El diamante mandarín (Taeniopygia guttata) es un ave del orden de las paseriformes, originaria de Australasia. Debido a sus bellos colores, carácter activo y facilidad de cría, este simpático pájaro se ha convertido en los últimos 100 años en una muy buena elección a la hora de adoptar un ave como mascota.
Aún así, estamos ante un animal con requerimientos que difieren bastante de los de un canario o un periquito. Por ello, si quieres hacerte con una pareja o un grupo de diamantes mandarines, debes tener ciertos conceptos claros. Aquí te los contamos todos.
Características y temperamento
Los diamantes mandarines son pájaros muy sociables, pues en la naturaleza se les puede observar formando bandadas de entre 25 y 100 individuos. Son animales muy bulliciosos y emiten cantos continuos con una tonalidad de tipo beep. Sus vocalizaciones son muy versátiles y los padres se las enseñan a su prole durante la edad temprana.
Cada diamante mandarín tiene su propio canto, pero los sonidos emitidos entre los miembros de una estirpe familiar se parecen bastante.
Desde luego, más allá de sus vocalizaciones y carácter social, lo que más caracteriza al diamante mandarín son sus impresionantes colores. Este pájaro se conoce como zebra finch en inglés, debido al patrón de rayas blancas y negras que presenta en su cuello. La gran macha naranja bajo su ojo también es característica.
Las hembras presentan colores mucho más apagados que los machos, fenómeno que se conoce como dimorfismo sexual. Además, estas no cantan, razón por la que es muy fácil distinguir a un ejemplar según su sexo.
Cuidados en cautiverio del diamante mandarín
Portales profesionales sin ánimos lucrativos como Animal Humane Society nos presentan algunos requerimientos de estos bellos pájaros. Entre esta fuente y otras muchas más, recopilamos información para que puedas hacerte con una pareja de diamantes mandarines y les otorgues los cuidados que necesitan.
La jaula
En general, se recomienda una jaula de 60 centímetros de alto por 40 centímetros de ancho y de largo para albergar a una pareja. Hay que tener en cuenta que estas aves forman vínculos fuertes y son monógamas, por lo que nunca se podrá tener a un individuo solo, ya que podría morir de tristeza y estrés.
Si decides ir a por un grupo, lo recomendable es adquirir seis ejemplares —tres parejas— y adecuar un voladero para ellos. En este caso, las dimensiones deben ser superiores a un metro, tanto de largo como de ancho. Hay que tener en cuenta que estas aves crían rápidamente, por lo que el número de integrantes del grupo puede aumentar con presteza.
La jaula, además, deberá contar con los siguientes accesorios:
- Una serie de perchas para que los animales puedan descansar. Hay que espaciarlas lo suficiente para que el pájaro pueda volar con libertada.
- Más de un comedero en caso de albergar un grupo.
- Una fuente calcio continua, como los huesos de sepia que se venden en las tiendas de animales.
- Nidos con material adecuado para la época de cría.
- Un tupper muy poco profundo en el suelo para que los pájaros se puedan bañar.
- Un sustrato formado por viruta o maíz orgánico, como los disponibles para canario. El papel de periódico está completamente desaconsejado, pues sus efluvios son tóxicos.
Alimentación
Los diamantes mandarines se alimentan de semillas, por lo que su dieta base se basará en mijo y otras mezclas para canarios. Es importante destacar que estas aves siempre tienen que tener acceso a comida debido a su rápido metabolismo: si están obesas es por falta de ejercicio, no por exceso de comida.
Existen dietas específicas para estas aves, las cuales siempre serán la opción más adecuada. Esta mezcla de granos se debe complementar con otros vegetales de forma esporádica. En las parejas reproductoras, los alimentos comerciales a base de huevo son esenciales, pues otorgarán a la hembra una energía esencial para la puesta de los huevos.
Consideraciones
Es esencial destacar que, por bellos y fáciles de cuidar que sean, estos pájaros son bastante ruidosos y requieren de limpiezas de la jaula continuas —mínimo una vez a la semana—. Además, las parejas crían tan bien que la sobrepoblación de la jaula es una amenaza real. Por ello, debes tener a gente dispuesta a adoptar a las crías que seguramente nazcan de tu colonia.
Como has podido ver, el diamante mandarín es una mascota ideal, pero requiere de ciertas consideraciones previas antes de ser adoptado. La cría puede suponer un verdadero problema a largo plazo, razón por la cual todo tutor debe estar preparado. Además, cabe recalcar que la vida de estos animales es corta, pues no suelen superar los cinco años.
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Zebra finch care, animal humane society. Recogido a 6 de noviembre en https://www.animalhumanesociety.org/adoption/zebra-finch-care