El olm, también conocido como “pez humano”, es una especie de anfibio troglobio, es decir, que vive exclusivamente en cuevas o cavernas. Pertenece a la a la familia Proteidae y es el único ejemplar de su género taxonómico Proteus.
Se lo reconoce principalmente por sus increíbles capacidades de orientación a pesar de no contar con un sistema visual desarrollado. De igual manera, posee diferentes características físicas y comportamentales propias de un animal de ciencia ficción. Continúa leyendo estas líneas y descubre todo lo relacionado a esta magnífica salamandra.
El pez humano
Este pequeño anfibio de 30 centímetros de longitud posee un cuerpo alargado y cilíndrico que se asemeja al de una serpiente. No obstante, a diferencia de estas, el olm posee cuatro extremidades delgadas y pequeñas que le ayudan a desplazarse en su entorno. Cuenta además con una cola corta, lateralmente aplanada y rodeada por una aleta delgada. Su cabeza es periforme y su hocico aplanado posee dientes diminutos que forman un tamiz para retener presas o partículas grandes en su boca.
Por otra parte, el olm respira a través de dos branquias en forma de plumas que salen lateralmente de su cabeza, las cuales son de un color rojo intenso por su numerosa vascularización.
Es conocido como el “pez humano” pues su piel carece del pigmento riboflavina, el cual se encarga de producir el color amarillo, blanco o rosado en este tipo de animales. Por ende, el color de su piel es similar a la de las personas de raza blanca, e incluso, sus órganos internos pueden ser vistos a través de la piel del abdomen.
Un animal multisensorial
Al habitar en la total oscuridad que ofrecen las cuevas europeas, el olm ha perdido por completo su capacidad visual. No obstante, ante esta carencia, la evolución le ha permitido desarrollar y agudizar otros órganos sensoriales como el olfato, el oído, la electrosensibilidad e incluso la orientación mediante la detección de los campos magnéticos de la tierra.
Por ejemplo, la parte delantera de su cabeza aloja receptores químicos, mecánicos y eléctricos que le permiten detectar concentraciones muy bajas de compuestos orgánicos en el agua. Además, el epitelio nasal es mucho más grueso que el de otros anfibios. Por ende, estos animales son mejores detectando a una presa o cambios en la composición del agua mediante el olfato que cualquier otro animal acuático de sus mismas características.
En cuanto a su oído, de acuerdo con varias investigaciones, el olm tiene la capacidad de detectar los sonidos que generan las ondas del agua, así como las vibraciones de la tierra. Su sensibilidad auditiva se encuentra entre los 10 y los 15 000 hertzios.
El olm, un anfibio cavernícola
A el olm se lo encuentra en las cuevas de roca caliza kárstica de algunas zonas de Eslovenia, Italia, Croacia, Bosnia y Herzegovina. Habita en entornos subterráneos que se mantienen entre los 5 y 15 grados centígrados de temperatura. Es un animal depredador que se alimenta de gusanos, insectos, larvas y caracoles.
Algo bastante curioso respecto a estos animales es que, si llegase a escasear el alimento, tienen la capacidad de aguantar hasta seis años sin comer. Durante este período, el olm entra en un estado de reposo, adquiriendo los nutrientes necesarios para su supervivencia de sus propios tejidos. Gracias a este fenómeno de la naturaleza, el olm puede llegar a tener hasta 70 años de vida.
La salamandra inmóvil
De acuerdo con un artículo científico publicado en la revista Journal of Zoology, esta salamandra puede permanecer inmóvil durante décadas. Y es que según este documento, en el cual se analizó el comportamiento de varios olms en su hábitat natural, la mayoría de estos animales solo se movió un promedio de 10 metros en un período de 8 años. Incluso, se logró determinar que un ejemplar no se había desplazado ni un centímetro en 2569 días.
Aparentemente, al tener una fuente de alimento tan reducida, el olm solo utiliza sus energías con la finalidad de aparearse. Por ende, estos anfibios, aunque son bastante longevos, solo se aparean una o dos veces cada década.
En términos reproductivos, estos animales alcanzan su madurez sexual solo hasta los 14 años de edad. Una vez se presenta el apareamiento, la hembra tiene dos opciones. Por un lado, puede colocar entre 30 a 70 huevos entre las rocas subterráneas, de los cuales eclosionaran crías de 12 centímetros. Por otra parte, la hembra puede retener los huevos en su interior hasta formar dos pequeños olms, los cuales nacen con su desarrollo completo.
Sin lugar a duda, el olm es un anfibio con características únicas y sorprendentes. Sin embargo, por la contaminación de las fuentes hídricas, su población se ha mermado durante los últimos años. Recordemos cuidar nuestro medio ambiente, pues influiremos de manera positiva en la conservación de nuestra maravillosa fauna.
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Balázs G, Lewarne B, Herczeg G. Extreme site fidelity of the olm (Proteus anguinus) revealed by a long-term capture–mark–recapture study. Journal of Zoology. 2020;311(2):99-105.
- Tesařová M, Mancini L. Living in darkness: Exploring adaptation of Proteus anguinus in 3 dimensions by X-ray imaging. 2022;11.
- Kostanjšek R, Diderichsen B, Recknagel H, Gunde-Cimerman N, Gostinčar C, Fan G, et al. Toward the massive genome of Proteus anguinus-illuminating longevity, regeneration, convergent evolution, and metabolic disorders. Annals of the New York Academy of Sciences. 2022;1507(1):5-11.
- Holtze S, Lukač M, Cizelj I, Mutschmann F, Szentiks CA, Jelić D, et al. Monitoring health and reproductive status of olms (Proteus anguinus) by ultrasound. PloS one. 2017;12(8):e0182209.