El gecko leopardo: cría y diseño del terrario

La búsqueda de animales de compañía exóticos está más de moda que nunca y, si eres de los que le gustan los reptiles llamativos, desearás tener en tu hogar un gecko leopardo.

El gecko es de los reptiles más sencillos de cuidar, y con unos pocos consejos podrás hacer que lleve una vida placentera y relajada, como le gusta a la mayoría de lagartos. Pero debes tener en cuenta que son animales nocturnos y que poca o nada actividad verás a lo largo del día.

Por otra parte, si lo que estás pensando es en que tu gecko leopardo críe, deberás seguir tener en cuenta los siguientes aspectos para que todo salga como es debido y la cría tenga mayores probabilidades de éxito.

Cría del gecko leopardo

El gecko leopardo es un pequeño lagarto que puede llegar a vivir hasta 20 años, y es a partir de los seis meses de edad cuando empiezan a ser sexualmente maduros. Para que todo salga bien, es aconsejable introducir a la hembra en el terrario del macho y, si coincide con la época de celo de ambos, este comenzará su particular cortejo.

Para impresionar a la hembra, el macho del gecko agita la cola con fuerza y le da pequeños mordiscos para estimularla. Una vez la hembra se muestre receptiva, el macho comenzará la cópula, que suele ser muy efectiva.

Pasados 21 días, la hembra pondrá un máximo de tres huevos con hasta cuatro puestas y, para que se sienta tan a gusto y tranquila como en la naturaleza, lo aconsejable es añadir una superficie húmeda de fibra de coco o un material similar para que los huevos no sufran daños.

Una vez que la hembra haya puesto todos los huevos hay dos opciones: o controlar mucho la humedad y temperatura del terrario y mantenerlos dentro, o sacarlos e introducirlos en una incubadora. Lo más aconsejable es lo segundo porque, en ocasiones, las crías son devoradas por sus padres nada más nacer, y la hembra de gecko leopardo no aporta nada a las crías para mejorar su bienestar.

Diseño del terrario

Lo más importante para que el gecko leopardo viva y críe con normalidad es mantener un nivel de humedad de mínimo el 70 %. Sus escasos 25 centímetros de longitud hacen que no necesite un terrario muy grande, pero sí con las condiciones óptimas.

Lo ideal es escoger un terrario de cristal, de por lo menos 50 centímetros de longitud, aunque no es necesario que sea muy alto porque pasan la mayor parte de su vida en el suelo. Debes introducir una guarida o incorporar algún tipo de vegetación bajo la que se pueda esconder, preferiblemente sin altura.

El sustrato ideal es la arena, pero venden muchas bases más cómodas de limpiar en las tiendas especializadas que harán la misma función. Alguna decoración de vegetación le ayudará a quitarse del cuerpo las mudas de piel y aportará estética y cobijo al terrario.

Respecto a la iluminación, el gecko leopardo no es un lagarto que necesite rayos ultravioleta, por lo que no es muy importante mucha iluminación diurna. La que sí es esencial es la nocturna, por el mero hecho de que es cuando realiza la mayor parte de su actividad. La luz que debe emitir la bombilla nocturna debe emular la de la luna, tenue y fría. Así el gecko se sentirá cómodo.

La temperatura óptima es de 28 grados, pero puede oscilar entre 24 y 32 grados sin problema y el gecko lo soportará. Lo ideal es colocar la fuente de calor en un lateral del terrario para que se diferencien claramente dos zonas con diferente temperatura y sea el propio animal el que escoja el punto exacto que necesita en cada momento.

Con estos consejos, tu gecko leopardo disfrutará de una vida plena y sin sobresaltos, cosa que los reptiles odian. Además, podrás disfrutar de un precioso animal que no va a emitir ni un solo ruido.