Si quieres educar un perro doberman, como sucede con cualquier otra raza, es fundamental que comiences lo antes posible. A temprana edad los canes son más fáciles de educar y además eso hará que el animal tenga una mejor vida. Aprende más en este artículo.
Técnicas y pasos para educar un perro doberman
Elegancia, belleza y porte… Esas son las tres palabras que pueden caracterizar a la raza. Y a diferencia de lo que se cree, los doberman no son perros peligrosos, siempre y cuando sean educados como corresponde.
Lo mejor de todo es que estamos ante un animal fácil de entrenar, leal a su familia, guardián ideal y un amigo fiel para siempre. Antes de educar un perro doberman debes tener en cuenta algunas cuestiones. Presta mucha atención:
1. No temas regañarle
Este consejo puede ser usado para cualquier raza, pero en el caso de un animal tan grande y fuerte como el doberman, es necesario recordarlo en todo momento. Tu mascota es tu responsabilidad y debes demostrar quién es el que manda (tú). Claro está, los regaños no consisten en golpes ni gritos excesivos, sino en pequeñas llamadas de atención con voz fuerte y firme.
2. Enséñale desde que llega a casa
Si adoptas un doberman cuando es todavía un cachorro, será mucho mejor adiestrarlo, pero también puedes enseñar a uno que ya tenga algunos años. La clave reside en comenzar lo antes posible, es decir, desde los primeros días que llega al hogar.
De esta manera, el perro aprenderá lo que el dueño le indique y se comportará muy bien en todo momento. No se trata de ser mal dueño por ordenarle hacer ciertas cosas, sino de buscar un modo de educarlo y criarlo como corresponde.
3. Socialízalo
Cuando se adopta un perro que ‘arrastra’ cierta reputación como es el caso de los doberman, es un poco difícil como dueños llevarle a un parque y que los demás reaccionen bien. Pero para el animal, la socialización es vital y eso requiere acercarse a otros pares.
Debes llevarlo primero con correa y dejar que se aproxime poco a poco a los demás perros (sean un chihuahua, un golden retriever o un rottweiller). Es muy importante que se conozcan sin presiones y que se olfateen lo necesario. Una vez que se ‘hagan amigos’ se reconocerán y no se atacarán.
Ten en cuenta que gran parte de su proceso social se establece durante los primeros meses de vida. Por esta razón, es fundamental que no se le separe de la madre ni de los hermanos antes de los dos meses, pues estos serán sus primeros contactos con otros perros. Además, la mamá lo corregirá sus conductas cuando sea necesario y establecerá sus bases para sociabilizar.
4. Comienza con órdenes sencillas
Lo más simple para una mascota, sea un dóberman o cualquier otra raza, es aprender a sentarse. Lo hacen desde que son cachorros sin problemas, pero para ello necesitan practicar varias veces durante algunos días. Luego podrás enseñarle otros ‘trucos’ como tumbarse a tu lado, que busque y traiga sus juguetes, que te dé la pata, que acuda cuando lo llamas, etc.
En este punto también es posible enseñarle el comando que corresponda con cada truco. Recuerda que los perros son buenos asociando las cosas, así que es más sencillo si a cada nueva orden le asignas una palabra clave. Puedes utilizar cualquier frase que quieras, aunque siempre se recomienda mantener las cosas sencillas con una palabra cuando mucho.
5. Ten mucha paciencia
Otro de los pasos para educar un perro doberman está relacionado con cómo es el dueño. Claro, porque si está nervioso, el animal actuará de la misma manera o si se enoja porque ‘a la primera’ no obedece, la mascota también se frustrará.
Por lo tanto, te recomendamos que seas muy paciente mientras estás adiestrando a tu can. Recuerda que es como si fuese un niño pequeño al que estás enseñando a caminar o montar una bicicleta. ¡Necesita tiempo para asimilar todo lo nuevo!
También no olvides mantenerte firme ante cualquier orden que le des y sé consistente. Los perros siguen a sus dueños porque ante sus ojos son el alfa de la manda. Así que por ningún motivo debes dejar que tu mascota sobrepase tu autoridad, pues de lo contrario comenzará a ignorar tus reglas.
6. No te olvides de las recompensas
Muchos dueños están en contra de las recompensas porque consideran que el perro actúa solo por conveniencia (porque recibirá un premio a cambio). Sin embargo, los animales no son como las personas y relacionan casi todo con la comida. Es una cuestión de instinto y supervivencia.
Pero, además, no hace falta que lo recompenses con un juguete, una galleta o una golosina. También puedes demostrarle que estás orgulloso de él con un mimo o una palabra amable y cariñosa. Eso sí, deberás ser cuidadoso sobre cuándo debes recompensar a tu mascota, pues si le ofreces caricias todo el tiempo, será difícil que obtengas resultados cuando lo estés entrenando.
Esto o significa que no puedas darle caricias a tu perro, sino que debe existir diferencia entre las caricias de recompensa y las caricias normales. Por ejemplo, las primeras hazlas con mayor efusividad y diversos halagos, mientras que las segundas realízalas con tranquilidad, despacio y sin decirle muchas palabras.
Por último, para educar un perro doberman quizás necesites ayuda de un profesional. Un adiestrador podrá lograr aquello que tú no has podido (por el momento) y te dará las pautas que debes seguir. ¡No dudes en consultarle!
Bibliografía
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- Koscinczuk, P. (2017). Domesticación, bienestar y relación entre el perro y los seres humanos. Revista Veterinaria.
- American Kennel Club. (2022) Doberman Pinscher. Recuperado el 13 de febrero de 2022, disponible en: https://www.akc.org/dog-breeds/doberman-pinscher/