Cuidados para perros sin bazo

La esperanza vital de los perros sin bazo se encuentra entre 10 y 12 años. En contraparte, el promedio de vida de los canes que tienen problemas de bazo y no se lo extirpan se calcula entre 3 y 6 meses.
Cuidados para perros sin bazo
Cesar Paul Gonzalez Gonzalez

Escrito y verificado por el biólogo Cesar Paul Gonzalez Gonzalez.

Última actualización: 07 noviembre, 2021

El bazo es un órgano importante para el metabolismo del perro, pues de este depende la filtración de la sangre y parte de la respuesta inmunitaria del cuerpo. Aunque tiene un rol clave dentro del organismo, este órgano suele ser extirpado para evitar complicaciones derivadas de algunas enfermedades. Los perros pueden llegar a vivir sin su bazo de forma normal, pero con algunas precauciones y cuidados extra.

En general, las patologías que afectan el bazo de los perros son bastante frecuentes y en la mayoría de los casos es necesaria una intervención quirúrgica. Sigue leyendo y conoce cuáles son los cuidados necesarios para un perro sin bazo.

¿Por qué se extirpa el bazo en los perros?

El bazo puede ser afectado por diferentes tipos de enfermedades esplénicas, las cuales provocan el crecimiento y la deformación del órgano. Dichas afectaciones ocasionan que esta estructura comience a comprimir a otros órganos, lo que genera una serie de molestias leves en primera instancia. Si esto continúa se puede generar una hemorragia interna que pone en riesgo la vida de la mascota.

Esto se debe a que el bazo también sirve como un reservorio de sangre para el cuerpo, lo cual lo transforma en una bomba de tiempo que puede ocasionar serios problemas si estalla. Por esta razón, la mejor opción es la extirpación parcial o total de este órgano ante cualquier patología que lo comprometa, pues en caso contrario se podría ocasionar la muerte de la mascota.

Las enfermedades esplénicas se catalogan en 2 variantes: la esplenomegalia difusa y la esplenomegalia nodular. La primera hace referencia a un aumento uniforme del tamaño del bazo, lo que suele ser producto de una obstrucción o una infección. La segunda indica la presencia de masas anormales (tumores), que pueden ser más graves por la capacidad de desarrollar metástasis.

Un perro blanco enfermo en el veterinario, un ejemplo de neosporosis canina.

¿Qué es la esplenectomía en perros?

La esplenectomía es el proceso quirúrgico por el cual se retira el bazo de forma total o parcial. Por lo normal, la extirpación del órgano no causa ningún tipo de afectación grave a los caninos. Sin embargo algunos especialistas prefieren evitar la pérdida completa del bazo, pues de esta forma se mantienen ciertas de sus funciones. Esta última opción solo puede ser tomada en ciertos casos concretos.

Por su parte, la esplenectomía parcial se utiliza cuando solo una porción del órgano se encuentra afectada. En estos casos se extrae la parte lesionada y se liga la región restante para que el bazo continúe haciendo su trabajo después de la recuperación. El único requisito que se tiene que cumplir para realizar esta técnica es que las lesiones sean de tipo benigno, lo cual excluye a cualquier cáncer.

En contraparte, la esplenectomía total se realiza para retirar todo el órgano y los nódulos extra que pudiera tener. La mayoría de los casos se suelen tratar con esta técnica, pues es la que menos riesgos conlleva y permite una solución concisa para los problemas del bazo. Este procedimiento se utiliza mucho en bazos con tumores, torsiones esplénicas, enfermedades autoinmunitarias y traumas severos.

¿Cómo se diagnostica?

Los diagnósticos de las enfermedades esplénicas se realizan por medio de chequeo físico, pues esto permite detectar inflamación y masas abdominales en la mascota. Para confirmar el cuadro, se puede recurrir a la toma de radiografías que demuestren la presencia de anormalidades en el bazo. De hecho, también es posible detectar estos problemas a través de una evaluación ecográfica o una ultrasonografía.

Aunado a lo anterior, el veterinario puede complementar el diagnóstico con análisis sanguíneos para buscar la posible causa de esta patología. Esto es esencial en el caso de infecciones, abscesos o cuadros clínicos autoinmunitarios, pero solo cuando los resultados visuales no son tan concluyentes. En el caso de las neoplasias, es posible que se realicen biopsias para saber si son malignas o benignas.

Cuidados antes y después de la operación

Antes de la operación se debe tranquilizar a la mascota, por lo que las caricias serán muy benéficas para el perro. Recuerda que los cuidados previos a la cirugía se basan en estabilizar la salud del can, de modo que el veterinario puede recetar antibióticos, analgésicos o antiinflamatorios. Con esto se pretende que la intervención no tenga complicaciones, aunque en algunos casos no es necesario.

Al finalizar la operación, el profesional puede mandar una serie de tratamientos ambulatorios para evitar problemas a largo plazo. Para ello se necesita que el veterinario valore el historial de la mascota, ya que debe tomar en cuenta la patología del bazo y las enfermedades preexistentes en el can. También se recomienda reposo y el uso de collar isabelino para evitar que muerda las suturas de la intervención.

Finalmente, el veterinario valorará cuanto tiempo debe quedarse el can en observación, pues se deben evitar las complicaciones en su totalidad. Además, si la operación necesitó de transfusiones sanguíneas es normal que se quede más tiempo internado para asegurar su salud. Por lo general, un perro suele recuperarse por completo en apenas 2 semanas.

Cuidados para los perros sin bazo

Los perros a los que se les extrae el bazo pueden llevar una vida común, pues su cuerpo no se ve tan afectado por la pérdida de este órgano. De cualquier modo, siempre es bueno estar atento de su salud, ya que al no tener una de sus líneas de defensa es probable que sean más susceptibles a las enfermedades. Algunos consejos para que tu perro se mantenga sano son los siguientes:

  • Ejercicio y buena alimentación: la actividad física y una buena dieta siempre son la forma perfecta para mejorar su sistema inmunitario.
  • Radiografías o exámenes ecográficos: en algunos casos (neoplasia) es necesario monitorear los órganos después de la cirugía para comprobar que todo vaya bien. En un principio estos exámenes son frecuentes, pero conforme pase el tiempo pueden llevarse a cabo entre 2 y 3 veces al año.
  • Visitas recurrentes al veterinario: tener visitas para revisión general van a ser una constante en la vida del can. Se deben incluir exámenes de sangre y valoraciones físicas. Ten en cuenta que has de mantener al día su carnet de vacunación y llevarlo a desparasitar cada 3 o 6 meses.
Un perro pequeño enfermo.

Como te podrás dar cuenta, la vida de un perro sin bazo es completamente igual a la de cualquier otro. De hecho, en algunos casos tampoco es bueno darles suplementos extra para su salud, pues solo el veterinario podrá indicarte si son necesarios. Bajo la atención profesional y los cuidados adecuados, la pérdida del bazo no afecta mucho en el modo de vida de este cariñoso compañero.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • de Merlo, E. M. M., IGNACIO, J., DÍAZ, C., & OBERHUBER, Y. P. N. (2009). Enfermedad esplénica nodular: Diagnóstico diferencial. Profesión veterinaria, 16(72), 11-17.
  • Bretón Jaimes, J. J. (2021). Revisión monográfica de las patologías presentes en bazo de caninos y felinos diagnosticados por radiografía y ecografía durante un periodo comprendido entre 2012 y 2020 (Doctoral dissertation, Universidad Cooperativa de Colombia, Facultad de Ciencias Económicas, Administrativas y Contables, Medicina Veterinaría y Zootecnia, Bucaramanga).
  • O'brien, D., Moore, P. F., Vernau, W., Peauroi, J. R., Rebhun, R. B., Rodriguez Jr, C. O., & Skorupski, K. A. (2013). Clinical characteristics and outcome in dogs with splenic marginal zone lymphoma. Journal of veterinary internal medicine, 27(4), 949-954.
  • Johnson, K. A., Powers, B. E., Withrow, S. J., Sheetz, M. J., Curtis, C. R., & Wrigley, R. H. (1989). Splenomegaly in dogs: predictors of neoplasia and survival after splenectomy. Journal of veterinary internal medicine, 3(3), 160-166.
  • Finkelstein Hetzel, A. (2012). Enfermedades de resolución quirúrgica y técnicas operatorias del bazo en el perro. (Tesis de Grado) Universidad de Chile. Chile
  • Vargas Viveros, P., Hurtado Monroy, R., & Villalobos Alva, J. Á. (2013). Esplenomegalia. Revista de la Facultad de Medicina (México), 56(2), 37-45.
  • Medrano Canales, Á. E. (2016). Principios de cirugía en tejidos blandos: Abordajes quirúrgicos y perioperatorios en el Hospital Veterinario Ciudad Mascota, Celaya, Guanajuato, México. (Tesis de Grado) Universidad Nacional Costa Rica.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.