Cáncer de colon en perros: causas y síntomas

Las causas exactas del cáncer de colon en perros no se conocen actualmente, pero hay varios factores que pueden predisponer a padecerlo

Perro con cáncer en el veterinario

El cáncer de colon en perros comienza con la formación de pólipos o tumores benignos, llamados adenomas, que invaden una zona del colon. La progresión normal de estos tumores es el desarrollo del cáncer. Por esta razón, cuando se detectan, lo más habitual es extirparlos de forma quirúrgica.

Los tumores en el intestino grueso del perro aparecen sobre todo en la parte distal del colon y el recto; pueden ser de tipo benigno o maligno. La mayoría de los pólipos caninos son benignos, aunque la aparición de adenomas en el intestino grueso pueden predisponer a la aparición del cáncer de colon.

Síntomas del cáncer de colon en perros

Normalmente, se necesitan una serie de pruebas para llegar a detectar este tipo de cáncer porque el animal puede encontrarse anímicamente bien y tener una vida normal quitando los problemas digestivos.

Los síntomas, según lo avanzada que esté la enfermedad, suelen ser defecaciones y diarreas muy frecuentes acompañadas de sangre y moco, además de vómitos, pérdida del apetito y dolor abdominal. En consecuencia, el animal adelgaza progresivamente con el paso del tiempo y puede tener problemas de digestión.

Perro con cáncer en el veterinario

¿Cómo se detecta?

Si el perro se encuentra aparentemente bien, el veterinario tendrá que realizar desde pruebas más generales como una exploración, hasta pruebas algo más invasivas como la endoscopia.

  • Una analítica sanguínea para comprobar si los parámetros sanguíneos son correctos y está afectando a más órganos del sistema digestivo. Es normal ver signos de anemia en los casos de cáncer de colon en perros, que puede corregirse con tratamiento.
  • Un análisis de las heces, para descartar la presencia de parásitos como giardias que puedan estar provocando esas diarreas tan frecuentes o la aparición de sangre en las heces.
  • Ecografía de abdomen. Se utiliza para ver los órganos internos en el abdomen como los riñones, bazo, hígado, vejiga, próstata… La ecografía del tracto intestinal puede detectar pequeñas masas que se formen sobre la pared del órgano y puede ser complicada si hay muchos gases en el digestivo, de ahí que a veces se complemente con otras pruebas.
  • Radiografías de tórax y abdomen, para buscar alteraciones en los órganos o cuerpos extraños que puedan obstruir parte del intestino.
  • Endoscopia digestiva completa. Es una prueba algo más invasiva que las anteriores, pero igualmente es una técnica segura y la mejor forma de visualizar y recoger muestras de tejido; la endoscopia digestiva es la más frecuente. Para ello, es necesario anestesiar al animal.
  • Biopsia del tejido intestinal. Normalmente, los aparatos de endoscopia tienen incorporadas unas pinzas de biopsia para recoger muestras de tejidos o extraer cuerpos extraños; incluso algunos aparatos disponen de asas para extirpar pequeños pólipos.

Una vez se obtengan las muestras del tejido que se sospecha canceroso, un laboratorio especialista hará un análisis detallado que el veterinario en la clínica podrá interpretarnos y, a partir de este, valorar la evolución de la enfermedad y encontrar la solución más segura para la mascota.

Ecografía a una perra

¿Qué causa el cáncer de colon en perros?

La causa de los tumores intestinales no se conoce del todo. Algunos factores que predisponen a padecer este tipo de cáncer en perros son la dieta y las enfermedades inflamatorias intestinales crónicas, como la colitis o la gastritis.

Como prevención, se recomienda ofrecer una alimentación de calidad al perro, sobre todo si suele tener de forma habitual problemas de digestión. Ya existen piensos de alta digestibilidad para ayudar con estos problemas.

Se ha observado que los perros mayores a los seis años tienen una mayor probabilidad de presentar este tipo de cáncer. Además, los machos suelen ser mucho más susceptibles que las hembras.

Pronóstico

El pronóstico para el cáncer de colon en los perros es reservado, ya que depende demasiado de la gravedad y el momento de la detección. En el mejor de los casos, los canes tienen que someterse a una cirugía invasiva para extraer las masas o pólipos de su sistema digestivo. Aunque en ciertos casos es posible que se necesiten extraer partes completas del intestino.

A pesar de que la cirugía pueda ser exitosa, no asegura que el cáncer será eliminado por completo. Por si fuera poco, este tipo de tumores tiende a crecer con bastante rapidez, de manera que es difícil detectar una reincidencia a tiempo.

Es por esta razón que es muy importante seguir una vigilancia en el veterinario y acudir si observamos problemas digestivos o una pérdida de peso notable en nuestro animal. Detectar este tipo de patologías a tiempo a veces es vital para que el profesional veterinario pueda ofrecernos un pronóstico favorable.

Bibliografía

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