Es emocionante y desafiante la llegada de nuevos miembros a la familia. Si tu minina está embarazada, y cuentas los días para conocer a los gatitos, o ya dio a luz, de seguro te preguntas: ¿puedo tocar a las crías de mi gata? También puede surgirte la misma duda si, de forma imprevista, debes hacerte cargo de unos michis recién nacidos, que nacen con los ojos y los oídos cerrados.
La respuesta a esta inquietud está condicionada por el cuándo y el cómo sostener a los pequeños. Cuando están con su madre, lo ideal es reducir la manipulación de las crías, por lo menos hasta que alcancen las 2 semanas de edad.
En cambio, ante la necesidad de cuidar a mininos bebés, que han perdido a su progenitora o esta no se encuentra en condiciones de atenderlos, será necesario hacerlo antes con ayuda de algunas medidas, como sostenerlos boca abajo. A continuación, te compartimos todos los detalles para saber cómo cargar a los indefensos pequeños.
La relación entre la gata y sus crías
Para que tengas una idea, cuando llegan al mundo, los gatitos son muy vulnerables. De hecho, dependen de los cuidados maternales, al menos durante los dos primeros meses de vida. Entre las funciones esenciales de las que se encarga la madre podemos mencionar las siguientes:
- Aseo
- Temperatura corporal
- Nutrición (cada dos o tres horas)
- Estimulación de la micción y defecación
Cuando la gata muestra un comportamiento materno adecuado cumple estas y otras labores de cuidado. Por eso, lo ideal es que no interfieras y que en esta etapa no separes a las crías de su madre.
Sin embargo, ¿qué ocurre cuando el instinto maternal de la gata no responde de la forma esperada, bien sea porque está estresada o es primeriza? Si te encuentras ante esta situación, se recomienda intervenir por el bienestar de los bebés y evitar que incluso la gata se pueda comer a sus crías recién nacidas.
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¿Puedo sostener a los gatitos recién nacidos?
No se recomienda tocar a los gatitos recién nacidos antes de las primeras dos semanas de vida, es decir, cuando aún tienen los ojos y los conductos auditivos cerrados. Sin embargo, si deseas examinarlos después de nacer —en caso de sospechar malformaciones, que el pequeño no quiera mamar, medir su peso o crees que están en peligro—, puedes sostener a las crías, pero con la menor frecuencia posible.
Cuando se trata de los bebés de tu gata, que ya tiene tiempo formando parte de tu familia y confía en ti, no debería haber problema en que los sostengas y lo más probable es que la madre permanezca tranquila. La situación puede variar si a las crías de tu michi se le acerca un desconocido u otra mascota.
Si son gatitos de una minina sin hogar, debes tomar tus precauciones. Algunas madres pueden estresarse y mostrarse a la defensiva cuando tocan a sus crías demasiado. En estos casos, es posible que la gata decida trasladar a sus bebés a otro lugar.
Claves para tocar a las crías
El acercamiento a los gatitos recién nacidos debe hacerse con la mayor delicadeza e higiene, preferiblemente, una vez que han abierto sus ojos, entre los 10 y 14 días. Toma nota de los siguientes tips para sostenerlos de la forma más segura posible:
- Lavar tus manos. Hazlo antes de tocar a los gatitos y a su madre, con un jabón suave y sin aromas fuertes para evitar perturbarlos. También es importante que tomes esta medida después de interactuar con ellos.
- Buscar el consentimiento de la madre. Antes de manipular a los pequeños, debes constatar que a su progenitora no le moleste, hacerlo despacio y mantenerlos cerca de ella.
- Sostener al minino sobre las palmas de tus manos. Al formar una copa con tus manos, garantizarás el resguardo de su estómago y extremidades. Además, ten presente que debes mantener a la cría boca abajo.
- Procurar que la manipulación del gatito sea breve. Así evitarás poner nerviosa a su madre y al pequeño.
- Evitar despertar al bebé. Los gatitos duermen gran parte del día. No interrumpas su sueño por cargarlos. Espera que despierte por su cuenta.
- Mantener a la cría cálida. Para hacerlo, puedes ayudarte con una manta o toalla limpia, en la que puedes envolver una bolsa de agua caliente, si es necesario.
Los cachorros no deben cargarse como los bebés humanos. Tampoco deben sujetarse por el cuello ni ejercer presión sobre ellos. Además, los niños no deben manipularlos sin supervisión de un adulto.
¿Cómo traslado a cachorros huérfanos?
Para evitar una separación accidental de su madre, asegúrate de que los pequeñitos que has encontrado en la calle no cuentan con los cuidados maternos. Esta operación puede requerir incluso horas, porque la gata puede estar en búsqueda de comida.
Una vez que has constatado que se trata de gatitos huérfanos, tendrás que moverlos para poder garantizar su supervivencia y bienestar. Al hacerlo, presta atención a la higiene y que las crías permanezcan calientes durante el traslado hacia el veterinario. Para ello, puedes utilizar una caja y unas toallas limpias.
Una vez que lleves a los bebés a la clínica veterinaria, un profesional te indicará los cuidados para gatitos huérfanos.
Riesgos y consecuencias
Los pequeños reciben la protección inmunitaria del calostro, la primera leche con que los amamanta su madre. En consecuencia, durante las primeras semanas de vida, los gatitos tienen un sistema inmunológico susceptible a enfermedades infecciosas, deshidratación, hipotermia e hipoglucemia.
Por eso, es un riesgo tocarlos con las manos sucias, debido a la posible presencia de bacterias o gérmenes. Como ya mencionamos, cuando sea necesario sostenerlos, debes hacerlo con las manos limpias.
Otra razón por la que no se recomienda la manipulación temprana de los bebés tiene que ver con sus dificultades para mantener la temperatura corporal sin la ayuda de su madre, ya que no tienen desarrollados los mecanismos de termorregulación, como los escalofríos. Alejarlos por tiempo prolongado de su progenitora también podría implicar que los pequeñitos sean más vulnerables a la hipotermia.
Además, los michis al nacer tienen huesos y órganos delicados y una manipulación brusca puede provocarles lesiones accidentales.
¿La madre rechaza a los bebés si los toco?
Un estudio publicado en la revista Animal Cognition asegura que el olfato es clave en el reconocimiento de las crías por parte de la madre. Ahora bien, la creencia popular de que una gata abandonará a sus hijos si los tocas, en realidad, es un mito. Cuando la madre es un miembro de la familia —acostumbrada a tu presencia y a tu olor—, de seguro no tendrá problema en que toques a sus bebés.
En consecuencia, la presencia del olor humano en el pelaje de los bebés no debería ser motivo del rechazo de las crías. Esto puede ocurrir por otras razones: una de las más frecuentes es que se trate de una madre primeriza.
¿Cuándo puedo comenzar a socializar con los gatitos?
Un artículo publicado en Journal of Feline Medicine and Surgery indica que la socialización entre mininos y humanos se produce entre las 2 y 7 semanas de edad. En este período, los estímulos hacen posible el desarrollo de las redes neuronales, así como del comportamiento social que les permite relacionarse con los seres humanos.
En sintonía, otra investigación indica que las crías de gatos domésticos, que interactúan con personas durante el lapso de tiempo indicado y por períodos más largos, eran más receptivas al aprendizaje social con humanos y se acercaban más rápido a ellos. Además, los pequeños que se relacionan con al menos cinco personas, en lugar de un solo cuidador o ninguno, suelen alejarse menos de los extraños.
Aprovecha esta etapa para jugar con suavidad. Incluso, puedes utilizar juguetes para gatos.
Evita tocar a las crías antes de las dos semanas
Aunque puede resultar tentador cargar a los gatitos recién nacidos antes de las dos semanas, lo mejor es evitar hacerlo para no angustiar a la madre ni interferir con los procesos de cuidado. La intervención, antes de este lapso, solo debe hacerse en caso de que las crías se encuentren en peligro o se trate de mininos huérfanos que necesitarán de crianza a mano.
No olvides que la respuesta de una gata a la manipulación de sus bebés puede variar, de acuerdo a los rasgos de su personalidad, estado emocional, circunstancias y si conoce o no al humano.
Aunque todo marche bien, tu gata necesitará que le garantices alimentación adecuada para que produzca suficiente leche. Además, será necesario proporcionarle un entorno tranquilo, cálido, cómodo y seguro. Y, por supuesto, que tengas plena disponibilidad para socializar con los pequeñitos cuando ya abran sus ojos al mundo.
Bibliografía
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