El dolor en perros con cáncer avanza rápidamente y alcanza niveles muy intensos. Este hecho disminuye radicalmente la calidad de vida del animal, además de angustiar a sus propietarios.
Felizmente, la medicina veterinaria viene desarrollando maneras más eficaces para diagnosticar y controlar los efectos secundarios del tratamiento. A continuación, te contamos cómo reconocer y manejar el dolor en perros con cáncer.
El dolor en los procesos cancerígenos
Los dolores suelen progresivos en los procesos cancerígenos. En los humanos, solamente el 25% de los pacientes acusan haber experimentado dolor antes o durante el diagnóstico. Este número se eleva al 90% en los pacientes con cáncer avanzado o terminal.
Se explica por el dolor que se produce durante las diferentes etapas del tratamiento oncológico. Los pacientes con cáncer suelen experimentar intenso dolor agudo durante o después de las terapias de quimioterapia y radioterapia.
¿Cómo reconocer el dolor en perros con cáncer?
Diagnosticar, clasificar o medir el dolor es difícil en los humanos y se vuelve aún más complejo en los perros. Los animales poseen su propio lenguaje y otros códigos de conducta. Y no siempre somos capaces de traducir e interpretar fidedignamente lo que sienten, experimentan y expresan.
Para hablar del dolor en perros con cáncer hay que tener en consideración las posibles comparaciones con los humanos. Obviamente, habría que tener en cuenta la experiencia y las observaciones de la medicina veterinaria y sus avances en oncología animal.
Se sabe que cada perro experimenta el dolor de forma única, y la intensidad del dolor varía según el tipo de tumor y el organismo del animal. Los perros más viejos o inmunodeprimidos suelen experimentar los niveles de dolor más intensos.
Principales síntomas del dolor en perros con cáncer
- Cambios de comportamiento y conducta en su rutina.
- Cansancio, depresión o letargo.
- Dificultad para caminar, pararse o acostarse.
- Pérdida de apetito.
- Expresiones faciales alteradas.
- Conductas defensivas o reacción negativa al ser tocado.
- Aumento del ritmo respiratorio.
- Quejas, gruñidos y demás vocalizaciones.
- Pérdida del control sobre las vías urinarias y excretoras.
Tratamiento del dolor en perros con cáncer
El principal tratamiento consiste en combatir el avance del cáncer, para evitar en lo posible la metástasis; el perro es sometido a las terapias oncologías específicas (radioterapia, quimioterapia, cirugías, etc.).
Como hemos visto, estas mismas terapias suelen ocasionar muchísimo malestar al animal. El tratamiento adicional del dolor en perros con cáncer posibilita la disminución de este trance.
Los analgésicos no opioides y antiinflamatorios no esteroideos son la primera opción de tratamiento para dolores leves. Los analgésicos opiáceos leves, como la codeína, empiezan a ser administrados cuando la intensidad del dolor es moderada.
En casos más graves, cuando el dolor es muy intenso, pueden ser recetados analgésicos opiáceos fuertes, como la morfina.
Es importante recordar que el veterinario es el único profesional capacitado para recetar un tratamiento adecuado a cada animal.
Terapias alternativas y cuidados adicionales
Muchos métodos no farmacéuticos son capaces de aliviar el dolor en perros con cáncer y mejorar su calidad de vida. Pero no sustituyen la acción rápida de los analgésicos. Entre las terapias alternativas, podemos destacar la acupuntura, la aromaterapia, el reiki, los masajes y las técnicas de relajamiento.
También se recomienda utilizar objetos y accesorios para proporcionar mayor nivel de confort al animal. Una cama cómoda, aparatos para masajes, compresas, almohadas térmicas, etc.
Una buena alimentación, que puede ser complementada con suplementos dietéticos, es fundamental para fortalecer el sistema inmunológico del animal.
Además, como no podía ser de otra manera, el amor y la dedicación son elementos indispensables para la recuperación y alivio del dolor en perros con cáncer.
Alivio del dolor: experimentos con neurotoxina P-saporina
Recientes estudios demostraron la acción positiva de la neurotoxina P-saporina en el control del dolor en perros con cáncer. Su objetivo era analizar el comportamiento de dicha sustancia en el sistema nervioso de perros con cáncer de hueso.
Los experimentos fueron llevados a cabo en la Facultad de Medicina Veterinaria (EE. UU.). Participaron más de 70 perros mestizos y de razas definidas, incluyendo labrador, golden retriever, rottweiler y ovejero alemán.
La mitad de los participantes recibió inyecciones de la neurotoxina P-saporina (SP-sap) para complementar la atención veterinaria estándar. Mientras que la otra mitad actuó como grupo de control, recibiendo solamente cuidados veterinarios estándares.
Los perros que recibieron las inyecciones con esta sustancia respondieron positivamente después de tan solo seis semanas. No superaron el 5 o el 10% en la intensidad del dolor habitual en el grupo de control. Además, se mostraron más bien dispuestos y obtuvieron una notable mejoría en su cojera.
Los resultados renovaron las esperanzas también sobre su aplicación en la medicina humana. Este nuevo método para aliviar el dolor en perros con cáncer podría también ser efectivo en los seres humanos.