Los animales enanos o pigmeos son, como su propio nombre indica, aquellos que poseen un tamaño pequeño. Muchas especies recurren a una talla reducida como estrategia biológica, mientras que otros seres vivos pequeños son producto de la selección genética humana, como es el caso de ciertas razas de perros.
En las siguientes líneas, exploramos el fenómeno del enanismo en los seres vivos y te ponemos algunos ejemplos de animales que destacan por su tamaño ínfimo, al menos en comparación con otros miembros de su taxón. No te lo pierdas.
¿Por qué existen animales enanos o pigmeos?
El enanismo insular es un proceso evolutivo que se ha demostrado en múltiples ocasiones. Cuando una región está delimitada por una barrera física —agua u otro accidente geográfico— y el terreno disponible es reducido, los animales tienden a disminuir de tamaño, en respuesta a la escasez de recursos y espacio.
Además de esto, la reducción de tamaño se explica en algunos taxones por la regla de Bergmann. Según esta postulación, los animales de climas más fríos tienden a tener mayor tamaño, pues su relación superficie/volumen (SA:V) es más baja, lo que les permite almacenar más calor.
En seres vivos pequeños, su metabolismo suele ser más rápido y su área superficie/volumen es más elevada, así que pueden disipar el exceso de calor más fácilmente en los climas cálidos. Según está premisa, la cercanía al Ecuador suele indicar un tamaño más reducido en las especies, mientras que las zonas polares fomentan tallas grandes.
Además de todos estos mecanismos biológicos naturales, no debemos perder de vista que, en muchos casos, el enanismo es producto de la selección genética. Este proceso (dwarfism) puede ser intencionado o involuntario, pero suele acarrear una serie de problemas en las razas y especies en las que se fomenta.
5 ejemplos de animales enanos
Una vez hemos asentado las bases del enanismo en el reino animal, te presentamos ejemplos concretos de este mecanismo. Algunos de ellos son producto de la selección natural, mientras que otros han surgido tras la cría selectiva por parte del ser humano.
1. Camaleones del género Brookesia
Los camaleones del género Brookesia son endémicos de la isla de Madagascar, así que se tratan de un ejemplo perfecto de enanismo insular. Este género engloba a los camaleones más pequeños del mundo, entre los que se encuentra Brookesia micra, con una talla máxima de 2,9 centímetros.
Este taxón engloba a 30 especies distintas, de las cuales algunas alcanzan los 10 centímetros en su estadio adulto. De todas formas, son reptiles enanos de tallas muy pequeñas, generalmente de color marrón y con hábitos marcadamente terrestres.
2. Burrámidos o zarigüeyas enanas
Las zarigüeyas enanas son mamíferos de la familia Burramidae, todos endémicos de Australia y Nueva Guinea. Este taxón engloba a 5 especies distintas, que van de los 5 a los 12 centímetros de altura y de los 10 a 50 gramos de peso. Son animales nocturnos y omínivoros, que destacan por una capacidad inusitada para escalar superficies con sus colas prensiles.
3. Minicerdo o mini pig
El mini pig es un ejemplo claro de enanismo por selección artificial. Este animal es una variedad del cerdo doméstico, que a su vez se suele catalogar como una subespecie del jabalí (Sus scrofa). Para que un cerdo pueda considerarse de la variedad miniatura, debe pesar un mínimo de 32 kilogramos y un máximo de 68 kilogramos.
Existen muchas razas dentro de esta variedad de mamífero, pero prácticamente todas tienden a sufrir problemas muy graves de endogamia. Debido al cruce continuado entre familiares, algunos de los ejemplares nacen con problemas en los ojos, gónadas no desarrolladas, malformaciones rectales y otros eventos clínicos.
4. Jerbo de Egipto (Jaculus jaculus)
Esta especie es un claro ejemplo de que los climas cálidos fomentan la reducción de tamaño en los animales endotermos. El jerbo de Egipto tiene una talla muy pequeña, pues no mide más de 12 centímetros de adulto sin contar la cola. Esta tendencia al enanismo podría responder a una necesidad de supervivencia en ambientes inclementes.
Más allá de su pequeño porte, este simpático roedor cuenta con unas grandes orejas en comparación al resto de su cuerpo, cuya función es disipar el exceso de calor corporal. Además, se trata de una especie estrictamente nocturna, pues no sobreviviría cazando durante las horas más calientes del día.
5. Cabra enana africana
La cabra enana es un ejemplo aún más claro de la selección genética, ya que se trata de una cabra doméstica (Capra aegagrus hircus) con acondroplasia. Esta patología es un desorden genético hereditario que fomenta la aparición de enanismo en diversas especies de seres vivos.
Sin duda, este es el animal que más dilemas éticos plantea de toda la lista. Su aparición no se debe solo a la elección de rasgos físicos, sino que se ha seleccionado voluntariamente una enfermedad como característica preferente. Como poco, la existencia de estos bóvidos da que pensar.
Los animales enanos en la actualidad
Como habrás podido comprobar, el enanismo es una estrategia evolutiva completamente válida en muchos ambientes. Algunos taxones reducen a lo largo de su historia su talla de forma natural, pues los recursos escasean o la temperatura es demasiado alta para presentar una masa elevada.
Por otro lado, la selección por parte del ser humano también ha dado lugar a muchas especies enanas. Estas suelen presentar muchos más problemas médicos que sus variantes normales, aunque tienen diversos usos en la sociedad.
Bibliografía
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- de Andrade, D. G. A., Basso, R. M., Magro, A. J., Laufer-Amorim, R., Borges, A. S., & de Oliveira-Filho, J. P. (2020). Evaluation of a new variant in the aggrecan gene potentially associated with chondrodysplastic dwarfism in Miniature horses. Scientific reports, 10(1), 1-10.
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