¿Los gatos se están convirtiendo en una plaga?
El debate ético que genera el impacto del ser humano sobre el resto de especies es amplio e interminable. Uno de los aspectos en discusión más extendidos es el de las especies invasoras, ya que algunas de ellas comienzan a tener un efecto serio sobre los ecosistemas. En el caso que nos ocupa, algunos datos señalan que los gatos se están convirtiendo en una plaga.
Al igual que ocurre en países como España (donde las cotorras monje han ocupado gran parte del territorio de otras aves), en otras regiones se vive una situación similar. Uno de los casos discutidos en la actualidad es el de Australia, donde se ha comenzado una cruzada contra los gatos. Aquí encontrarás una revisión sobre las diferentes posturas acerca de este hecho y las soluciones aportadas.
¿Qué es una plaga?
Decir que “algo es una plaga” es una expresión común, tanto que en ocasiones se pierde la perspectiva real de lo que ello implica. Por tanto, es necesario recordar la definición concreta de la palabra plaga: es simplemente cualquier ser vivo que resulta perjudicial para otro ser vivo.
Como ves, se trata de un concepto vago si se quiere aplicar a la realidad. Tradicionalmente se consideraba plaga a cualquier animal o vegetal que destruyera los cultivos, es decir, que perjudicara al ser humano. No obstante, con el avance de la ciencia y el pensamiento colectivo se ha llegado a aplicar este concepto a una especie que tiene un impacto negativo sobre el ecosistema en el que vive.
El término plaga se utiliza a día de hoy en un ámbito más ecosistémico que ecológico.
¿Los gatos se están convirtiendo en una plaga?
En el caso concreto de los gatos, esta especie se está convirtiendo en un problema en algunas regiones debido a su alta eficacia como cazadora. El ejemplo más claro se puede ver en Australia, donde se estima que los gatos salvajes matan 75 millones de animales nativos cada noche, incluidos pájaros, ranas, pequeños mamíferos y reptiles.
Los gatos llegaron a Australia en 1788 junto con los primeros navíos de ingleses que desembarcaron en Sídney con intenciones colonizadoras. A partir de ese momento, las poblaciones de estos félidos se asentaron a lo largo de los años, poniendo en jaque a las especies autóctonas.
Las presas individuales tienen entre 20 y 200 veces más probabilidades de encontrarse con gatos salvajes que con otras especies de depredadores.
En Estados Unidos se vive una situación similar. En este país, los gatos domésticos en libertad matan de 1300 a 4000 millones de aves y de 6300 a 22 300 millones de mamíferos al año. Las poblaciones de felinos que viven en libertad o semilibertad son las responsables de la mayor parte de estas cacerías.
Soluciones al impacto de los gatos en las poblaciones nativas
¿Qué hacer cuando los gatos se están convirtiendo en una plaga? La única forma de aliviar el impacto que tienen sobre los ecosistemas es reducir el número de individuos. Por desgracia, la mayoría de organismos equiparan esta acción a terminar con la vida de los animales.
En 2015, el gobierno australiano anunció que tenía la intención de matar a más de 2 millones de gatos salvajes para el año 2020 mediante disparos, trampas y envenenamientos. Incluso, se ofreció una recompensa por cuero cabelludo de gato en algunas zonas. Esto, como puedes imaginar, levantó miles de voces humanas en contra, pues se trata de un método cruel e inefectivo.
Los gatos salvajes desconfían de los humanos y, por lo tanto, puede ser difícil acertar un tiro mortal, lo que a menudo resulta en lesiones no letales y una muerte lenta y agonizante.
Para evitar estas medidas se han propuesto otras más compasivas, como el tratamiento con anticonceptivos en colonias felinas. No obstante, la que más fuerza está cobrando en los últimos años es el método CES: Captura, Esterilización y Suelta. Se trata de un programa que permite el control de la natalidad de las colonias al mismo tiempo que se asegura la vida y la salud de los felinos salvajes.
¿Qué puedo hacer cuando los gatos se están convirtiendo en una plaga?
Aunque la responsabilidad última de trazar un plan de control de poblaciones es de los organismos gubernamentales, cada humano individual tiene poder para influir positivamente en la solución de problemas. Alguna de las medidas que puedes adoptar son estas:
- Adopta, no compres: el negocio de la venta de gatos no hace más que aumentar el número de estos animales en las calles. Adoptando un felino, en realidad salvas a 2: al que se va tu casa y al que entra al refugio en su lugar.
- No dejes que tu gato salga a la calle: además de los peligros que ello supone para el animal, no podrás controlar que cace cuando está fuera (y lo hará aunque no tenga hambre, pues es su instinto).
- Esteriliza a tu gato: esto evitará que se reproduzca en caso de escape o que otros gatos salvajes visiten la casa.
- Colabora con cuidadores de colonias y refugios: estas asociaciones de personas se dedican a garantizar la supervivencia y el bienestar de los gatos, pero también al control de las poblaciones, generalmente con el método CES. No suelen recibir ningún tipo de apoyo gubernamental o subvención, por lo que tu ayuda será incalculable para ellos.
- Presiona hacia arriba: existen muchas formas de activismo, aunque una de las más importantes es la que se centra en presionar a los organismos responsables para que pongan en marcha medidas éticas y eficaces con respecto a las poblaciones de seres vivos.
Los gatos son animales adorados por los humanos, pero no hay que perder de vista a la responsabilidad que conlleva su tenencia. Estos animales no pueden pagar por el error de aquellos que los sacaron de su hogar y los soltaron en un lugar extraño en el que han tenido que sobrevivir.
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