Gatos alérgicos a la caja de arena, ¿qué hacer?

Al igual que nos ocurre a nosotros, existen gatos alérgicos a diferentes compuestos; te hablamos sobre las cajas de arena y sus posibles problemas

Gato alérgico a la caja de arena

Si hay una mascota que destaca por sus hábitos de limpieza y autonomía, ese es el gato. Hoy en día, las cajas de arena se han convertido en un indispensable en cualquier hogar donde haya gatos. Desafortunadamente, cada vez se dan más casos de gatos alérgicos a la caja de arena. En el siguiente artículo desgranamos algunas de las causas y te damos algunas soluciones.

La caja de arena y los gatos

A pesar de que para nosotros parezca un utensilio doméstico más, la realidad es que la caja de arena es un ‘invento’ más o menos reciente. Hasta hace no demasiados años, los gatos hacían sus necesidades básicas en los jardines de las casas o en cajas con serrín, hollín o tierra de cualquier tipo.

No fue hasta casi los años 50 cuando un visionario llamado H.Edward Lowe desarrolló una solución: la arcilla granulada como sustituto de la tierra convencional. Desde entonces, se ha venido usando la arena arcillosa, gracias a su capacidad para bloquear los olores.

Actualmente, existen numerosas alternativas de arena para gatos: desde la arena aglomerante a las perlas de sílice. A pesar de todo, algunos de los componentes de estas arenas pueden desencadenar reacciones adversas, lo que provoca que los gatos alérgicos tengan verdaderos problemas para hacer sus necesidades.

Gato se rasca

Gatos alérgicos a la arena: causas y síntomas

La alergia a las cajas de arena casi siempre tiene un componente químico detrás. En la mayoría de los casos, el polvo de sílice es la principal causa detrás de los gatos alérgicos. El sílice –también llamado óxido de silicio– es el componente mayoritario de la arena y, por lo tanto, se encuentra en grandes cantidades en la arena para gatos.

El polvo de sílice, pues, puede provocar ataques de asma en nuestros amigos felinos. Cuando se genera polvo de sílice en la caja de arena, debemos estar atentos a los siguientes síntomas:

  • Respiración rápida o jadeante.
  • Lengua azulada.
  • Ojos llorosos.
  • En algunos casos, los gatos alérgicos son reticentes a usar la caja.

Si observamos que algunos –o todos– de estos comportamientos anormales se repiten en el entorno de la caja de arena, es probable que nuestro gato sea alérgico al polvo de sílice. En ese caso, el primer paso es acudir al veterinario para que confirme el diagnóstico. Tras ello, lo ideal es cambiar la arena por algún componente inocuo.

Uno de los gatos alérgicos a la arena

Alternativas a la arena para gatos alérgicos

Una de las soluciones más directas y fáciles de llevar a cabo es cambiar la arena convencional de la caja. Una de las alternativas es la arena de cristal, también llamada de perlas de sílice. A pesar de que el sílice está presente, la forma en la que está procesado hace que no se levante nada de polvo. Es la alternativa perfecta para gatos alérgicos, aunque su precio suele ser más elevado.

La segunda opción es la arena aglomerante, cuya principal ventaja es que su capacidad para compactar los residuos sólidos y líquidos de nuestro gato, lo que facilita su recogida a la vez que disminuye los problemas de olor y polvo. Aun así, a veces pueden generar pequeñas cantidades de polvo, por lo que su uso está desaconsejado en los casos más graves de alergia al polvo de sílice.

Si optamos por esta opción, un pequeño truco es contar con cajas de metal o material cerámico, ya que la cantidad de polvo que se acumula es menor.

Existen, además, otras opciones más tradicionales y domésticas. Una de ellas es utilizar papel reciclado –o papel de periódico– en tiras. Desde luego, es la opción más barata y accesible para todo el mundo, pero quizá a nuestro gato le cueste acostumbrarse.

La última alternativa es usar arena biodegradable, procedente de materia vegetal. Como ves, las opciones para que nuestro gato use la caja sin problemas son amplias.

Bibliografía

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  • Gómez, N., Pisano, P., Castillo, V., & Fontanals, A. (2012). Asma felino: fisiopatología, diagnóstico y tratamiento. InVet14(2), 191-207.
  • de Cozar, A. F. (2007). Alérgenos implicados en la alergia felina. Argos: Informativo Veterinario, (87), 40-41.
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