5 curiosidades sobre las avestruces

Las avestruces son las aves más grandes y pesadas que existen en el planeta. Su morfología y hábitos son muy diferentes a los que estamos acostumbrados a observar en un pájaro de ciudad.

La avestruz no meten la cabeza en la tierra.

Las avestruces (Struthio camelus) ostentan algunos de los títulos de «el animal más… del mundo». Desde luego, estas aves no voladoras son animales realmente impresionantes: ya no solo su tamaño, sino su conducta, carácter y forma de vida las hacen partes esenciales dentro de su ecosistema.

El rango de distribución de la especie es muy amplio. No obstante, en el pasado, el número de individuos que había cayó en picado debido a la caza furtiva y el comercio de plumas. Aunque esto ya no sea una amenaza, la destrucción de su hábitat sí lo es y podría poner a estas aves en grave peligro. A continuación, más curiosidades sobre las avestruces.

1. ¿Tienen las avestruces el cerebro más pequeño que el globo ocular?

Siempre se ha dicho que el cerebro del avestruz es realmente pequeño, incluso más que sus propios ojos. Es cierto que el tamaño relativo de la cabeza del animal con respecto al resto del cuerpo es, evidentemente, mucho más pequeño. Por curioso que sea el plano corporal de este ave, no se libra de cumplir las reglas de morfometría básicas.

En general, todas las aves tienen ojos muy grandes con respecto a otras partes de su cuerpo. Estas estructuras son la fuente principal de información del exterior que tienen los pájaros, lo cual propicia que estos órganos deban tener un desarrollo mayor a otros.

En las avestruces, ocurre lo mismo. Los ojos deben ser —y son— más grandes que su cerebro, pues toda la información del exterior llega a través de estos órganos. Para una avestruz, ver a un depredador a tiempo puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte.

Por otro lado, el pequeño tamaño de su cerebro tiene otra explicación. Struthio camelus es un animal precocial. Esto significa que las crías nacen con la capacidad de oír, ver y andar. Son seres bastante desarrollados que no tienen la necesidad de quedarse en un nido y pueden seguir a sus padres desde el primer momento. 

Las aves precociales, al igual que los dinosaurios, no necesitan desarrollar tanto su cerebro como, por ejemplo, las aves altriciales, por lo que una mayor capacidad cerebral tiene poco sentido para ellas. A diferencia de las preciociales, los pájaros altriciales nacen casi sin facultades y deben permanecer en el nido por bastante tiempo.

Las curiosidades sobre las avestruces son incontables.

2. No pueden volar, pero sus alas son muy importantes

Las avestruces son aves corredoras y el gran peso que alcanzan en la edad adulta —unos 180 kilogramos— impide que puedan volar. A pesar de ello, estos animales majestuosos utilizan sus alas para otros cometidos.

Por un lado, las alas de las avestruces ayudan al equilibrio durante las carreras, que pueden superar los 74 kilómetros por hora. Además, los apéndices alares también tienen una función defensiva de las puestas —y después de las pequeñas crías, que se sienten seguras bajo el ala ahuecada de su madre—.

Por último, las alas de las avestruces juegan un rol importantísimo durante el cortejo. La conducta reproductiva de estas aves involucra un baile nupcial realizado con las alas que convencerá o no a la hembra para copular con un macho.

3. El macho de avestruz tiene pene

La reproducción de las aves consiste en la unión de las cloacas de machos y hembras. Ambos sexos tienen unos conductos llamados cloacas, donde convergen el aparato excretor, los intestinos y el aparato reproductor. Esto quiere decir que tanto heces, como orina, gametos masculinos y los huevos salen por el mismo orificio.

Las avestruces machos han sufrido una adaptación y, en lugar de tener solo la cloaca, además poseen un pene, a través del cual liberan el esperma y además orinan. Este es un claro ejemplo de dimorfismo sexual que no se puede observar a simple vista.

La cópula entre avestruces es bastante corta, solo un minuto. Después de esto ocurre un orgasmo en ambos sexos y la cópula finaliza.

4. Pueden matar a un león de una patada

El cuerpo de las avestruces está preparado para correr. Esto implica que los músculos de sus patas están muy desarrollados. Prueba de ello es que las patas de un avestruz deben ser capaces de hacer que un cuerpo que pesa unos 180 kilogramos corra a más de 70 kilómetros por hora, algo nada sencillo.

Otra adaptación que tienen estas aves para correr más rápido es que solo tienen 2 dedos en los pies, lo cual facilita mucho la pisada.

Las avestruces utilizan sus patas como armas defensivas. Una patada de un ejemplar adulto puede llegar a partir huesos y dejar gravemente heridos a los grandes depredadores de la sabana africana. Así pues, los leones se lo piensan un par de veces antes de atacar a una de estas aves majestuosas.

5. Las avestruces no esconden la cabeza por miedo

Existe la creencia popular de que las avestruces entierran la cabeza en el suelo cuando se sienten intimidadas. Esto es algo totalmente falso: al contrario, son animales bastante agresivos que no dudarán ni un segundo en defenderse.

Las que sí agachan la cabeza para ocultar cuando sienten el peligro son las pequeñas crías de avestruz. Esta no es más que una estrategia para ocultarse cuando sus cuerpos aún no son lo suficientemente grandes para defenderse por sí mismas.

El cortejo de una avestruz.

No cabe duda de que Struthio camelus es una especie increíble con adaptaciones a la vida en la sabana africana y para la supervivencia en un ambiente poco amable. Donde los recursos escasean, el ingenio y la fuerza son los reyes.

Bibliografía

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