Tortugas de tierra: alimentación y cuidados
Las tortugas de tierra son uno de los reptiles más fascinantes que existen, pues poseen una apariencia bastante imponente gracias a su duro y pesado caparazón. Contrario a la creencia popular, sus cuidados en cautiverio pueden llegar a ser desafiantes. Por lo tanto, no son consideradas como una buena mascota para principiantes.
Es cierto que los quelonios son ejemplares bastante llamativos a simple vista, pero sus necesidades básicas no siempre se encuentran al alcance de todos. Si quieres conocer cuáles son los cuidados que tienen las tortugas de tierra en cautiverio, sigue leyendo este espacio.
¿Cómo son las tortugas terrestres?
Las tortugas terrestres forman parte de la familia Testudinidae, la cual se caracteriza por presentar un caparazón rugoso, patas columnares y dedos bien diferenciados. Gracias a estos rasgos, los quelonios que viven en la tierra son capaces de desplazarse sin dificultad y defenderse de sus depredadores.
El tamaño y la longitud de cada ejemplar dependen de la especie. Sin embargo, estos reptiles terrestres miden en promedio 83 centímetros de diámetro y pesan casi 99 kilos. Sus representantes más grandes son las tortugas gigantes de las islas Galápagos, quienes poseen un caparazón que mide más de 1 metro de longitud y un peso de hasta 300 kilogramos.
En general, todas las tortugas tienen una gran esperanza de vida, pues algunas especies son capaces de sobrepasar los 100 años. Por lo tanto, si buscas mantener a uno de estos curiosos ejemplares en cautiverio, será mejor que te prepares para tener que cuidarlo durante mucho tiempo.
Especies más habituales como mascotas
Según el portal de la Enciclopedia Británica, existen alrededor de 15 géneros y 49 especies distintas de tortugas terrestres. De entre todas ellas, los ejemplares que más se suelen utilizar como mascotas son las siguientes:
- Tortuga marginada (Testudo marginata).
- Tortuga rusa (Testudo horsfieldii).
- Tortugas mora (Testudo graeca).
- Tortuga mediterránea (Testudo hermanni).
- Tortugas sulcata (Centrochelys sulcata).
Cuidados de las tortugas de tierra
Los reptiles son de las mascotas exóticas más difíciles de cuidar, pues su piel y su metabolismo precisan de ciertas condiciones para poder mantener su salud. Esto también aplica para las tortugas de tierra. Sin embargo, la mayoría de los tutores no son conscientes de ello y gran parte de los ejemplares mueren en sus primeros años de vida.
Antes de adquirir a cualquier tipo de mascota es importante investigar sobre sus necesidades básicas. De lo contrario, se le podría ocasionar una serie de problemas a largo plazo que perjudiquen su salud y su calidad de vida. En lo que respecta a las tortugas terrestres, algunos de sus requerimientos son los siguientes.
1. Terrario
Los terrarios de las tortugas deben ser bastante largos para que no tengan problemas conforme crecen. Mientras son pequeñas es posible mantenerlas en un espacio reducido como un acuario, pero en poco tiempo se necesitará cambiarlas de sitio a uno más grande. Por ello, varios tutores utilizan parte de su patio para acondicionar un tipo de corral, con lo cual se le da libertad y simula un poco su hábitat natural.
Una vez que has decidido qué espacio ocupará la tortuga, es necesario poner atención en las características del terrario. Los siguientes 4 puntos son esenciales para su vida en cautiverio:
- Humedad. Aunque los hábitos de estas tortugas sean terrestres, aún necesitan tener humedad en el ambiente. Lo ideal es que se mantenga entre un 40 y 50 %, pero algunas especies pueden requerir hasta un 80 %. Puedes colocar un recipiente con agua dentro del terrario y la evaporación incrementará los niveles de humedad.
- Temperatura. Los reptiles son animales ectotermos que necesitan calor para realizar sus funciones vitales. Por ello, la temperatura debe mantenerse entre los 25 y 32 grados Celsius. También es bueno dividir el hábitat en 2 partes, una fría y otra más cálida para que la tortuga pueda enfriarse cuando haga falta.
- Iluminación. Además del calor, los quelonios emplean los rayos UV de la luz natural para metabolizar ciertas proteínas implicadas en la calcificación de sus huesos y conchas. Por esta razón, precisan de al menos 10 horas de iluminación solar diaria para que su cuerpo trabaje de manera normal. En caso de que la ubicación del terrario no sea propicia para recibir la luz del sol, se pueden usar luces led especiales para reptiles que emiten la radiación UV que necesitan.
- Sustrato. El fondo del hábitat de la tortuga debe estar constituido por tierra natural o arena. Esto le servirá como un reservorio de calor y le permitirá a tu mascota sentirse como si estuviera en libertad. Además, existen ciertos sustratos alternativos como el papel periódico que permiten reducir el costo y el trabajo de la limpieza.
2. Alimentación
La mayoría de las tortugas terrestres son herbívoras, por lo que su dieta se basa en diferentes vegetales, frutas, hojas, plántulas y semillas. Sin embargo, también necesitan un pequeño aporte de proteínas que se encuentran en piensos, en insectos, en gusanos o en lombrices. Así, una buena alimentación comprende tanto comida de origen animal como diversos vegetales.
Ten en mente que el caparazón de las tortugas se mantiene en constante crecimiento y reparación, de modo que necesita suplementos de calcio. Estos suelen agregarse a su comida en forma de polvo y no conllevan ningún problema extra con su dieta. En general, a cada ejemplar se le debe ofrecer comida a saciedad entre dos y tres veces por semana.
3. Salud
Los reptiles son uno de los animales más complicados de diagnosticar, pues sus padecimientos no se hacen evidentes a menos que ya hayan avanzado demasiado. Debido a esto, es fundamental revisar todos los días el estado del hábitat de la mascota, su aspecto, su conducta y los posibles síntomas que aparezcan. Al menor indicio de que existe algo raro, acude con tu veterinario de inmediato.
Uno de los problemas más frecuentes en los quelonios son los padecimientos de las vías respiratorias. Para evitarlos, vigila muy de cerca los parámetros del terrario y no dejes que existan cambios bruscos de temperatura. Asimismo, considera llevar a tu mascota a revisión al menos una vez al año para asegurar que se encuentra bien de salud.
4. Reproducción
La reproducción de las tortugas terrestres se suele llevar a cabo entre los meses de mayo y septiembre. Sin embargo, las condiciones climáticas son las que regulan el momento exacto del apareamiento. Una vez que han sido fecundadas, las hembras buscan una zona en donde cavar su nido y realizan la puesta de hasta 16 huevos. El sustrato (tierra o arena) servirán como reservorio de calor e incubara a las crías por entre 2 y 4 meses.
No se recomienda llevar a cabo la reproducción de tortugas terrestres si no se tiene una formación profesional para ello. Esto se debe a que los huevos necesitan de cuidados especiales y el uso de incubadoras, lo cual imposibilita que un tutor pueda hacerlo por su cuenta.
La puesta también representa una gran carga para el cuerpo de la hembra. Por ello, su vida corre riesgo durante este proceso y en algunos casos pueden llegar a morir tanto ella como toda su descendencia. De hecho, incluso si los huevos logran salir del cuerpo de la madre, la mayoría de ellos morirán poco después de nacer sin no se tienen los cuidados adecuados.
Como te podrás dar cuenta, cuidar a las tortugas de tierra no es una tarea sencilla. Conlleva un gran sacrificio y un profundo compromiso con la salud de la mascota, por lo que no cualquiera está preparado para tenerla. Aunque no lo parezcan, estos reptiles son uno de los animales más difíciles de mantener en cautiverio. Así que piensa bien las opciones antes de decidirte por estos quelonios.
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