Si tienes un tanque de agua dulce en casa, sabrás que hay que prestarle atención casi constante para que se mantenga bello y natural. Es necesario limpiar las algas, recortar los brotes de los vegetales vivos, filtrar el agua y aspirar el sustrato cada cierto tiempo. Con todos estos cuidados se puede prevenir el agua turbia en el acuario y otros muchos signos desagradables.
De todas formas, es posible que los tutores primerizos se olviden de ciclar el acuario correctamente y que al día siguiente se despierten con una sorpresa muy desagradable. La turbidez en el agua del tanque puede instaurarse de forma rápida y causar preocupación, pero no te estreses de más: aquí te contamos cómo manejarla antes de que se convierta en un problema.
¿Cómo saber si el agua de mi acuario está turbia?
Se entiende por “turbidez” o “turbiedad” a un parámetro que cuantifica el rango de transparencia que pierde el agua por la presencia de partículas en suspensión. Dicho de otro modo, cuanto mayor sea la cantidad de material sólido “flotando” en el agua del tanque, mayor será el grado de turbidez.
La unidad nefelométrica de turbidez (UNT o NTU) es la mejor medida para establecer este parámetro, ya que se encuentra estandarizada a nivel global. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) no se debe consumir nunca agua con un NTU mayor a 5, pero lo ideal es que todo líquido de ingesta en nuestra especie presente valores menores a 1 NTU.
Como en casa no tenemos instrumentos para cuantificar la turbidimetría y la nefelometría, nos basta con saber que el agua del acuario está turbia cuando el fondo y los elementos traseros se ven difuminados. En general esta turbidez es “transparente” y carece de coloración específica, aunque en algunos casos sí se pueden observar ciertas tonalidades debido a las partículas suspendidas en el agua.
La turbidez se debe siempre a la presencia de partículas en suspensión en la columna de agua.
Causas del agua turbia en el acuario
Si notas que de repente es más difícil ver a tus peces, lo normal es que te preguntes a qué se debe este cambio drástico. La turbidez en el agua puede responder a los siguientes desencadenantes, entre otros muchos más:
- Presencia de fitoplancton (organismos acuáticos microscópicos autótrofos) o de algas en suspensión en la columna de agua.
- Presencia de sedimentos en suspensión procedentes de la erosión. Es posible que una roca o decorado del tanque se esté disgregando por la acción del agua, lo cual libera partículas que quedan suspendidas en el tanque.
- Elevación de elementos resuspendidos del fondo. Algunos peces revuelven el sustrato de forma constante y “levantan” la suciedad a una parte superior de la columna de agua.
Estas son las causas generales de la turbidez inmediata de un acuario, pero para poder afinar un poco más es necesario fijarse en el color del agua. Por ello, escindimos los distintos tipos de turbidez según la “tonalidad” que presentan.
Turbidez “blanca”
Como hemos dicho en líneas previas, la turbidez “blanca” se muestra incolora, pero dificulta de igual forma la visión del fondo del tanque y de sus integrantes. Algunos de los motivos principales de este evento se recogen en la siguiente lista:
- Residuos del sustrato: si nada más montar el acuario y llenarlo de agua observas que esta se vuelve casi blanca, no te preocupes. Es normal y se debe a la presencia de polvo y sustancias acumuladas en las piedras que has colocado en el fondo del tanque. Para evitarlo, debes lavar bien todo el sustrato con agua antes de meterlo a la pecera.
- Desbalance químico en el agua: si limpiar el decorado no funciona, es seguro asumir que las partículas están disueltas en el agua. Los fosfatos, los silicatos y los metales pesados pueden enturbiar mucho el ambiente del acuario. Mide los parámetros químicos y realiza un cambio de agua preventivo.
- Crecimiento bacteriano: pueden pasar de semanas a meses desde que montas un acuario hasta que se estabiliza. Durante las etapas iniciales de ciclado, se produce un sobrecrecimiento de colonias bacterianas que siempre desemboca en un enturbiado.
Es normal que el agua esté turbia nada más montar el tanque. El crecimiento bacteriano casi siempre es el causante de esta situación, razón por la cual se recomienda en todo caso ciclar el acuario un mes o 2 antes de meter a los primeros peces. Una vez se estabilicen las colonias de microorganismos y los parámetros del agua, esta perderá su turbidez.
Turbidez “verde”
En esta situación, el agua mostrará un tono verdoso muy desagradable a la vista. Puede deberse a los siguientes desencadenantes:
- Demasiada luz: la presencia excesiva de luz favorece el crecimiento de algas en el tanque. Recuerda que en acuarios plantados no se recomienda un fotoperiodo con más de 10 horas de luz al día.
- Exceso de nutrientes: compuestos como fosfatos y nitratos también favorecen el crecimiento algal. Esta materia orgánica proviene, sobre todo, de la comida sin ingerir depositada en el fondo del acuario y de las heces de los peces. El exceso de nutrientes es común en tanques sobrepoblados.
- Falta de comedores de algas: algunas especies de peces y caracoles pueden ayudar a mantener a raya el crecimiento algal del tanque.
Como ves, la turbidez “verde” siempre se debe al sobrecrecimiento de poblaciones de algas y fitoplancton en la columna de agua. A veces la situación es tan grave que hay que acudir a comprar antialgas químicos específicos para acuarios.
Turbidez “marrón”
Este tipo de turbidez es muy extraño en acuarios poco decorados, pero sí que se presenta en aquellos tanques que tienen maderas y troncos naturales sumergidos. Esto se debe a que el materia vegetal muerto libera taninos, metabolitos secundarios solubles en el agua. Además de hacer que el agua se vuelva de color marrón, los taninos bajan de forma natural el pH del acuario.
Para algunos peces tropicales esta situación es, incluso, deseada. Aunque el color marronáceo del agua no es muy agradable, debes recordar que así se presentan las aguas del Amazonas y de los manglares de los que provienen algunas especies exóticas. Las hojas secas de ciertas plantas también acidifican un poco el pH del acuario y le otorgan un aspecto más natural.
¿Qué hacer ante el agua turbia del acuario?
La inmensa mayoría de casos de turbidez en el agua se solucionan haciendo una limpieza general de la pecera (incluyendo sustrato y decoración) y realizando un cambio del 30 % del agua. No sustituyas de repente todo el agua del acuario por nueva directamente sacada del grifo, pues los peces podrían morir por estrés químico y exceso de cloro en el entorno.
Una vez hayas disminuido la turbidez mediante la limpieza, monitoriza los parámetros químicos del agua y aplica los correctores químicos pertinentes en caso de que sea necesario. A partir de ese momento, recuerda que debes realizar cambios del 15 % del agua del acuario y sifonar bien el sustrato todas las semanas. Si tienes demasiados peces en el mismo acuario, plantéate comprar uno nuevo y distribuirlos.
Recuerda también que no debes sobrealimentar a tus peces. El exceso de materia orgánica en los fondos favorece que aparezca el agua turbia en el acuario.
La mejor solución ante este tipo de situaciones siempre es la prevención. Si mantienes un número adecuado de peces, les das de comer en su justa medida y realizas los cambios de agua de forma adecuada, no tienes por qué enfrentarte en ningún momento a la temida turbidez del acuario. Si tienes cualquier duda, consulta con un profesional.
Bibliografía
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- WATER QUALITY AND HEALTH -REVIEW OF TURBIDITY: Information for regulators and water suppliers, Organización Mundial de la Salud (OMS). Recogido a 14 de septiembre en https://www.who.int/water_sanitation_health/publications/turbidity-information-200217.pdf
- How to Deal With Cloudy Aquarium Water, The Spruce Pets. Recogido a 14 de septiembre en https://www.thesprucepets.com/cloudy-aquarium-water-1378803