Un traductor de ladridos

Un traductor de ladridos
Francisco María García

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 27 noviembre, 2017

Las tecnologías de traducción están muy avanzadas y no dejan de sorprender. No solo están facilitando la comunicación entre distintas culturas, sino que ahora han ido mucho más allá. Con el nuevo traductor de ladridos lanzado por la Sociedad Nórdica para la Invención y el Descubrimiento, ahora se entenderá el lenguaje de los perros.

Los perros utilizan diferentes mecanismos para expresarse y comunicar lo que hay en su cerebro. Ellos mueven la cola o adoptan posturas que dan a entender cómo se sienten o qué quieren. Sin embargo, los ladridos son esa forma para “decir” de “viva voz” qué es lo que piensan o experimentan.

Muchos perros ladran mirando a su dueño. Quieren ser comprendidos, pero no siempre lo logran. A veces esos ladridos resultan enigmáticos. El dueño no logra descifrar lo que significan. Por eso el traductor de ladridos promete ser una de las grandes soluciones de estos tiempos.

Así funciona el traductor de ladridos

El traductor de ladridos es un auricular al que se ha bautizado como “No More Woof” (No Más Ladridos). El perro debe llevarlo en la cabeza y, de este modo, un dispositivo especial mide las señales eléctricas de su cerebro.

Las señales van a un sistema que cuenta con patrones de neurofisiología, microcomputación y un software especial. Todo esto queda registrado en una placa de computadora que recibe el nombre de “Raspberry Pi”.

Una vez completado ese paso, el sistema procesa toda la información y la convierte en lenguaje oral humano. Se puede elegir el idioma de salida. El resultado se escucha a través de un altavoz, o por medio de una aplicación en el dispositivo móvil.  El traductor de ladridos funciona como un intérprete simultáneo.

Lo que se puede interpretar

Es necesario aclarar que el nuevo traductor de ladridos ofrece solo una versión aproximada al lenguaje perruno. No se puede esperar que ofrezca mensajes excesivamente detallados acerca de lo que siente o piensa un perro.

El dispositivo No More Woof solo puede descifrar los patrones básicos de algunas emociones. Entre ellas están la felicidad, la tristeza, el cansancio, el hambre y la curiosidad originada por una persona o por otro animal.

Los creadores de este traductor de ladridos han indicado que el dispositivo se encuentra todavía en fase de desarrollo. Poco a poco se ampliará su capacidad. Esto permitirá interpretar mensajes más completos y variados, de modo que la comunicación sea más fluida.

Los ladridos, ¿un idioma canino?

Hasta hace apenas unas cuantas décadas se pensaba que el ladrido de los perros era apenas un ruido sin sentido.

Aunque todavía no se dispone de información total al respecto, sí se ha avanzado en la investigación. Hasta el momento se han logrado identificar al menos tres tipos de ladridos. El primero de ellos es el llamado “súper ladrido”. Es un ladrido grave, enérgico y rápido. Se asocia con situaciones perturbadoras.

El segundo tipo de ladridos es más agudo y, de alguna manera, melodioso. Se ha identificado que los perros lo emiten cuando se sienten solos o aislados.

Finalmente, los ladridos entrecortados e intensos son los utilizados por los caninos para jugar.

El futuro de los traductores de ladridos

Todo parece indicar que el traductor de ladridos es uno de esos inventos que ha llegado para quedarse. El No More Woof no es el único que está en el mercado. En 2007 ya se había inventado uno de estos traductores en Japón. Así mismo, Amazon ha anunciado que en 10 años tendrá en el mercado un súper aparato similar.

Pese a todo este avance tecnológico, no se debe olvidar que la comunicación entre el ser humano y el perro tiene un fuerte componente afectivo. Un buen amo aprende a interpretar casi a la perfección lo que quiere o no quiere su perro. En algunos casos, basta una mirada o una actitud para que el mensaje sea comprendido de parte y parte.

El traductor de ladridos puede facilitar mucho esta antigua y estrecha relación. Sin embargo, no logrará sustituir esa especie de telepatía que se forja cuando el perro y su dueño son grandes amigos. Ese canal maravilloso y profundo del afecto nunca podrá ser suplantado.

Finalmente, se debe recordar que los ladridos son solo una de las formas de expresión de los perros. Existen muchas más. Ellos hacen un gran esfuerzo por entender a sus amos. Vale la pena hacer el mismo esfuerzo para entenderlos a ellos.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.