Abscesos en gatos: causas, síntomas y tratamientos

Los abscesos en gatos son signos clínicos que de que otro proceso subyacente va mal, generalmente una infección. Ante ellos, es esencial acudir al veterinario.
Abscesos en gatos: causas, síntomas y tratamientos

Escrito por Samuel Sanchez

Última actualización: 15 enero, 2021

Los abscesos en gatos son inflamaciones e infecciones en el tejido de su cuerpo, caracterizados por la aparición de pus. Estos se forman generalmente por la presencia de colonias bacterianas bajo la piel, que se infiltran por una herida o traumatismo.

Cabe destacar que, según la localización del absceso, este puede ser de naturaleza leve o grave. Por ejemplo, los abscesos formados en la zona circundante al hígado presentan una tasa de mortalidad del 79 % de los afectados, independientemente del tratamiento brindado. Si quieres conocerlo todo sobre esta patología, sigue leyendo.

¿Cuáles son las causas de los abscesos en gatos?

Según el portal VCAhospitals, existen múltiples causas que pueden desembocar en la aparición de un absceso en el felino. En general, el proceso comienza por la mordida de un animal, generalmente otro gato. Las bacterias de la superficie del felino y las inoculadas en la mordida se infiltran en la piel del hospedador y comienzan a proliferar dentro de ella.

Tras esto, se producen una serie de respuestas inmunes enfocadas a que la infección no se disemine por el resto del cuerpo. Esto comprende inflamación local y entrada de glóbulos blancos a la herida, lo que propicia la formación de pus. Así, aparece una zona levantada, purulenta e hinchada, que puede molestar al animal.

Ciertos tipos de bacterias suelen estar involucradas en la producción de abscesos. Entre las más comunes, encontramos las siguientes:

  • Bacterias formadoras de pus, como Staphylococcus, Escherichia coli, algunas cepas de Streptococcus, Pseudomonas, Mycoplasma, Pasteurella multocida, Corynebacterium, Actinomyces, Nocardia, y Bartonella.
  • Bacterias anaerobias, es decir, que solo pueden vivir en ausencia de oxígeno. Entre ellas encontramos los géneros Bacteroides, Clostridium y Fusobacterium.

La causa del absceso depende mucho de su localización el el cuerpo. Por ejemplo, un absceso en el hígado suele ser causado por una enfermedad sistémica. Por otro lado, un absceso en la zona bucal del animal seguramente se deba a una infección en los dientes, mientras que un absceso pulmonar estará causado por neumonía.

Un absceso en la boca de un gato.
Un absceso en la boca de un gato.

¿Cuáles son los síntomas de un absceso en gatos?

Por puro instinto de supervivencia, hay que destacar que los gatos son auténticos expertos a la hora de enmascarar el dolor. Por ello, debes inspeccionar rutinariamente la piel, boca, abdomen y extremidades de tu animal para asegurarte de que todo va bien. Entre los signos clínicos más comunes de un absceso, encontramos los siguientes:

  • Hinchazón localizada en el lugar de aparición.
  • Secreción purulenta en la zona del absceso.
  • Olor desagradable y/o mal aliento del felino.
  • Falta de apetito y letargia.
  • Fiebre.

Como podrás imaginar, la sintomatología de un absceso hepático y de otro epidérmico será muy diferente. Dependiendo de la gravedad del cuadro clínico, el gato presentará unos signos u otros. Ante cualquier irregularidad en tu mascota, acude con rapidez al veterinario.

Diagnóstico

A menos que el absceso se rompa y empiece a drenar pus, el diagnóstico desde casa es imposible. Una vez estés en la clínica con el animal, este puede que realice una pequeña inyección en el área afectada. Si se trata de un absceso saldrá pus, mientras que si es un tumor, no.

Una vez descartada una neoplasia, distintas técnicas de imagen pueden ayudar a dilucidar la localización y extensión del absceso. Si este está en la piel no hay mayor problema pero, si por ejemplo se encuentra en el hígado, suele ser necesaria una cirugía para hacer el diagnóstico y tratamiento de forma conjunta.

Tratamiento

El tratamiento de los abscesos en gatos depende completamente de la localización y gravedad de la infección. Por ejemplo, en los abscesos epidérmicos y los orales, lo primero que se hace es drenar el pus por completo e higienizar la lesión a la perfección. Tras ello, se toman muestras de fluidos y se detecta a la cepa bacteriana causante.

Una vez se ha dado con el agente etiológico exacto, se prescribirán antibióticos especializados al animal durante un tiempo variable. Además de esto, se le pueden recetar a la mascota medicamentos antiinflamatorios y de otra índole, con el fin de que su sintomatología se vea paliada.

En el caso de los abscesos internalizados, la cirugía suele ser la única opción disponible.

Un gato en un veterinario.

Prevención y tranquilidad

Un absceso cutáneo es algo relativamente normal en felinos, pues la pelea o las lesiones son comunes en la rutina de los gatos domésticos. No hay que preocuparse de más, pero sí acudir con presteza al veterinario, con el fin de que la infección no se disemine por el resto de su cuerpo.

Si tienes miedo de que tu gato presente un absceso, lávale bien los dientes y desinfecta con eficacia las heridas que pueda presentar. Por desgracia, los abscesos internos suelen ser causados por patologías graves y no se observan a simple vista, por lo que no se pueden prevenir como tal.


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  • Abscesses in cats, VCAhospitals. Recogido a 13 de enero en https://vcahospitals.com/know-your-pet/abscesses-in-cats
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