5 animales ciegos

Peces, mamíferos, anfibios e invertebrados componen esta lista de especies que son un ejemplo de adaptación al medio en el que viven; aunque carezcan de visión, han desarrollado otros sentidos como el tacto, el oído o el olfato
5 animales ciegos

Escrito por Yamila

Última actualización: 26 abril, 2018

Ya sea que carecen de ojos o que su visión es nula, los animales ciegos se han podido adaptar al ecosistema gracias a sus otros sentidos… ¡Que están más que desarrollados! Entérate sobre estas fascinantes especies a continuación.

¿Hay animales ciegos?

No nos estamos refiriendo a aquellos ejemplares que por una enfermedad, accidente o edad avanzada se han quedado sin el sentido de la vista, sino de los animales ciegos como característica inherente de su especie. A pesar de no poder ver, sí tienen un olfato, un oído o un tacto muy desarrollados, y no ‘echan en falta’ los ojos.

1. Rata topo desnuda

No podemos empezar el listado de animales ciegos sin a la rata topo (imagen que encabeza este artículo), un pequeño roedor que vive en África –Kenia, Somalia y Etiopía– que, además de carecer de pelo, tampoco tiene ojos. Debido a sus hábitos alimentarios –raíces y tubérculos– es considerada una plaga en los cultivos.

La rata topo desnuda puede vivir unos 30 años y solo una ‘casta’ es fértil en la colonia, como sucede por ejemplo con las abejas. Vive en túneles subterráneos cavados por el grupo de los trabajadores, quienes emplean sus incisivos y patas delanteras para construir la madriguera.

La reina topo puede dar a luz entre 3 y 12 crías por año tras aparearse con hasta tres machos reproductores. El resto de los individuos, además de ser obreros, defienden a los juveniles y a la madre del ataque de búhos, serpientes y zorros.

2. Topo europeo

Cuando pensamos en animales ciegos, automáticamente se nos viene a la mente la imagen de un topo, ya que casi todas sus subespecies o bien no presentan ojos o estos no tienen la capacidad de ver bajo tierra.

Topo: características

El topo es un mamífero subterráneo, que se alimenta de lombrices y solo en algunas ocasiones sale a la superficie. Gracias a sus patas en forma de ‘cuchara’, orientadas hacia atrás, y sus fuertes garras, pueden cavar grandes túneles y galerías en la tierra. No necesitan ver, ya que se orientan a través del olfato.

3. Lombriz

Si hablamos de topos, no podemos dejar de lado a las lombrices, su principal alimento, pero también es otro de los animales ciegos de este artículo. Estos invertebrados se han adaptado a vivir en la tierra gracias a la respiración cutánea, para la cual necesitan estar siempre en un medio húmedo.

Especies que respiran por la piel

La lombriz sale de noche, excava galerías en el suelo e ingiere una gran cantidad de alimento –restos orgánicos– cada día. Carece de dientes, pero cuenta con un aparato bucal succionador más que potente. Tampoco tiene ojos, pero puede ‘ver’ a través de su sensible piel.

4. Tetra mexicano

Aunque no lo creas, también existen peces ciegos, como es el Astyanax mexicanus o tetra mexicano. De tamaño pequeño (las hembras 12 centímetros de largo, los machos ocho), vive en aguas tropicales cerca de cuevas sumergidas en torno a la costa del noreste de México.

Tetra mexicano

Por pasar toda su vida en la oscuridad, su cuerpo se ha adaptado a la situación; es por ello que su pigmentación es clara (casi transparente), no tiene ojos, sus papilas gustativas están muy desarrolladas, presenta una mayor cantidad de dientes maxilares y órganos sensoriales de tamaño superior. El tetra mexicano se alimenta de gusanos, crustáceos e insectos.

5. Salamandra ciega de Texas

Es un anfibio endémico de ciertas cuevas de Texas, Estados Unidos, y su población es más bien escasa. Al no poseer pigmentos en su piel ni ojos, nunca sale al ‘aire libre’ y permanece en la oscuridad absoluta. La salamandra ciega cuenta con una piel muy sensible que le permite detectar el alimento (crustáceos sobre todo) y evitar que le capturen.

Salamandra ciega de Texas

En Europa existe un familiar cercano, conocido como olm y que vive entre las rocas de las cuevas. Llama la atención porque no posee ojos, pero sus otros sentidos están muy desarrollados. La salamandra ciega europea puede vivir 100 años, su cuerpo es largo y aplanado, y tiene patas muy cortas.

 


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