Nos llama mucho la atención la capacidad que tienen algunas especies para poder sobrevivir en hábitats tan inhóspitos como el desierto. A pesar de lo que podemos pensar, la fauna en la península arábiga está formada por decenas de animales. Te contamos sobre algunas de ellas en este artículo.
¿Cómo es la fauna en la península arábiga?
Este área situada al noreste de África y suroeste de Asia, comprendida por países de religión musulmana y bordeada por los golfos Pérsico y de Adén, y los mares Rojo y Arábigo, tiene un clima mayormente desértico. La fauna en la península arábiga está compuesta por varios mamíferos, aves y reptiles, entre los cuales destacamos:
1. Caballo
Conocido por su belleza, su resistencia y su inteligencia, el caballo árabe –foto que abre este artículo– es una de las razas de equinos más famosas a nivel mundial. Además, se trata de uno de los caballos más antiguos, ya que hay evidencias sobre su existencia desde hace 4 500 años.
Utilizados primero por los nómades beduinos, tienen una buena relación con las personas, aprenden rápido y son respetuosos con sus dueños. Sin embargo, también tienen un carácter fuerte y mantienen el estado de alerta continuamente.
Pueden ser de varios colores –aunque los más bonitos son completamente negros– y siempre tienen la cola en alto. El caballo árabe está dentro de las razas de sangre caliente por ser refinados y fuertes.
2. Órix
Este mamífero de la familia de los bóvidos es el más pequeño de todos ellos y el más amenazado. Este rumiante, que forma parte de la fauna en la península arábiga, también se lo puede encontrar en el Sinaí, aunque debido a la caza y las guerras su población ha disminuido bastante.
Su cuerpo es de color blanco a excepción de las patas, los laterales de la cara y los cuernos, que son oscuros. A diferencia de otras especies, ambos sexos de órix árabe presentan cuernos, los cuales son anillados, rectos, largos y terminados en punta; los usan para defenderse.
Se alimenta de frutos y bulbos y, como sucede con los camellos, puede pasar semanas sin beber agua. La época de reproducción tiene lugar entre los meses de mayo y diciembre, y en cada camada solo tienen una cría, la cual a las 10 semanas ya deja de alimentarse de leche materna.
3. Camello
Este dromedario no podía faltar en una lista de animales arábigos. Presenta una sola joroba, su pelaje es corto y su cuerpo es menos robusto que la especie más famosa del desierto, el camelus ferus.
El camello árabe tiene patas largas y delgadas, con rodillas y tobillos callosos para resistir el ardor y el calor de la arena; sus pestañas finas y largas evitan que ingrese arena en las tormentas o por los fuertes vientos y su joroba acumula grasa –no agua como se cree– para nutrirse durante varios días.
4. Avutarda
Este ave es una de las que forma parte de la fauna en la península arábiga y también se la puede encontrar en el centro de África o Sahel. Su amplia distribución ha evitado, hasta el momento, considerarse en peligro o vulnerable. Sin embargo, su población ha descendido bastante en los últimos tiempos debido a la caza y la destrucción de su hábitat.
La avutarda árabe presenta dimorfismo sexual tanto en tamaño como en peso, pero no así en plumaje y coloración. Los machos pesan unos 11 kilos y miden casi un metro; las hembras no superan los siete kilos y los 70 centímetros.
Las plumas superiores son pardas y las inferiores blancas, la cabeza presenta un penacho negro y su cuello es gris. Se alimenta de larvas y artrópodos, los cuales captura con su largo y filoso pico. En apariencia, la avutarda es como un avestruz de menor tamaño.
5. Varano
Este reptil escamoso vive no solo en Arabia, sino también en el sur de Asia y el norte de África. Se alimenta tanto de vertebrados como de invertebrados: roedores, pájaros, anfibios, reptiles pequeños, huevos, insectos, arañas, ciempiés y escorpiones.
Su cuerpo es de color marrón, gris y amarillo, y puede medir un metro de largo, aunque su longitud puede cambiar según la época del año. Atraviesan diversos periodos de muda durante su vida, y al tener sangre fría pasan horas tumbados al sol.