7 curiosidades de la langosta egipcia
La langosta egipcia, o también conocida como la langosta mediterránea, es uno de los saltamontes más grandes que existen en Europa. A pesar de su tamaño y de que se alimenta de las plantas, no suele representar un peligro para la mayoría de los cultivos. Aun así, la langosta egipcia resguarda varias curiosidades detrás de su aspecto inofensivo.
El nombre científico de esta especie es Anacridium aegyptium. Pertenece a la familia Acrididae, en la cual se agrupan las tucuras, los saltamontes y los chapulines. Todos estos organismos comparten la peculiar capacidad de saltar alto gracias a sus patas musculosas. Sigue leyendo este espacio y descubre algunas curiosidades más acerca de la langosta egipcia.
¿Cómo es la langosta egipcia?
La langosta egipcia es un invertebrado que se caracteriza por presentar un cuerpo alargado y adaptado al vuelo. Por lo común, comparten la misma fisiología típica de los saltamontes o los chapulines, con la gran diferencia de que su tamaño es más grande y su parte posterior más alargada.
Estos invertebrados se caracterizan por exhibir un par de patas traseras musculosas y ostentosas, además de dos pares de alas. Gracias a ellas, puede dar saltos de gran altura y desplazarse con facilidad en la tierra, aunque también es bastante hábil para volar.
En general, el cuerpo de la langosta egipcia alcanza una longitud de hasta 7 centímetros. Exhibe coloraciones grises, marrones o verde oliva, con tonalidades azules y anaranjadas en algunas secciones de sus patas. Asimismo, luce unos ojos peculiares con rayas verticales de color negro y blanco, lo cual es un rasgo distintivo de esta especie.
Datos poco conocidos de la langosta egipcia
A pesar de que la langosta egipcia es una especie de relativa frecuencia en su zona de distribución, resguarda varios datos poco conocidos sobre su biología. A continuación, se listan algunas de las curiosidades más interesantes de la langosta egipcia.
1. Su cola sirve como ovipositor
La forma alargada de su cuerpo le sirve a la langosta para poder poner sus huevos en el suelo. Debido a que su parte posterior es alargada y cilíndrica, lo único que tiene que hacer es insertarla en el sustrato e inyectar los huevos. De esta manera, esconden a su progenie y los protegen de posibles depredadores.
2. Una hembra de langosta egipcia puede poner hasta 2000 huevos en toda su vida
Las hembras de esta especie ponen entre 65 y 140 huevos por nido, lo que da como resultado un total de hasta 2000 huevos en toda su vida. Si se toma en cuenta que la longevidad de estos insectos es bastante reducida, esto significa que la especie tiene una alta tasa de natalidad.
3. No todos los ejemplares pueden volar
Aunque las langostas son conocidas por su capacidad para volar, no todos los ejemplares pueden hacerlo. Las alas de la langosta egipcia solo se vuelven útiles hasta que alcanza su talla adulta. Por lo tanto, tardan alrededor de 107 días para comenzar a volar, aunque poco tiempo después mueren por culpa de su edad.
4. No tienden a ser gregarios
Una de las curiosidades más importantes que presenta y la razón por la que no afecta tanto a los cultivos, es su tendencia a ser solitaria. Gracias a esto, a pesar de que se encuentren presentes en una zona de cultivo, la cantidad de ejemplares es mínima y el daño que ocasionan es reducido.
5. Es capaz de pasar por una diapausa reproductiva
Las condiciones ambientales son cruciales para la reproducción de la langosta egipcia. Esta es la razón por la que, en algunos casos, los ejemplares emplean una estrategia conocida como diapausa reproductiva. Durante este proceso, reducen su cortejo hasta que las condiciones de su entorno sean óptimas, lo cual puede tardar algunos días o incluso meses.
6. No pasan por metamorfismo
La mayoría de los invertebrados populares suelen pasar por varias fases de vida como larva, pupa y adulto. En cada una de ellas, los individuos tienen un aspecto predefinido que es bastante diferente al de su etapa adulta, así que utilizan la metamorfosis para cambiar su apariencia. No obstante, en el caso de la langosta egipcia, sus crías son idénticas a los adultos (pero más pequeñas), por lo que no necesita de la metamorfosis.
7. Es capaz de afectar ciertos cultivos de cítricos
Es conocido que la langosta egipcia no es una especie que cause problemas en los cultivos. De hecho, aunque se alimenta de plantas, la baja densidad de sus poblaciones impide que existan pérdidas económicas importantes. El único problema es que en la actualidad, bajo ciertas condiciones, algunas plantaciones de uvas y cítricos se han vuelto susceptibles a ser infestadas por esta langosta.
Claro está, las afectaciones que provoca esta especie no suelen ser tan significativas, pero parece que la frecuencia de estas infestaciones aumenta con el tiempo. Por ello, algunos gobiernos han puesto advertencias y recomendaciones para saber cómo tratar con esta langosta.
Como se puede observar, la langosta egipcia es una especie que resguarda varias curiosidades sobre su historia natural. Es más, a pesar de ser considerada inofensiva, es probable que en el futuro se vuelva una especie plaga de gran importancia. Aun así, es muy pronto para sacar conclusiones, pues faltan más estudios que sustenten o desmientan el peligro potencial que representa.
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