Los gatos persas poseen unos rasgos que los hacen singularmente únicos y bellos. Rostros amplios, narices chatas y un pelaje largo y abundante son algunas características físicas inconfundibles.
Por sus singularidades, conforman una de las razas de gatos más conocidas del mundo. A continuación, veremos algunas señas distintivas de estos felinos sobre su comportamiento, costumbres y alimentación.
Oriundos de Oriente Medio, los gatos persas llegaron a Europa en el siglo XVII gracias al contrabando de joyas y especias. Después de conquistar todo reino que encontraban a su paso, se trasladaron a América, a mediados del XIX.
El gesto adusto de los rostros de estos gatos, hace pensar en un mal carácter en estos felinos. Sin embargo, una vez que se los conoce, la opinión cambia rotundamente.
Características típicas de los gatos persas
Son robustos, en parte debido a la espesura del pelaje; su peso aproximado ronda los cuatro y siete kilos, con medidas de hasta 55 centímetros. Una de sus particularidades es que, al tener patas cortas, provoca una sensación de lentitud el verlo andar.
A pesar de la sensación de que parecen animales lentos y pesados, igual que los gatos de Angora, el persa suele ser un hábil cazador cuando llega la oportunidad.
El maravilloso comportamiento de los gatos persas
Los gatos persas son buenos compañeros domésticos. Lejos de tener un instinto aventurero, prefieren pasar las horas recostados en los sillones, sillas y alfombras de la casa. Por lo general, estos felinos son muy sociables con los seres humanos, otros gatos y perros, y es que muestran un carácter dulce y amistoso.
En apartamentos y hogares sin acceso a los paseos desmesurados, estos animales no se muestran ansiosos ni molestos. Al contrario, su instinto de caza y de romance se mantiene siempre dispuesto.
Los gatos persas están acostumbrados a ser halagados por su pelaje. En el imaginario de los reinos de Oriente estos animales eran vinculados a la grandeza, la riqueza y la aristocracia.
Lo mismo ocurrió en Inglaterra respecto del halago, donde la propia reina Victoria fue una declarada admiradora de los gatos persas. Su pelaje suave y su aplomo amoroso infunden a sus amos una grata sensación de amistad y sosiego.
De la misma forma en que los humanos adoptan animales, los gatos persas tienden a escoger un humano preferido entre quienes le rodean. Quizá el escogido sea aquél que le proporcione suficientes halagos, caricias y miradas.
Estos felinos son especialmente vanidosos, pero también muy inteligentes. Los juegos en los que puede probar su astucia les atraen especialmente; esto siempre que puedan recibir caricias y elogios como recompensa.
Aunque no son tan independientes como suelen ser la mayoría de los felinos domésticos, los gatos persas pueden pasar un día entero en silencio. Su forma de maullar es suave y lo emplea solo en ocasiones necesarias.
Por lo general, este gato elegirá algunos puntos de la casa como preferidos y en ellos transcurrirán sus horas. Sin embargo, será feliz si en la casa hay niños para jugar con él que lo cuiden, respeten, y mimen como se merece.
Resumiendo, las principales características del comportamiento de los gatos persas son:
- Tranquilos: su tendencia es quedarse descansando todo el día.
- Sociables y amistosos: les gusta pasar tiempo con otros gatos, perros, adultos y niños.
- Observadores: desde el trono, adoran mirar y escuchar lo que hacen ‘sus humanos’.
- Vanidosos: les gusta mucho recibir halagos.
- Inteligentes: se apasionan por los juegos donde desplegar su astucia.
Cuidados especiales de los gatos persas
Si bien el promedio de vida de los gatos persas es de hasta 15 años, es preciso cuidarlos con esmero para que lleguen a la vejez con buena salud. En primer lugar, hay que cuidar y regular su alimentación; en estado doméstico, tienen altas probabilidades de padecer obesidad por su tendencia sedentaria.
Otro dato a tener en cuenta es que los gatos persas de pelaje azul son propensos al riñón poliquístico. Con tratamiento adecuado, su calidad de vida no necesariamente se verá deteriorada. Por su parte, la variedad denominada peke-face, de cara extremadamente plana, puede padecer obstrucción de lagrimales.
En cuanto al cuidado del pelo de los gatos persas, lo ideal será un cepillado periódico para mantenerlo suave y brillante. También se recomienda llevarlo a peluquerías especializadas al menos dos veces al año.
En definitiva, cada animal que acompañe la vida doméstica tendrá algo maravilloso para brindar. En el caso de los gatos persas, el cuidado especial es ínfimo en comparación con la presencia cariñosa e inteligente de estos felinos.