Cristales en la orina de perros: síntomas, tipos y tratamiento

Los cristales en la orina de los perros surgen con más frecuencia de lo que se piensa. A veces, una buena dieta bastará para disolverlos, pero en casos más avanzados o dependiendo del tipo de cristal, será necesaria una intervención quirúrgica para extraerlos.
Cristales en la orina de perros: síntomas, tipos y tratamiento
Samuel Sanchez

Revisado y aprobado por el biólogo Samuel Sanchez.

Última actualización: 08 febrero, 2022

Una de las afecciones urinarias más frecuentes que pueden aparecer en los perros son los cristales en su aparato genitourinario. Se puede decir que los cristales en la orina de perros se forman, habitualmente, por un exceso de minerales en el líquido de desecho que no pueden ser expulsados de manera correcta del organismo.

Al no ser disueltos y expulsados, esos minerales o sustancias ser irán conglomerando, por lo que forman así pequeños cristales que pueden crecer en tamaño con el tiempo. Todo ello trae consecuencias negativas para la salud del can.

Estos cristales, al igual que sucede en el caso de los humanos, pueden ser de diferentes tipos y verse manifestados a través de diversos síntomas. Por esa razón, lo ideal es prestar atención a las señales indicativas de la presencia de cristales en el perro y así poder acudir a tiempo a un especialista. Solo un veterinario recomendará el tratamiento adecuado en cada caso.

Síntomas de los cristales en la orina de perros

Los cristales urinarios (urolitos) suelen alojarse en un pequeño porcentaje en la uretra, aunque la mayoría están en la vejiga —donde provocan daños superficiales—. Por ello, uno de los síntomas más comunes es la presencia de sangre en la orina, lo que se conoce como hematuria.

Además de este signo clínico tan preocupante, otro síntoma común es la obstrucción provocada por la formación de cálculos derivados de los cristales. Todo esto puede complicarle mucho al perro el orinar y, en los casos más graves, impedírselo del todo.

Sin llegar a los niveles de obstrucción, también es síntoma de la presencia de cristales en la orina de perros el orinar con mucha frecuencia pero en pequeñas cantidades, las pérdidas de orina, los quejidos de dolor al miccionar o ver cómo el can adopta la postura para hacerlo, pero sin lograrlo.

Por último, hay casos en los que los cristales afectan a los riñones, perjudicando en mayor medida su salud. Por ello, el perro sufrirá vómitos, falta de apetito y se mostrará muy apático. En definitiva, lo importante que debes tener en cuenta es que cualquiera de los síntomas mencionados es motivo de consulta veterinaria.

Un perro hace pis en el parque.

¿Cómo diagnosticas los cristales en la orina de perros?

Los profesionales veterinarios son los únicos capacitados para hacer un diagnóstico correcto de cristales en la orina canina. Para ello, llevarán a cabo diferentes pruebas. La primera de ellas consistirá en tomar una muestra de orina para examinarla.

Recoger dicha muestra puede ser una tarea que se le encargue al dueño del animal, para lo que empleará desde casa un vaso estéril destinado a ese uso. Si no, el propio veterinario extraerá la orina de la vejiga del perro directamente.

Gracias al análisis realizado a esa muestra, se podrá detectar la presencia de sangre o infecciones. Del mismo modo, los resultados del pH ayudarán a determinar qué tipo de cristal es el que se ha formado y si este cuadro ha dado origen a cálculos. Para confirmar esto último, serán necesarias otros tipos de pruebas, como pueden ser las ecografías y las radiografías.

Causantes de los cristales en la orina

La cistitis se encuentra entre las causas principales de la aparición de cristales en la orina de los perros. Además de esta infección de origen bacteriano de la vejiga, otra de las causas más habituales es una alimentación poco equilibrada. Es decir, cuando se ofrece al perro una comida baja en fibra y a la vez rica en proteínas y minerales.

Por otro lado, algunas enfermedades del metabolismo, así como el exceso de calcio en la sangre, pueden favorecer su formación. Es necesario destacar que hay cierta predisposición genética en algunas razas, como el yorkshire terrier, el labrador, el dálmata, el teckel, el caniche mini, el bulldog, el cocker spaniel o el golden, entre otros.

Aunque en menor media, la falta de hidratación del animal también puede llegar a ser un causante.

Tipos de cristales

En la orina de los perros se pueden formar diferentes tipos de cristales, de ahí que su diagnóstico y análisis correspondientes sean necesarios para determinar de cuál se trata en cada cuadro. Estos tipos de cristales se van a diferenciar por su tamaño, forma y coloración. Teniendo en cuenta esto, se pueden encontrar los siguientes:

  • Cristales de oxalato cálcico: aparecen por una sobresaturación de oxalato y de calcio.
  • Cristales de urato: aparecen en orinas neutras o ácidas, pues vienen del ácido úrico. En ocasiones, son reflejo de una enfermedad hepática o renal.
  • Cristales de estruvita: tienen forma rectangular y se dan por un exceso de magnesio, amoniaco y fosfato. Se relacionan con orinas alcalinas y son los más comunes.
  • Cristales de cistina: también están asociados a las orinas ácidas o neutras y son transparentes y hexagonales. Son menos habituales que los de estruvita, urato y oxalato cálcico.
  • Cristales de xantina: los cristales menos frecuentes canes, aunque de aparecer, lo suelen hacer en perros con leishmaniosis que han sido tratados durante un tiempo prolongado con alopurinol, ya que estas deposiciones surgen de la degradación de purinas.

Tratamiento de los cristales en la orina de perros

Para poder establecer un correcto tratamiento, primero se debe aclarar qué tipos de cristales son los que hay que tratar. Es un paso muy importante, pues de ello va a depender la recomendación veterinaria.

En el caso de cristales que se puedan disolver —como los de estruvita— se recetará la administración de fármacos que ayuden a su disolución. Sin embargo, esto no es efectivo con otros cristales, como los de oxalato cálcico.

En caso de tratarse de este último tipo de cristales, será necesaria una operación para extraerlos. Esta intervención se realiza, a su vez, cuando los cristales han dado lugar a cálculos urinarios (urolitiasis) y estos no pueden ser expulsados.

De manera complementaria, se aportará una dieta adecuada que equilibre el nivel de minerales en el organismo, además de fomentar la hidratación del perro. En este aspecto, hay que darle al can muchas posibilidades para orinar diariamente, por lo que las salidas a la calle para este fin deberán aumentar. Por último, si hay infección, se deberá tratar con antibióticos.

Dieta para perros con cristales en su orina

Como ya se ha indicado, una dieta adecuada para perros que tienen cristales urinarios ayudará a resolver el problema en algunos casos. Esto es específicamente válido cuando se traten de cristales de urato, estruvita o cistina, puesto que estos sí pueden llegar a disolverse —poniendo fin al problema—.

Dichas dietas se basan en un tipo de alimentación comercial que está concretamente formulada para paliar este problema, o incluso, prevenirlo. La recomendación de las dosis y la duración de su administración vendrán dadas por el profesional veterinario que haya analizado el caso del perro que se va a tratar.

Por otro lado, si lo que se le ofrece al perro es una alimentación natural y casera, habrá que tener en cuenta ciertas consideraciones. Por ejemplo, mientras que los vegetales y las proteínas del huevo pueden ser beneficiosas, comer vísceras no lo será si se trata de cristales de cistina o urato.

Quizás puede resultar complicado encontrar la dieta perfecta en estos casos si no se es un profesional de la materia. Por ello, lo adecuado en todos los casos es consultar la situación con un nutricionista canino.

La cistitis en perros es un evento común.

La hidratación es esencial

Por último, cabe resaltar que la hidratación constante es una parte muy importante de la dieta adecuada para perros con cristales en su orina. La ingesta de agua será de gran ayuda para reducir la formación de los cristales.

El cuenco de agua del animal debe estar lleno de agua en todo momento y a su disposición. Por último, si el can enfermo se alimenta solo de pienso, se puede combinar su dieta base con comida húmeda para perros. Con paciencia y la atención veterinaria adecuada, esta condición se puede abordar de forma exitosa.


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