Exoftalmia en peces: todo lo que debes saber

La exoftalmia es una patología que pone en peligro la integridad ocular de los peces en el acuario. Descubre por qué sucede.

Ejemplo de exoftalmia en peces.

Las enfermedades oculares son normales en los tanques de peces. La suciedad del agua, una falta de oxigenación, los ciclados deficientes o la presencia de objetos punzantes en el acuario pueden ser motivo de perjuicio en el aparato visual de los animales que vivan en él. La exoftalmia en peces, también conocida como popeye disease en inglés, es una de las más comunes.

De todas formas, cabe destacar que algunos peces presentan esta característica como rasgo no patológico. Si quieres saberlo todo sobre esta condición en los integrantes del acuario, sigue leyendo.

¿Qué es la exoftalmia en peces?

La visión es un sentido muy importante en muchas especies de peces. Los ojos de estos vertebrados son similares a los de los terrestres, pero se diferencian del resto en que presentan lentes esféricas —y no convexas, como es el caso del ser humano—. También tienen conos y bastones, células especializadas en la fotorrecepción, y suelen ver a color.

El término exoftalmia hace referencia a la propulsión notable del globo ocular de la cavidad orbitaria que lo contiene. Esta condición se puede presentar en todo vertebrado que tenga ojos de tamaño considerable en la cavidad del cráneo, como perros, gatos y humanos. En nuestra especie, esto suele ocurrir por la enfermedad de Graves-Basedow, lesiones traumáticas, tumores y abscesos.

Por otro lado, los peces también pueden mostrar exoftalmia, pero esta puede ser patológica o seleccionada por el ser humano. A continuación, exploramos el por qué de esta propulsión ocular tan atípica.

El estrés en peces puede manifestarse de muchas formas.

Síntomas

Como su propio nombre indica en el habla inglesa —popeye, pop que sobresale y eye, ojo—, el síntoma principal de la exoftalmia en peces es que el animal tiene un ojo salido, hinchado y de apariencia rara. Esto se debe a un exceso de líquido en las cuencas oculares, que ejerce presión y le obliga al ojo a sobresalir más de lo normal. En este estado, es usual que se produzcan infecciones bacterianas simultáneas.

Además, es muy probable que el pez presente también un color blanquecino en el entorno ocular. Este signo es una manifestación de los daños provocados en la córnea, por el exceso de presión ocular, el estrés mecánico y posibles patógenos asentados en los tejidos. Si la causa es una lesión directa, la zona también puede mostrarse con un tono sanguinolento.

Causas de la exoftalmia en peces

Es muy importante diferenciar la exoftalmia en sus 2 variantes: unilateral y bilateral. A continuación, exploramos las particularidades de cada una de ellas.

Exoftalmia unilateral

Si solo uno de los 2 ojos está dañado, lo más probable es que pez se haya hecho daño con algún material del acuario. La hinchazón local y la herida provocarán la exoftalmia, que seguramente también aparecerá con sangrados esporádicos.

En estos casos, lo mejor que puedes hacer es retirar todo adorno no natural del acuario, ya sea de forma temporal o permanente. También debes explorar si los peces de tu tanque son compatibles, pues puede que ejemplares de otra especie estén agrediendo al enfermo.

Exoftalmia bilateral

La exoftalmia bilateral suele ocurrir a causa de unos parámetros deficientes en el acuario. En una situación de normalidad, los peces se mantienen en un equilibrio perfecto con el entorno, pues pierden y absorben fluidos con tal de mantener su medio interno equilibrado. Este conjunto de procesos se conocen como homeostasis

Por desgracia, si los riñones, el hígado o las agallas no funcionan de forma adecuada en el animal, es posible que se acumulen líquidos en su cuerpo. Esto deriva en el exceso de fluidos en las cuencas oculares y, por tanto, en la exoftalmia en ambos ojos a la vez.

Tratamiento

Tal y como indican portales especializados en el cuidado de peces, atajar la exoftalmia no es fácil, ya que se trata de una patología multifactorial. El primer paso siempre será medir los parámetros del acuario —pH, temperatura, amoniaco—. Si no se presentan en los límites de normalidad, habrá que limpiar el acuario entero y realizar un cambio parcial de agua.

Si el daño en la córnea no ha sido severo, esto debería bastar para que la hinchazón comience a remitir. Durante el proceso de sanación, algunos tutores también optan por añadir sales de Epsom en pequeñas dosis en el agua de acuario. Estas pueden ayudar a reducir la inflamación y evitar el crecimiento de patógenos, tal y como indican estudios.

Otros tutores también usan antibióticos para acuarios de amplio espectro. Esto podría llegar a evitar que la zona se inflame.

Un ejemplo de la exoftalmia en peces.

¿Cómo prevenir la enfermedad?

Prevenir la exoftalmia es sencillo: basta con medir los parámetros del acuario cada semana y realizar un cambio de agua del 20 % cada 7 días. Si se mantienen los fondos limpios y el ciclaje es el adecuado, un pez sano no tiene por qué desarrollar esta patología. Además, recuerda que es mucho mejor prescindir de objetos puntiagudos para la decoración del tanque.

Por otro lado, es necesario destacar que algunos peces —como el carpín dorado de tipo telescopio— presentan exoftalmia congénita, que ha sido seleccionada a nivel genético por fines estéticos. En estos casos, la protrusión de los ojos se considera normal y es permanente.

Bibliografía

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