Enfermedades más comunes en perros bóxer

Las enfermedades más comunes en perros bóxer son variadas, pero fáciles de reconocer. Aquí puedes aprender a hacerlo para garantizar la mejor de las calidades de vida para tu can.
Enfermedades más comunes en perros bóxer
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 09 febrero, 2022

Esta raza, a pesar de su gran tamaño y estar seleccionada para ser guardiana, es de las mejores compañías que una familia pueda tener. Eso sí, si estás pensando en adoptar uno de estos canes, conviene que tengas presentes las enfermedades más comunes del bóxer para prevenirte al máximo.

Con el fin de facilitarte esta parte de la tenencia responsable de una mascota, aquí podrás encontrar las condiciones más importantes de esta raza y aprender a reconocerlas a tiempo. No te pierdas nada, pues saber detectar cualquier signo clínico es fundamental para el bienestar a largo plazo del animal.

¿Cuáles son las enfermedades más comunes en perros bóxer?

El bóxer es un perro que puede superar los 30 kilogramos de peso con facilidad. Además, se caracteriza por su constitución atlética y está hecho para correr y retozar durante horas. De hecho, su carácter se define habitualmente como “el eterno cachorro”, pues nunca pierde esa actitud infantil de querer jugar a todas horas.

Si es esto lo que buscas, ten claro que un bóxer será un compañero leal, cariñoso y muy inteligente con el que podrás realizar una gran variedad de actividades. Para que viva feliz (y muchos años) a tu lado, aquí tienes una lista de las enfermedades más comunes en perros bóxer.

Un perro contento.

Cataratas

La forma más fácil de detectar las cataratas es mirar directamente al ojo de tu perro. En esta patología, el cristalino (la estructura que permite enfocar la vista en diferentes puntos de la lejanía) se vuelve opaco, dificultando la visión o incluso causando ceguera en el animal. La facilidad de su detección radica en que el ojo se torna blanquecino poco a poco, pero la atrofia es progresiva y a menudo silenciosa.

Dilatación esofágica o megaesófago

Tal y como indica su nombre, esta patología consiste en la dilatación del tejido muscular del esófago, creando una cavidad o bolsa donde el alimento podría quedarse atascado y no llegar al estómago. El síntoma más claro que va a mostrar el bóxer es la regurgitación. No se debe confundir con el vómito, que aparece en un intervalo de tiempo más tardío después de la comida y va precedido de arcadas.

La regurgitación es un acto más superficial que el vómito.

Cardiomiopatías

Los bóxers son propensos a sufrir problemas de corazón, en especial a medida que avanza su edad. Entre todas las enfermedades de esta índole, destacan 2 cuando se trata de esta raza. Te las mostramos en la siguiente lista:

  1. Miocardiopatía dilatada canina (MDC): es una enfermedad coronaria en la que el miocardio o músculo cardiaco se dilata. Por tanto, habrá problemas con el bombeo de sangre del paciente, ya que la contracción será más débil de lo normal y el fluido no podrá llegar de manera efectiva a todos los tejidos de su cuerpo.
  2. Estenosis aórtica: este término se refiere al estrechamiento de la arteria aorta, que sale directamente del corazón con la sangre limpia hacia el resto del cuerpo. La pérdida de diámetro de la arteria compromete la irrigación general del cuerpo.

Los síntomas cardiacos en cánidos son similares a los de los humanos: fatiga e intolerancia al ejercicio, dificultad para respirar, taquipnea (ciclo respiratorio acelerado) y tos. Aunque visto así puede confundirse con otras patologías o no dársele importancia, se debe acudir al veterinario lo antes posible. Un problema circulatorio puede tornarse letal en cuestión de segundos.

Síndrome de Ehlers-Danlos

Este curioso síndrome, también llamado astenia cutánea, se caracteriza por la gran fragilidad y elasticidad de la piel. Puesto que esto está causado por alteraciones en la formación del colágeno, también se encuentra que las articulaciones son laxas.

Esta afección no tiene cura. El tratamiento irá dirigido a aliviar el dolor y conviene llevar al can a fisioterapia cuando aparezcan luxaciones o problemas en las articulaciones. Por otro lado, el veterinario te dirá cómo adaptar tu casa para evitar accidentes.

Displasia de cadera

Como la mayoría de perros grandes, el bóxer es propenso a desarrollar esta patología. En ella, la cabeza del fémur se desplaza de su hueco en la cadera, el acetábulo. Como podrás imaginar, esto produce dolor y problemas para caminar en el animal.

Es posible corregir la displasia de cadera mediante una intervención quirúrgica, pero el veterinario tendrá que decidir si el ejemplar es apto para ello. En cualquier caso, es una patología congénita cuyo tratamiento se orienta al control del dolor y la fisioterapia para mejorar la movilidad.

Alergias

La alergia, una reacción anormal del sistema inmunitario ante una sustancia presente en el ambiente, es otra de las enfermedades más comunes en perros bóxer. Esta categoría engloba tanto las alergias alimentarias como las cutáneas por contacto con elementos foráneos.

Las alergias cutáneas se manifiestan a través del enrojecimiento, el prurito, la inflamación de la piel y las lesiones. Las alimentarias, por el contrario, tendrán síntomas digestivos, como los vómitos, las náuseas, la diarrea, las flatulencias o la pérdida de peso.

Hipotiroidismo

Los bóxers son propensos a sufrir desórdenes endocrinos. Entre todos los posibles, el más frecuente es el hipotiroidismo, en el que la glándula tiroides tiene una actividad por debajo de lo normal. Esto causa un descenso en las hormonas tiroideas, lo que a su vez crea síntomas relacionados con la falta de energía: fatiga, pérdida de apetito con aumento de peso, letargo y lesiones cutáneas.

Por fortuna, este es un trastorno muy estudiado y los tratamientos son eficaces. Se proporcionan fármacos que sustituyen a las hormonas tiroideas, devolviendo normalidad al proceso metabólico del que se encargan. Estas terapias farmacológicas son de índole vitalicia en casi todos los casos.

Uno de los tipos de boxer, el alemán.

Aunque esta lista es larga, no te asustes y pierdas la oportunidad de dar a un bóxer una vida mejor. Las enfermedades fruto de la crianza selectiva son muy conocidas en el mundo veterinario, así que tu profesional de confianza podrá darte las pautas necesarias para detectarlas a tiempo. Con ello presente, solo te quedará disfrutar de tu amigo canino durante muchos años.


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