El mundo de la salud mental es complejo de abordar. Los seres humanos somos animales que a menudo actuamos en contra de nuestra propia supervivencia, pues a veces hasta nos hacemos daño a nosotros mismos. Diversas patologías causan comportamientos que derivan en daños autodigiridos, pero aunque parezca sorprendente, las autolesiones en perros también se pueden observar.
Estas conductas van en contra de cualquier mecanismo evolutivo o del propio concepto de instinto. ¿Qué obtiene un animal haciéndose daño a sí mismo? ¿cuáles son las causas de este comportamiento? Si quieres conocer más acerca de las autolesiones en perros y cómo evitarlas, te animamos a continuar leyendo.
Sobre los daños autodirigidos y la salud mental
El término autolesión hace referencia a “una práctica consistente en la producción intencionada de heridas sobre el propio cuerpo, comúnmente realizadas sin intenciones suicidas”. Al ser la capa más superficial en contacto con el medio externo, la epidermis suele ser la estructura más dañada en este tipo de actos. En humanos, este comportamiento se asocia a depresión, trastornos de personalidad, historiales traumáticos o como respuesta a abusos continuados.
Desde un punto de vista psicológico, se postula que este tipo de perjuicios físicos se realizan para aliviar dolores emocionales fuertes, pues una herida en el plano físico es más fácil de controlar y distrae del motivo subyacente. Además, la sensación de dolor produce una respuesta que reduce la ansiedad. Todo esto es aplicable a humanos, seres con sentimientos y emociones complejas, pero ¿qué puede empujar a los perros a autolesionarse?
Autolesiones en perros: ¿por qué suceden?
Muchas veces, se producen heridas superficiales en la piel del can por un lamido excesivo consecuencia de una patología. Pulgas, productos inadecuados durante el baño o reacciones alérgicas pueden ser causantes de picores y molestias.
Esto no es una autolesión en sí misma, pues el comportamiento del perro responde a un dolor físico tangible. Es por ello que hay que descartar cualquier problema de salud en un veterinario antes de abordar el problema desde un punto de vista psicológico.
Una vez descartado un posible problema de salud, los motivos emocionales que pueden promover las autolesiones en canes son los siguientes:
- Aburrimiento o falta de estímulos, deficiencia de enriquecimiento ambiental.
- Ansiedad por separación del tutor.
- Respuestas estereotipadas, o lo que es lo mismo, movimientos repetitivos sin una función clara fruto de estrés.
- Atraer la atención del amo, un comportamiento reforzado de forma no intencionada.
Como podemos ver, diversas causas pueden generar que el can realice actividades agresivas autodirigidas, pero casi todas ellas tienen algo en común: presencia de sentimientos de ansiedad o estrés.
La ansiedad, un problema muy común en perros
La ansiedad, definida como un estado de miedo, temor e inquietud, es algo muy común en humanos y también en el resto de animales. Al fin y al cabo, desde un punto de vista fisiológico, el cuerpo se está preparando para algo malo que va a pasar. Este estado de alerta puede ser beneficioso en situaciones de peligro, pues promueve respuestas rápidas en el organismo, pero alargado en el tiempo, solo trae consecuencias negativas.
Esto no es distinto en perros, y en algunos casos, dirigir el estrés y sufrimiento hacia una parte del cuerpo del propio animal es una respuesta innata. Esto sucede muy a menudo en perros con ansiedad por separación. Los canes que requieren la presencia continua de su tutor pueden sentirse nerviosos, abandonados y estresados cuando su dueño abandona el hogar.
En muchos casos el perro intenta escapar de la habitación donde se encuentra en búsqueda de su tutor, lo que además de generar daños en el mobiliario, suele provocar autolesiones en el animal.
¿Qué hacer para tratar la ansiedad canina?
Como hemos podido ver, la ansiedad y el estrés son el motivo principal de lesiones autodirigidas en perros. Aquí van algunos consejos para reducir estos estados negativos en el animal:
- Brindar una cantidad adecuada de juguetes interactivos al perro en sus momentos de soledad, para que esté ocupado y estimulado.
- Establecer un lugar propio para el perro donde no sea molestado y se sienta seguro. Que este sitio sea su madriguera, su guarida a la que acudir en tiempos de malestar.
- Brindar atención e interaccionar con el perro cuando el tutor está presente, pero no fomentar conductas tóxicas y dependientes cuando este vaya a abandonar el domicilio.
- Fomentar el ejercicio y actividad del can. Cuanta más energía gaste en carreras y paseos, menos motivos tendrá para autolesionarse.
Todos estos consejos son orientativos, pero existen patologías que no pueden ser tratadas por el tutor. En caso de abusos previos, abandonos u otras enfermedades mentales del animal, recurrir a un etólogo canino especialista será esencial para que el perro deje de tener comportamientos basados en autolesiones.
Bibliografía
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- Salazar, R., & Franklin, R. (2017). Respuesta fisiológica y etológica al estrés por abandono en canino.
- Autolesión, wikipedia. Recogido a 14 de julio en https://es.wikipedia.org/wiki/Autolesi%C3%B3n.