Una de las preocupaciones más comunes cuando se adopta un cachorro es que debido a su salud, todavía no puede salir a la calle. Mucha gente se plantea qué hacer con un cachorro que todavía no puede salir de casa. Otros postergan enseñarle a hacer sus necesidades en un sitio concreto o manejar la correa, pero no es necesario.
Calendario de vacunas y el período de socialización
Los cachorros normalmente se adoptan entre las ocho y las nueve semanas de vida, porque son más independientes de sus madres y, aunque muchos todavía son lactantes, también comen otra clase de alimentos. Sin embargo, todavía no están preparados para salir a la calle porque no tienen completo el calendario de vacunación.
Depende de cada veterinario y la normativa del país, pero normalmente la última vacuna que le impide salir a la calle se le da a las 12 semanas de vida. Nos encontramos, por lo tanto, con un mes entero en el que el cachorro todavía no puede salir de casa.
Por otro lado, el cachorro se encuentra en la mejor época de su vida para aprender. Está en pleno período crítico de socialización, es decir, la época en la que aprende a relacionarse con su entorno y con otros perros. Esta etapa abarca de las 3 a las 14 semanas, más o menos.
Por eso, podemos y debemos ir enseñándole al cachorro qué se encontrará fuera de casa aunque todavía no pueda salir. Aquí te aportamos unas cuantas ideas.
Empezar a preparar el paseo
Todavía no puede salir a la calle, pero eso no es impedimento para que aprenda a llevar arnés e incluso a caminar con correa. Si la primera vez que lleva un arnés puesto es la primera ocasión que se enfrenta a la calle puede encontrarse con más estímulos de los que pueda manejar.
Aunque no vayáis a salir a la calle, enséñale a llevar un arnés puesto. Empieza por colocárselo unos pocos minutos al día e incitarle a hacer otras cosas, como jugar o comer, de manera que vea que llevar el arnés es normal. Así no lo relacionará con la excitación de la calle ni se lo tomará como un castigo.
También puede ser buena idea, después de que el arnés sea habitual para él, enseñarle a llevar una correa. Las primeras veces que vaya atado será incapaz de caminar y no sabrá caminar sin tirar: es el momento perfecto, por casa, para enseñarle a caminar sin dar tirones.
Aprender las órdenes básicas
Debido a que su cerebro, como el de los niños, es como una esponja, es un momento perfecto para enseñarle las órdenes básicas. Le bastará con unas pocas repeticiones para entender las órdenes: aunque las más comunes es enseñarle a sentarse o tumbarse, las más útiles cuando salgáis a la calle será la llamada y a soltar lo que tenga en la boca.
Recuerda que su cuerpo es muy joven todavía y con unas pocas repeticiones sus articulaciones empiezan a doler. También recuerda usar el refuerzo positivo para acelerar el aprendizaje y disfrazar la disciplina en forma de juego.
Presentar nuevos estímulos
Si tienes un cachorro que todavía no puede salir de casa a descubrir las novedades, las novedades pueden acudir a él. Preséntale gente nueva, de diferentes edades y aspectos.
Es un buen momento para hacer un par de llamadas y convencer a los abuelos o a los nietos de haceros una visita. Conocer gente de diferentes edades a las que tiene en casa es fundamental para cuando se las encuentre en la calle.
Incluso si conoces algún perro adulto equilibrado, sano y con sus vacunas al día, puedes invitarle a casa. Hay aprendizajes que solo pueden darse entre perros, como las presentaciones y los juegos.
Puedes llevar estas presentaciones más allá: déjale que conozca gatos, pájaros u otros animales. Déjale conocer diferentes ruidos, golpes y músicas, y aunque todavía es muy joven para poder quedarse solo en casa, practíca que se quede solo haciendo cosas en una habitación diferente a la que estás tú.
Recuerda que todos los estímulos y personas nuevas deben ser manejables para él. Empieza con poca intensidad o poco rato. Déjale descansar entre un estímulo y otro; y si en algún momento es demasiado para él y se quiere ir, permíteselo. Este aprendizaje debe ser positivo, no obligatorio o agobiante.
Los primeros paseos
Cuando el veterinario diga que ya ha terminado con sus vacunas y puede salir a la calle, también has de hacerlo poco a poco. La calle es un sitio muy diferente a la casa, donde hay muchos estímulos nuevos a los que prestar atención.
Durante los primeros paseos no sabrá que ahí puede hacer sus necesidades y quizás ni siquiera quiera caminar. Haz varios paseos al día pero muy cortos: durante la primera semana, con diez minutos es más que suficiente. No le fuerces a hacer nada que no quiera y deja que explore a su antojo.
Los cachorros son muy inteligentes y están ávidos de aprender. No hay por qué desaprovechar el gran momento que está viviendo un cachorro que todavía no puede salir de casa: hay muchísimas cosas que puede aprender y experimentar dentro del hogar.
Bibliografía
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- Entendiendo la Importancia del Aprendizaje y la Socialización Temprana. Recuperado el 19 de febrero de 2022, disponible en: https://amaltea.fmvz.unam.mx/ETOLOGIA/TEMAS/Entendiendo%20la%20importancia%20del%20aprendizaje%20y%20la%20socializacion%20temprana.pdf