10 curiosidades de los milpiés

Las curiosidades de los milpiés son múltiples: desde su defensa a su capacidad de cuidar los ecosistemas, no te dejarán indiferente. ¿Quieres conocer 10 de ellas con nosotros?
10 curiosidades de los milpiés

Escrito por Samuel Sanchez

Última actualización: 25 octubre, 2022

Los milpiés son invertebrados fascinantes, aunque suelen causar rechazo por su cuerpo alargado y el desmesurado número de patas que poseen. Sacados de una obra de ciencia ficción, estos artrópodos detritívoros se encargan de mantener el ciclo de los suelos activo y poseen una serie de características biológicas increíbles. ¿Quieres conocer 10 curiosidades de los milpiés?

Aunque no lo parezca, los milpiés o diplópodos se presentan con muchísimas formas y colores que van más allá de un ser vivo alargado y negro. A continuación, te mostramos las adaptaciones de las especies más raras dentro de este grupo de invertebrados. No te lo pierdas.

1. Los milpiés engloban muchas especies

El término “milpiés” no hace referencia a una sola especie de artrópodo. En realidad, a nivel científico la clase Diplopoda engloba más de 12 000 especies, tal y como indica la Sociedad Entomológica Aragonesa (SEA). Vamos más allá, pues esta misma fuente estima que quedan 80 000 especies de milpiés pendientes de descripción. Solo en Europa existen 1500 tipos de diplópodos.

Estas más de 12 000 especies descritas se clasifican en 16 órdenes y 140 familias diferentes. Además, todas se encuentran dentro del subfilo Myriapoda. Comparten grupo con todos los ciempiés, aunque los milpiés suelen ser mucho más pacíficos y agradables que sus sanguinarios parientes.

2. Una variedad morfológica impresionante

Los milpiés se presentan en formas y tamaños muy diversos. Las especies más pequeñas miden unos 2 milímetros, mientras que las de mayor tamaño alcanzan una envergadura de más de 30 centímetros sin ningún problema. Su cuerpo está compuesto por segmentos repetitivos, fenómeno conocido como metamería. Pueden tener de 11 a más de 100 segmentos.

El cuerpo de los diplópodos está dividido en dos regiones o tagmas diferenciados: la cabeza y el tronco. La cabeza está protegida por una cápsula cefálica y cuenta con varios órganos sensoriales, como un par de antenas y unos ocelos u ojos simples. Por su parte, el tronco es duro y calcificado y posee una longitud y número de patas muy variable entre especies.

Un milpiés en la arena.

3. Curiosidades de los milpiés:  una distribución universal

Los milpiés se encuentran en todos los continentes del mundo exceptuando la Antártida. Al ser animales ectotermos, no son capaces de regular su propia temperatura y dependen del ambiente para realizar sus funciones vitales. Por ello, no pueden habitar entornos extremadamente fríos. Aun así, se llegan a encontrar en lugares como Rusia, Noruega e Islandia.

La mayoría de diplópodos se asocian a ecosistemas forestales, específicamente a entornos húmedos y con muy poca luz. En zonas templadas y con mucha vegetación, con suelos llenos de materia orgánica en descomposición, se pueden encontrar hasta 1000 ejemplares por metro cuadrado.

4. Existen muchos tipos de milpiés

Los milpiés son animales eminentemente detritívoros, pues se alimentan de madera en descomposición, hojas caídas y restos de materia orgánica presentes en los suelos. A pesar de sus hábitos comunes, se pueden dividir en 5 categorías según su ecología. Estas son las siguientes:

  • Excavadores: son alargados, cilíndricos y con muchos segmentos en su tronco. Como su propio nombre indica, estos milpiés se han especializado en excavar y se abren paso gracias a su potente cabeza.
  • Tipo-cuña: estas especies muestran expansiones en los segmentos, a modo de “faldas” o “punteaduras”. Esto les otorga una forma muy atípica.
  • Barrenadores: son más elásticos que el resto de milpiés, pues sus segmentos no están soldados entre ellos. Parecen gusanos aplanados.
  • Rodadores: como los bichos bola, pueden enrollarse sobre sí mismos para protegerse. Los gloméridos son el claro ejemplo de ello.
  • Especies de la corteza: son milpiés de pequeño tamaño y habitan en las hendiduras de las cortezas de los árboles.
Una de las curiosidades del milpiés es la variedad de formas en las que se presenta.
Un milpiés tipo-cuña.

5. Sus métodos de defensa son sorprendentes

Una de las curiosidades de los milpiés es que se pueden defender de varias formas. Tal y como explican estudios, poseen unos ozoporos que comunican las glándulas secretoras del cuerpo con el ambiente externo. Algunos de estos animales secretan cianuro de hidrógeno por los ozoporos, el cual es letal para otros artrópodos e incluso para pequeños vertebrados.

Sus colores apagados también ayudan a los milpiés a mimetizarse con el entorno a la perfección. 

6. La dieta de los milpiés es esencial para los ecosistemas

¿Sabías que una sola especie de milpiés puede llegar a consumir el 10-11 % de todo el vegetal en descomposición de un ecosistema? Estos invertebrados ingieren la materia orgánica muerta y la excretan en forma de heces compactas o pellets. Con este sencillo acto, facilitan mucho su utilización por los descomponedores, como bacterias y hongos.

Por desgracia, algunas de las especies de milpiés se alimentan de plantas vivas y pueden convertirse en verdaderas plagas de cultivos. Ommatoiulus moreleti es uno de los diplópodos que se han convertido en invasores y es bastante problemático para el ser humano.

Se estima que, en su conjunto, los milpiés consumen más del 30 % de la biomasa en descomposición de los bosques en un año.

7. Curiosidades de los milpiés: ¿tienen verdaderamente 1000 patas?

Otra curiosidad poco esperable de los milpiés es que ninguno posee 1000 patas, a pesar de su nombre común. La mayoría presentan entre 30 y 400 extremidades, aunque la especie Illacme plenipes se lleva el récord, con un máximo de 750. Los gloméridos representan la parte contraria del espectro, pues tienen entre 17 y 19 pares de patas solamente.

8. Algunos milpiés parecen bichos bola

Aunque ya hayamos nombrado a este grupo varias veces a lo largo del espacio, los gloméridos merecen una mención especial. El orden Glomerida se desmarca del resto de parientes por su tamaño achatado y su cuerpo ovalado, muy parecido al de un isópodo o bicho bola. De todas formas, no hay que confundirlos: los isópodos son crustáceos, no miriápodos.

Los gloméridos engloban a 30 géneros y casi 300 especies diferentes de milpiés. Su capacidad de hacerse bola los hace famosos y cada vez se pueden encontrar más en el hobby de las mascotas exóticas.

9. Los milpiés y los ciempiés no son lo mismo

Aunque ambos son miriápodos, los milpiés y los ciempiés tienen muchas diferencias. Además de poseer menos segmentos como regla general, los ciempiés son venenosos, tienen unas mandíbulas muy prominentes y ocupan el papel ecológico de depredadores. Si coges a un ciempiés con la mano, lo más probable es que te lleves una dolorosísima sorpresa.

Los ciempiés solo tienen un par de patas por segmento. Por otro lado, los milpiés muestran más.

10. Unos animales que viven en paz con el ser humano

En general, los milpiés no se consideran problemáticos para la sociedad humana, a diferencia de muchos insectos (por su capacidad de generar plagas). Estos invertebrados no muerden y sus secreciones resultan inofensivas para nuestra especie. Además, varias especies se han instaurado como mascotas exóticas por la facilidad de sus cuidados y cría.

Un milpiés.

Las curiosidades de los milpiés son múltiples, pues este grupo de artrópodos lleva siglos especializándose en sus ambientes y ha evolucionado según las imposiciones de los ecosistemas. Si te encuentras uno de estos simpáticos invertebrados en tu jardín, no temas: solo limpiará tus suelos y los mantendrá abonados.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Introducción a la Clase Diplopoda. Órdenes Polyxenida, Polyzoniida, Platydesmida y Siphonocryptida, Sociedad Entomológica Aragonesa. Recogido a 31 de julio en http://sea-entomologia.org/IDE@/revista_23.pdf
  • Shear, W. A. (2015). The chemical defenses of millipedes (Diplopoda): biochemistry, physiology and ecology. Biochemical Systematics and Ecology, 61, 78-117.
  • Mauriès, J. P. (2005). Essai de classification des Glomerida (Diplopoda), et description de deux nouveaux genres du nord-ouest de la péninsule Ibérique. Arthropoda Selecta. Русский артроподологический журнал, 14(3), 241-249.
  • Golovatch, S. I., Mikhaljova, E. V., & Chang, H. W. (2010). Pill-millipedes (Glomerida, Diplopoda) in Taiwan. Zootaxa, 2477(1), 1-20.
  • Enghoff, H. (1992). The size of a millipede. Berichte der naturhistorisch-medizinischen Vereins Innsbruck, Supplement, 10, 47-56.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.