5 animales vampiro que no conocías

La relación simbiótica que establece el parásito chupador de sangre y su víctima solo parece favorecer a uno de los miembros de la pareja.

Un picabuey en el morro de un mamífero.

Los animales vampiro o hematófagos —aquellos que se alimentan de sangre— no son raros en la naturaleza. Sin embargo, puede que varios de ellos no sean tan conocidos como los murciélagos o mosquitos. Algunos de los seres nombrados en las siguientes líneas puede que te sorprendan más de lo esperado.

La hematofagia es una estrategia más que viable que tienen estos animales para obtener un alimento de calidad, siempre y cuando haya otros animales cerca. Se trata de un tipo de parasitismo, pues el hospedador pierde recursos y salud, mientras que el parásito puede sobrevivir gracias al perjuicio ajeno.

Muchas veces, esta forma de alimentarse puede ser una vía para el contagio de enfermedades, pero en otras ocasiones el hospedador apenas se da cuenta del chupasangres que lo acosa. A continuación, te presentamos 5 animales que se alimentan de sangre que quizá no conocías.

1. El pinzón de tierra vampiro

Cuando Darwin pisó las islas Galápagos, descubrió muchas especies de pinzones que fueron la clave para desarrollar la teoría de la evolución. Lo que Darwin seguro que no esperaba era encontrar una pequeña ave paseriforme que se alimentase de la sangre de otros animales: hablamos del pinzón de tierra vampiro (Geospiza septentrionalis).

Existen 2 teorías sobre el modo de alimentación de la especie, que en la actualidad consiste en abrir heridas en la base de las plumas de piqueros nidificantes (Sula spp.) para beber de su sangre. 

Por un lado, se cree que en el pasado estas aves se alimentaban de garrapatas y otros insectos chupadores de sangre. La otra hipótesis postula que esta adaptación es una respuesta a la escasez de alimento al final de la estación seca que tiene lugar en estas islas.

Un pinzón vampiro.

2. Bicho besador: uno de los animales vampiro más peligrosos

El bicho besador (Triatoma infestans) es un coleóptero originario de América del Sur. Este animal es el vector principal de la enfermedad de Chagas, la patología más importante de América Latina, mucho peor que la malaria o el dengue. Se calcula que hay, a día de hoy, hasta 7 millones de personas afectadas por esta enfermedad.

Este bicho vampiro recibe el nombre de besador porque suele picar alrededor de la boca y los ojos de los seres humanos, aunque también acosa a otros vertebrados superiores. Su momento de actividad es durante la noche, cuando los animales de los que se alimenta están dormidos y pueden pasar inadvertidos.

El bicho besador forma parte de los animales vampiro.

3. Picabueyes piquirrojo

El picabueyes piquirrojo (Buphagus erythrorynchus) es una ave originaria de África, con una amplia distribución. Son pájaros de tamaño pequeño, más o menos como un estornino. Como estos, son animales muy gregarios que disfrutan de hábitats abiertos con poca vegetación.

Presumen de ser animales insectívoros y parecen tener una buena relación simbiótica con los grandes mamíferos africanos, pues se encargan de quitarles los parásitos. No obstante, estas aves aprovechan las heridas abiertas que quedan después de retirar el parásito para beber la sangre.

Incluso, se ha visto cómo estos pájaros abren heridas cerradas y causan otras nuevas cuando la sed de sangre apremia.

Un picabuey en la cabeza de una cebra.

4. Candirú

El candirú (Vandellia cirrhosa) es un pez de agua dulce que solo habita los ríos Orinoco y Amazonas. Es un animal muy alargado y transparente que se aloja en las branquias de otros peces. Una vez aquí, despliega unas espinas para sujetarse y comienza a alimentarse de sangre. 

Lo más curioso es que estos animales no succionan la sangre, sino que se conectan a una vena de su hospedador, para que la sangre vaya dentro de su sistema circulatorio.

Por otro lado, siempre se ha creído que estos animales también se introducían dentro de los orificios de bañistas desnudos, como la uretra, la vagina y el ano. Una vez dentro, desplegaban sus espinas y ya era imposible sacarlos. Afortunadamente, la ciencia ha demostrado que esto no es cierto y que este animal no siente ningún interés por las personas.

4. Nuez moscada de Cooper: uno de los animales vampiro más sorprendentes

La nuez moscada de Cooper puede tener el aspecto de un caracol normal y corriente con una concha bastante bonita en espiral. Sin embargo, tras esa apariencia vulgar, se esconde un parásito chupador de sangre.

Este caracol es conocido por parasitar a las mantarrayas de California o torpedo pacífico (Cancellaria cooperii). Su estrategia es pegarse a la piel de la raya, sobre la que realiza un pequeño corte, para introducir a una profundidad considerable su cuerpo y chupar la sangre. 

En principio, la mantarraya parasitada no parece mostrar ningún inconveniente ante la presencia del parásito. Tras 40 minutos de succión de sangre, el caracol se suelta sin dejar rastro de su presencia sobre la piel del hospedador.

Los animales vampiro se alimentan de sangre.

Como hemos visto, existen multitud de animales vampiro aparte de los más conocidos. La sangre es una buena fuente de nutrientes, rica en glucosa y sales minerales, por lo que pocos animales la rechazarían en ausencia de otras fuentes nutricias más adecuadas.

Bibliografía

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  • BirdLife International. 2017. Geospiza septentrionalis (versión modificada de la evaluación de 2016). La Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN 2017: e.T103815245A119461181.
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  • Mehlhorn, H. (2014). Mito y realidad: Candiru, el pez chupasangre que puede entrar en los humanos. En murciélagos (quirópteros) como vectores de enfermedades y parásitos (págs. 179-181). Springer, Berlín, Heidelberg.
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