Las hormonas sexuales son capaces de desencadenar un cambio en el comportamiento de todos los seres vivos que las presentan. Esto incluye a los caninos, quienes pueden llegar a descontrolarse y exhibir conductas inadecuadas o desagradables. Debido a esto, puede llegar a ser necesario conocer algunas estrategias que ayuden a controlar el apetito sexual del perro.
Por ejemplo, todos conocemos el efecto que produce una perra en celo en los machos que viven cerca de ella, o si se cruzan en la calle, etc. Cantidad de problemas y situaciones indeseadas pueden suscitarse. ¿Hay alguna forma de controlar el apetito sexual de nuestros canes?. Sigue leyendo este espacio y descubre varias maneras de mantener bajo control el apetito sexual del perro.
¿Por qué aparecen el apetito sexual en los perros?
La reproducción es un acto natural que se encuentra presente en la mayoría de las especies animales que existen en la Tierra. Dicho proceso se encarga de perpetuar los linajes, por lo que es un factor fundamental en la historia evolutiva del organismo. Por esta razón, el mecanismo biológico se ha vuelto tan complejo y ha desarrollado diversas estrategias para asegurar que suceda la reproducción.
En este contexto, el apetito sexual es una de las herramientas que usa el metabolismo para propiciar el apareamiento. De hecho, es capaz de cambiar el comportamiento normal del animal e incitarlo a que busque concretar su reproducción. Es por ello que puede llegar a ser difícil evitarlo o controlarlo, pues es como ir en contra de la naturaleza de la especie.
Para poder tener un efecto tan profundo en el organismo, el apetito sexual está mediado por distintas señales que son conocidas como hormonas y feromonas. Estas moléculas se pueden transmitir a través del aire (feromonas) e incitan las conductas de apareamiento.
El problema con los perros, es que la especie posee una gran sensibilidad olfativa, de manera que es sencillo desencadenar este comportamiento con poca señales (feromonas). Es por esta razón que el celo en las hembras desencadena varias situaciones incómodas referentes a su apetito sexual, incluso con canes que no han entrado en contacto directo con ellas.
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¿Es posible controlar el apetito sexual del perro?
A pesar de que es un proceso natural, el apetito sexual del perro se puede controlar en menor o mayor medida por medio de ciertas estrategias. Claro está, en algunos casos es imposible eliminarlo por completo, pero se pueden reducir bastante las situaciones incómodas derivadas de comportamientos inapropiados. Para ello, debes considerar los siguientes puntos:
1. Castración
Es una de las soluciones más recurridas. En ella, se extirpan los órganos sexuales, en donde se fabrican la testosterona y el estrógeno, causantes del instinto sexual en los perros. No obstante, después de llevarse a cabo, el can seguirá sintiéndose atraído por las hembras y por el olor que desprenden durante el celo. Solo que a diferencia de lo que sucedía antes, ahora el animal tendrá mucho menor vigor sexual, no dejará embarazada a ninguna y no tendrá quistes en sus testículos.
Para que este método consiga su efectividad, lo ideal es que se realice antes del año de edad, ya que en este tiempo el perro no ha tenido contacto con hembras y puede controlarse mejor.
2. La utilización de correa
El perro que sale al parque o a cualquier otro sitio debe estar sujeto con una correa, y solo en situaciones muy concretas lo soltaremos. El objetivo principal es que no vaya a salir corriendo detrás de alguna hembra. Si está suelto, la atracción será tan fuerte que puede no obedecer nuestras órdenes para que se detenga.
En otras palabras, es evitar de manera física que el can desencadene su apetito sexual. Sin embargo, es posible que esto conlleve algunas secuelas para su estabilidad mental, pues genera un sentimiento de insatisfacción y frustración con los que puede ser difícil de lidiar. Si la situación es exagerada y el perro no consigue corregir su comportamiento, lo mejor es buscar ayuda con un profesional.
3. Educación para evitar el apetito sexual excesivo
El perro debe estar educado en ciertos comportamientos. Un buen adiestramiento frente a algunos comandos es muy importante. Por ejemplo: quieto, stop, siéntate, vamos, ven. Aunque estos comandos no garantizan al cien por cien el control del can cuando hay cerca una hembra en celo, mitigarán su comportamiento.
Recuerda que el adiestramiento es la mejor forma de mantener en control al perro, ya que le genera un sentimiento de seguridad y tranquilidad. Por lo tanto, son menos propensos a desencadenar su apetito sexual de manera desenfrenada.
4. Cuidado con las feromonas
Las feromonas son moléculas volátiles que se dispersan con facilidad en el entorno. En el caso de los perros, dichas moléculas tienden a ser secretadas a través de la orina, pero después se liberan al aire y alcanzan a viajar una gran distancia en poco tiempo. Esta es la razón por la que incluso aunque no se encuentren en contacto, los machos pueden “olfatear” a las hembras y desencadenar su apetito sexual.
Aunque el olor de las feromonas que emiten las perras es el causante de que se alborote el deseo sexual de los perros, está comprobado que, a pesar de las ‘ganas’ por aparearse, un can, al igual que otros mamíferos, elige la hembra con la que quiere estar. Es decir, tiene sus propias preferencias. Aun así, es mejor tomarlo en consideración y ser consciente de que estas moléculas son bastante difíciles de evadir.
5. Evitar perras en celo y alterar el itinerario
Si hay confianza con los dueños de la perra que está en celo, es muy efectivo salir a una hora diferente, así como modificar el itinerario de nuestras salidas con el perro. Acudir a otros parques o cambiar el recorrido de paseo para no toparse con una hembra en celo es una forma de evitar escapadas y el nerviosismo del nuestro amigo.
6. Cuidado con la “adolescencia” de los cachorros
En el caso de los cachorros, cuando lleguen a la edad de pubertad, los propietarios tenemos que estar preparados, ya sean machos o hembra, porque el problema se genera en ambos casos. La mayoría de las camadas no deseadas se producen en la pubertad de los animales. En esta etapa, el deseo sexual puede ser tan acentuado que el cachorro será capaz de escaparse de su casa para saciar su deseo.
7. El momento de la monta: adiestramiento
La mayoría de los perros machos hacen el amago de “montar” la pieza o el brazo de sus dueños. En ese momento hay que adiestrar su comportamiento. Le gritaremos “no” y le aplicaremos alguna acción correctiva para que comprenda que su conducta no es adecuada. Recuerda, la corrección solo debe ser simbólica y nunca conllevar un daño físico para la mascota.
8. Ejercicios físicos
Si el animal está en un momento en que precisa de estímulos físicos, tenemos que asegurarnos de que haga bastante ejercicio. En general, esta práctica a diario moderará el apetito sexual de nuestro macho si está cerca de alguna hembra canina en celo.
9. Un chorro de agua oportuno
Además de en las piernas o brazos de su dueño, un cachorro que entra en la pubertad hará el amago de monta en determinados objetos, como cojines, almohadones, etc. En esas acciones, cuando se lance sobre el objeto, habrá que decirle “fuera”, e inmediatamente rociarle con un chorro de agua (utilizando una pistola de agua o un vaporizador).
La impresión recibida lo desconcertará y dejará su acción. Después mostraremos indiferencia por algunos minutos y pasado un tiempo jugaremos con él o le sacaremos de paseo para que satisfaga su necesidad de movimiento.
10. Medicamentos
No es saludable para nuestro perro intentar buscar alguna modalidad de medicamentos que reduzcan su apetito sexual. Si vemos que el problema es acentuado, lo mejor es la visita al veterinario para que recomiende un tratamiento adecuado. Es posible que se le receten fármacos para tranquilizar a la mascota y disminuir los problemas de conducta, pero necesita la supervisión de un profesional.
Como te podrás dar cuenta, es un poco complicado controlar el apetito sexual en el perro. Sin embargo, con un poco de empeño, dedicación y la ayuda de un veterinario (si es necesario), podrás corregir el comportamiento de tu mascota.
Bibliografía
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