Caballo tarpán: origen y características

Si quieres conocer a este équido cara a cara, lamentablemente no podrías hacerlo. El caballo tarpán es una raza salvaje extinta que habitó en los bosques y estepas de Europa hasta el siglo XIX. Se especula que podría ser el antepasado de los caballos modernos que hoy se conocen en el continente europeo.

También se sabe que los équidos poblaban este continente hace ya más de 20 000 años (casi 40 000) gracias a las pinturas rupestres del norte de España y el sur de Francia. El tarpán fue utilizado por todos los pueblos del este del Mediterráneo, desde las tribus celtas hasta los griegos, y en este artículo puedes conocerlo mejor.

Orígenes del caballo tarpán

El caballo tarpán es una raza de equino ya extinta. Se especula que es el antepasado directo de las razas más ligeras conocidas hoy en día, pero no quedaron restos que se pudieran estudiar para confirmarlo. El caballo que más parecido guarda con el tarpán es el Przewalski, una raza euroasiática más pequeña y robusta que el caballo doméstico.

Esta raza era casi imposible de domar. Los ganaderos que vivían cerca de estos caballos los perseguían y los mataban, pues arrasaban con los cultivos y muchas veces atraían a las yeguas domésticas, haciéndolas escapar de sus amos. Esta persecución terminó con el último caballo tarpán en 1879, mientras que en 1887 falleció el último de los que quedaban en cautividad.

El caballo tarpán fue descrito por primera vez por el naturalista y químico alemán Johann Friedrich Gmelin en 1769, pero no le dio un nombre científico. Tras mucha discusión se acordó llamarlo Equus ferus ferus.

La reconstrucción de la raza

Tras su extinción, varias personas trataron de “reconstruir” esta raza, realizando cruces de caballos domésticos con salvajes hasta conseguir un aspecto similar al del tarpán. En 1936, Tadeusz Vetulani dio origen a la raza konik polski, muy similar en apariencia a los tarpanes originales, salvo por la crin en forma de cepillo y las marcas cebradas de las patas.

Los hermanos Heck también trataron de recrear la especie en el zoológico de Múnich. A esta raza artificial se la llamó “caballo de Heck” y hoy en día todavía se encuentran ejemplares vivientes.

Características del caballo tarpán

El caballo tarpán era de pequeña estatura, unos 136 centímetros hasta la cruz y unos 150 de longitud. Su cabeza era gruesa y su cuello, corto y recto. El pelaje se presentaba grueso y fuerte, ondulado, más largo en invierno y de un marrón claro. Las piernas, la crin y la cola eran más oscuras que el resto del cuerpo, con marcas cebraicas en las patas y una raya dorsal (señales habituales en las razas primitivas).

Las descripciones físicas del tarpán varían según la zona y el investigador, pues había multitud de híbridos en la naturaleza gracias a los caballos domésticos que escapaban y se reproducían con ellos.

Originalmente, el caballo tarpán habitaba toda Europa del Este y lo que ahora es la parte europea de Rusia. Después se fue extendiendo hacia la estepa forestal de Siberia occidental y Kazajistán, llegando hasta la Ucrania moderna en el siglo XIX, así como a Polonia, Belarús y Lituania.

Al igual que otros caballos salvajes, el tarpán habitaba zonas boscosas, praderas de matorral bajo, planicies y estepas. En estos nichos podía alimentarse de la materia vegetal que necesitaba y correr a lugares seguros en caso de ataque.

Tipos de tarpanes

Las diferentes condiciones ambientales a las que se enfrentaba el tarpán en su extensa área de distribución dieron lugar a dos variantes de la raza: la esteparia y la de zonas boscosas. Más adelante puedes conocer sus características.

El tarpán de las estepas

El tarpán de las estepas habitaba en la Rusia meridional, tanto en planicies como en bosques claros y abiertos. Su pelaje tenía una tonalidad grisácea en todo su espectro, en algunos casos con tintes amarillentos. Una gran línea negra recorría su lomo y las patas eran oscuras.

La crin de la variante esteparia, pequeña y muy abundante, era parecida a las crestas de las cebras. Poseía un perfil cóncavo y una cabeza pesada, con orejas alargadas y ojos relativamente pequeños respecto al tamaño de la cabeza. La altura media de su cruz era de 130 centímetros.

Este equino estaba adaptado a sobrevivir en climas extremos, con temperaturas por debajo de los 20 grados en verano, gracias a su pelaje espeso y a su gran resistencia física. Pasaba hasta 12 horas pastando, desplazándose para encontrar las mejores hierbas cerca de zonas húmedas.

El lugar donde se dice que existía el mayor número de tarpanes era el distrito ruso de Taúrida. Aquí, entre 1851 y 1866, los últimos tarpanes de las estepas murieron a manos de cazadores y campesinos de la zona.

El tarpán forestal

Esta variante del caballo tarpán habitaba los bosques de latitudes más occidentales en Europa Central, en especial en Polonia y Alemania. Se extinguió a principios del siglo XX, concretamente en 1919, cuando se entregaron los últimos ejemplares cautivos a los ganaderos. Por ello, la genética del tarpán se diluyó en la del konik, la raza de caballo doméstica de aquel entonces.

A mediados del siglo XIX, el tarpán forestal ya estaba extinto en la naturaleza gracias a la caza indiscriminada.

Se postula que el tarpán forestal es el antecesor de varias razas pequeñas de équidos actuales, como los ponis konik, exmoor y dülmen. También se han encontrado vestigios genéticos en otras razas que viven en semilibertad en Centroeuropa. A día de hoy, estas razas están siendo usadas para terminar la tarea de crear un caballo fenotípicamente idéntico al tarpán.

La imagen de caballos salvajes poblando llanuras y bosques es cada vez más rara. Irónicamente, uno de los lugares más seguros para ellos es Chernóbil, donde pueden observarse caballos Przewalski viviendo en libertad. Quizá, con el tiempo, se puedan volver a ver caballos libres en lugares menos peligrosos.