La tijereta, conocida también en el lenguaje común como cortapicha, cortatijera, tijerilla o cortacapote, se caracteriza por los apéndices móviles que tiene al final de su abdomen, parecidos a una tijera. Como ves, sus apodos son bastante gráficos.
Además, se trata de un insecto cosmopolita, muy fácil de encontrar en jardines, campo y ciudades, por lo que es bastante conocido entre la población. Aun así, raramente se escucha algo sobre la tijereta que no tenga que ver con su carácter de plaga o de controlador de las mismas. Más allá de este debate, aquí encontrarás una ficha completa de su biología, así que no te pierdas nada: se trata de un animal de lo más interesante.
Taxonomía y características
La tijereta recibe el nombre científico de Forficula auricularia y es una especie de insecto dermáptero (orden de insectos caracterizados, precisamente, por la pinza de su abdomen) de la familia de los forficúlidos. Aunque existen unas 70 especies dentro de esta familia taxonómica, en este artículo nos centraremos solo en la mencionada.
Sin embargo, existe algo curioso en cuanto a la clasificación de las tijeretas. En 2020, un artículo reveló que se tratan de especies crípticas, es decir, que su ADN difiere entre varias especies que tienen el mismo aspecto. Dichos estudios genéticos indicaron que lo que se conocía como Forficula auricularia es, al menos, un complejo de 4 especies morfológicamente casi idénticas: Forficula aeolica, Forficula mediterranea, Forficula dentata y Forficula auricularia.
Si se excluyen las pinzas, el cuerpo de la tijereta mide entre 10 y 15 milímetros y es aplanado y flexible. Presenta dimorfismo sexual claramente identificable, ya que las pinzas de los machos son curvas y son más grandes que las de las hembras, que tienen forma recta. Además, ellos poseen 10 segmentos en el abdomen y las hembras solo 8.
Aunque muy rara vez se las ve volando, se trata de una especie alada.
Hábitat de la tijereta
Esta especie está ampliamente distribuida por Asia occidental, Europa y el norte de África. Aunque es nativa de estas 3 regiones, a principios del siglo XX se introdujo también en el continente americano y en Australia.
Sus hábitats de referencia también son muy diversos. Es fácil de encontrar en jardines, bajo la corteza de árboles vivos o en troncos muertos, bajo las piedras y un largo etcétera de lugares sombríos y húmedos. Es una especie cosmopolita bien conocida, sobre todo, en los climas con pocas fluctuaciones de temperatura, como la zona templada de Europa.
Alimentación
Se trata de un insecto omnívoro que se alimenta, sobre todo, de plantas de su entorno. No obstante, también actúa como un organismo limpiador, ya que puede consumir materia en descomposición, tanto vegetal como animal.
Aquí es donde nace la polémica acerca de su carácter de plaga o de controladora de las mismas. La tijereta, cuando se reproduce sin control en un lugar como un cultivo, puede llegar a arrasar, pues suele preferir los brotes para alimentarse y es capaz de volar hasta las plantas más altas. No obstante, también se la utiliza para terminar con las plagas de pulgones, pues también los cazan para alimentarse.
Comportamiento de la tijereta
Se trata de un insecto de hábitos nocturnos que descansa en lugares oscuros y húmedos durante las horas de luz. Es curioso observar cómo pueden vivir tanto en solitario como en colonias, ocurriendo lo primero solamente cuando las hembras se apartan durante la temporada de apareamiento.
Su forma de comunicación principal es mediante estímulos químicos. Las adultas liberan feromonas para encontrarse durante la temporada de apareamiento, que se reciben gracias a los quimiorreceptores presentes en las antenas. También poseen ojos compuestos y pelillos en las antenas que les proporcionan información táctil.
Las pinzas también sirven para comunicarse, ya sea dentro del apareamiento o como forma de amenaza.
Reproducción
La época de reproducción de la tijereta comienza en septiembre, momento en el que las parejas se encuentran bajo tierra para procrear. Los machos agitan sus pinzas para cortejar a la hembra, acariciándola con ellas y tratando de agarrarla. La fecundación de los huevos tiene lugar en el interior de la hembra. En ocasiones puede aparecer otro macho durante el cortejo, y entonces ambos luchan por la hembra usando sus pinzas.
A finales de invierno, con la primavera entrando, las hembras ponen de 30 a 55 huevos en una madriguera excavada en el suelo. Se trata de una especie que brinda cuidados a los huevos y a las crías hasta que estas son independientes a los 2 meses de edad. Las ninfas, en su primer estado, son alimentadas por la madre, pero en el segundo estadio ya son capaces de salir a buscar su propia comida.
Se ha descubierto que las hembras cuidan también de los huevos abandonados de otras de su especie.
¿Conocías estos detalles de la tijereta? Pocas veces se les presta atención a animales tan pequeños si no es para decidir si merecen vivir cerca de nosotros o no. Sin embargo, se trata de un miembro muy importante de los ecosistemas que habita, por lo que el respeto a su vida debería ser siempre la prioridad.
Bibliografía
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- González-Miguéns, R., Muñoz-Nozal, E., Jiménez-Ruiz, Y., Mas-Peinado, P., Ghanavi, H. R., & García-París, M. (2020). Speciation patterns in the Forficula auricularia species complex: cryptic and not so cryptic taxa across the western Palaearctic region. Zoological Journal of the Linnean Society, 190(3), 788-823.
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