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Diferencias entre gato persa y gato de Angora

Estos felinos presentan características muy distintas; desde su nariz, cabeza, orejas, tamaño y pelaje

Gato persa y gato de Angora

Ambos tienen un origen muy cercano (actuales Irán y Turquía), aunque se trata de dos razas completamente distintas que suelen confundirse. En este artículo te contamos cuáles son las diferencias entre gato persa y gato de Angora.

¿Qué diferencias hay entre gato persa y gato de Angora?

Son dos razas bastante populares, elegidas por su belleza y su elegancia. Sin embargo, hay muchas más diferencias entre gato persa y gato de Angora de lo que creemos, tanto a nivel físico como de comportamiento:

1. Nariz

Esta es una de las diferencias más notables entre las dos razas. Los gatos persa presentan una nariz completamente achatada –ese además es su rasgo característico– mientras que los de Angora la tienen igual que otros gatos, más alargada.

2. Cabeza y orejas

Los gatos persa tienen orejas y cabeza más redondeadas, en comparación con el aspecto alargado de los de Angora. Además, en el rostro de los primeros es más habitual ver ‘manchas’ a los costados de los ojos debido a un lagrimeo abundante típico de la raza.

3. Tamaño

Otra de las diferencias entre gato persa y gato de Angora más notables. Aunque podamos encontrar ejemplares pequeños, lo cierto es que los iraníes son más grandes que los turcos: siete y seis kilos, respectivamente.

Gato de Angora

A su vez, la complexión de estas razas es muy diferente. Los persas son más robustos que los de Angora, quienes se caracterizan por tener un cuerpo alargado, esbelto y musculoso. Los primeros miden entre 40 y 50 centímetros y los segundos entre 20 y 25.

4. Pelaje

Nos referimos a la cantidad de pelo que tiene cada uno. Los gatos persa son más peludos y ‘esponjosos’, mientras que los de Angora cuentan con pelaje más corto y ‘pegado’ al cuerpo. Por lo tanto, este último es más fácil de mantener ya que requiere menos cuidados y cepillados diarios, además no pierde tanto pelo en la temporada de verano.

5. Actividad y ejercicio

En cuánto a su nivel de energía, los de Angora suelen ser mucho más activos. Les gusta mucho jugar solos, con otros gatos o con las personas. Los persas, en cambio, pueden ser algo perezosos a la hora de hacer ejercicio.

6. Carácter

Aquí no hay tantas diferencias entre gato persa y gato de Angora. Ambos son cariñosos, mansos y fieles a sus dueños. El primero puede ser algo ‘malhumorado’ y el segundo ‘arisco’ si se lo tiene en brazos demasiado tiempo.

Gato persa

El persa precisa continuamente sentirse el centro de atención, protegido y mimado. No se lleva muy bien con los niños. El de Angora no es muy sociable, pero si jugamos con ellos, no tendrán problema en hacer nuevas amistades.

7. Alimentación

Ya se ha dicho que los persa son perezosos. Este sedentarismo, sumado al hecho de que le encanta comer, puede convertirse en obesidad en poco tiempo. Presta atención a lo que ingiere y trata de que no se exceda con las proteínas y las grasas.

Por otro lado, si bien los de Angora son más enérgicos y pasan muchas horas jugando, también pueden sufrir sobrepeso si el alimento tiene muchas proteínas (que le encantan). Pero lo bueno es que con un poco de incentivo y juguetes nuevos, recuperará la figura en cuestión de días.

8. Salud

Debido a su fisonomía, el gato persa tiene úlceras en la piel alrededor de los ojos. Esto se debe a que sus lagrimales generan líquido casi continuamente. Las enfermedades respiratorias también son comunes por su nariz achatada. La mayoría de los ejemplares desarrollan enfermedad renal poliquística. Los machos también pueden sufrir cardiopatía hipertrófica.

En el caso de los gatos de Angora, sus patologías más frecuentes son sordera genética, rótula luxada y ataxia. Al igual que el persa, desarrolla cardiopatía hipertrófica.

Si querías saber las diferencias entre gato persa y gato de Angora, ahora ya conoces las características propias de cada raza. ¡Elige a tu próxima mascota!

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