir de huevos no fértiles.
Comportamiento
Estos insectos mantienen un comportamiento social, pero no tan cercano como el de sus parientes. Debido a esto, si bien están organizados en grupos en los que se asignan tareas diversas para el bien general de la colonia, cada individuo actúa por su cuenta de manera solitaria. En otras palabras, si necesita buscar comida cada ejemplar irá por libre.
La razón detrás de esto se encuentra en su falta de feromonas, lo que les impide a las hormigas bulldog señalar o “comunicarse” con sus congéneres para trabajar en equipo. Aun así, son insectos muy agresivos que atacarán sin pensarlo dos veces, pues sus feroces mandíbulas provocan mordidas muy dolorosas (sin contar el veneno del aguijón).
Aunque no presentan feromonas que les ayuden a trabajar en equipo, sí exhiben señales químicas que les dicen quienes son “amigas” y quienes no. En este sentido, para evitar atacar a los integrantes de su propia colonia cada hormiga produce un tipo de olor (hormona) que les permite reconocerse entre ellas y disminuye su agresividad.
Por esta razón, en presencia de cualquier otro olor las hormigas comenzarán el ataque de inmediato.
¿La hormiga bulldog es venenosa?
La hormiga bulldog no es muy venenosa, pero aun así su picadura a veces es peligrosa para los humanos. Puede parecer contradictorio, pero la realidad es que las sustancias que inyecta a sus víctimas no son tan toxicas como para ocasionar la muerte, pero aun así desencadenan una reacción alérgica que puede llevar a un desenlace fatal.
En pocas palabras, lo peligroso no es su picadura, sino la reacción que tiene el cuerpo a ella (anafilaxia). Entre 1980 y 1999 se contabilizaron 6 muertes en total ocasionadas por esta hormiga. Sin embargo, cada caso tenía algún problema o padecimiento previo que lo hizo susceptible a la reacción alérgica. Además, ningún paciente recibió tratamiento con adrenalina, que es usual en estos casos.
¿Qué comen la hormiga bulldog?
El tamaño de estos organismos les permite ser unos de los depredadores más capaces dentro de su hábitat. Esto significa que su dieta abarca la captura de varios tipos de insectos, como por ejemplo escarabajos, moscas, arañas, gusanos, cucarachas e incluso otras hormigas. Sin embargo, aunque es inusual algunas veces también se alimentan de plantas, semillas y algunas heces.
Las tareas de recolección son asignadas a las hormigas obreras, que salen en busca de comida para regresar y alimentar a sus congéneres. De hecho, por lo común vuelven cargando a sus presas hasta la colonia para que los demás integrantes se alimenten directamente (pero en algunos casos usan la trofalaxia).
Diferencia entre adultos y larvas
Los adultos de este género suelen ser también nectarívoros, ya que recolectan néctar y otras sustancias dulces. Sin embargo, esto solo se restringe a esta edad, ya que tanto las larvas como los jóvenes son en su totalidad carnívoros y dependen de presas vivas para comer. Es más, las larvas pueden tener otra opción, ya que se suelen alimentar de huevos tróficos (infértiles).
Reproducción
Estos invertebrados suelen llevar a cabo su reproducción por medio del apareamiento de su reina o de las hembras obreras. A diferencia de otras hormigas, las obreras de este género no son incapaces de reproducirse, por lo cual si la reina llegara a morir la colonia podría mantenerse sola.
El proceso de apareamiento se inicia con la presencia de las reinas vírgenes, que gracias a sus alas realizan un vuelo nupcial, durante el cual se aparean con los machos. Las hembras no tienen preferencia por un macho en particular, por lo que suelen aparearse con más de una vez. Al finalizar, las reinas fertilizadas parten en busca de un sitio para fundar su nido y comenzar una nueva vida.
Las reinas son capaces de poner entre 2 y 30 huevos por puesta. Dichos huevos tienen un proceso de incubación de más de 100 días, durante los cuales la reina es capaz de sobrevivir por sí misma sin ayuda de sus séquitos. De hecho, incluso cuando el hormiguero ya se ha establecido y tiene ayudantes al por mayor, ella sigue consiguiendo su comida por su cuenta.
Mientras la reina esté en el poder, continuará copulando con varios machos para mantener la cantidad de hormigas obreras estable. Aunque estos ejemplares tienen una espermateca (mejor llamado reservorio de esperma), el semen del macho no les dura para siempre. Por esta razón, los machos son necesarios para mantener la estructura social del nido y no solo para los vuelos nupciales como sucede en otras hormigas.
Estatus de conservación
De manera desafortunada, este género de hormigas es un grupo poco estudiado, por lo que no se conoce bien la situación de su población. Muchos aspectos de su biología se mantienen en incógnita, tornando más difícil su estudio. Por el momento, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza ha clasificado solo a la especie Myrmecia inquilina como vulnerable.
Esta situación no significa que estas hormigas no se encuentren en peligro, sino que falta información para conocer a fondo su situación.
Es probable que no te interese saber mucho sobre una hormiga gigante, sin embargo, recuerda que todos los seres vivos tienen un rol fundamental en el ecosistema. Por esta razón, aunque no sea “bonita” para la vista, el que desaparezca puede ocasionar serios problemas al ambiente y a los humanos.
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