Topillo campesino: hábitat y características

Entre los animales que traen de cabeza a los agricultores y a todas aquellas personas con huertos, destaca el topillo campesino. Este pequeño roedor es una especie autóctona española que provoca daños notables en cultivos de regadío, como los productos de huerta. Por este motivo, no es de los animales preferidos para los dueños de terrenos agrícolas.

No obstante, ¿sabías que es una especie autóctona de la península ibérica? ¿Serías capaz de decir en qué comunidades y otros países se encuentra el topillo campesino? Si dudas a la hora de responder, no te preocupes, a continuación se expondrán estos y otros datos sobre uno de los roedores más bellos y polémicos.

Características físicas del topillo campesino

El topillo campesino responde al nombre científico de Microtus arvalis y pertenece al orden Rodentia. Así, está emparentado con otros roedores de la subfamilia Arvicolinae, como los lemmings, las ratas de agua y otros topillos —y de manera más lejana con los hámsteres—.

A la hora de referirse a su aspecto físico, se observan unas orejas pequeñas en la cabeza, junto con 2 ojos oscuros y pequeños, que acompañan a una cara cubierta por pelos claros y cortos. Este roedor apenas tiene cuello y el resto de su cuerpo es achatado y macizo.

Por otro lado, el pelaje varía a lo largo de la edad: los jóvenes muestran una tonalidad grisácea y los adultos tienen una coloración parda en el dorso y blanco en el vientre. Asimismo, también existen otros rasgos llamativos sobre esta especie, que se expondrán a continuación.

En la península ibérica se identifican 2 subespecies

En España, se han identificado 2 subespecies de topillo campesino: M. a. meridianus y M. a. arvalis. La primera está presente en la Meseta Norte y los sistemas montañosos con los que conecta, mientras que la segunda se localiza en el Pirineo.

Dimorfismo sexual poco acusado

Al contrario que otras especies en las que son fáciles de diferenciar entre machos y hembras, el topillo campesino no lo permite a simple vista. Normalmente, puedes guiarte por rasgos como el tamaño o la tonalidad del cuerpo. Sin embargo, en M. arvalis debes fijarte en la zona ventral, donde las hembras muestran 4 pares de mamas.

Su semejanza con el topillo agreste dificulta su diferenciación

Aunque anteriormente se han dado pautas para reconocer al topillo campesino, aún puedes confundirlo con el topillo agreste (Microtus agrestis). No obstante, hay 3 pistas clave para diferenciar a estos vertebrados:

• Borde de la oreja: en el topillo campesino esta zona es totalmente visible, mientras que en el topillo agreste no hay hueco libre de pelo.
• Dentición: el topillo agreste muestra un lóbulo en la parte interna de un diente que no presenta el topillo campesino.
• Tamaño: M. agrestis es ligeramente más grande que M. arvalis. 

Hábitat y comportamiento

Localizado en Europa, este roedor se extiende en Castilla y León, puntos de Madrid y Castilla la Mancha, así como en la zona norte de Cataluña. Además, se presenta a lo largo de la costa atlántica francesa y alcanza el centro de Rusia. Dentro de estas regiones, su presencia se registra en altitudes que rondan los 500-2200 metros.

En cuanto a su hábitat, se centra en un tipo de medio u otro según la densidad poblacional. Por ejemplo, cuando esta es baja, se localiza en zonas con cobertura arbustiva y herbácea, que se mantiene en todas las épocas del año. Sin embargo, si hay un gran número de individuos, estos se expanden por todo tipo de medios.

Muestran una jerarquía social y una fuerte territorialidad

Normalmente, los individuos de esta especie son animales gregarios que prefieren vivir en pequeños grupos. Entre las ventajas de esta vida social, se encuentran regular la temperatura y criar en sociedad. No obstante, existe una jerarquía, según la cual se establece la calidad de sus habitáculos. Puede decirse que estos están ‘en consonancia’ y mediados por el sexo.

Debido a esta situación jerarquizada, las hembras jóvenes son las más perjudicadas en el reparto de terrenos, sobre todo ante las explosiones poblacionales. Cuando la densidad de ejemplares es alta, la territorialidad se impone y solamente los parientes viven próximos los unos a los otros.

Viven en nidos subterráneos

Aunque al pensar en nidos puede que la mente te lleve a los típicos construidos por las aves, en los topillos es un poco diferente. Sus casas están hechas con plantas secas y están situadas bajo tierra. Además, se conectan con distintos túneles que los conducen a la superficie, a las cámaras de alimento e incluso a un baño.

Según uno de los principales estudios citados, los túneles constituyen una compleja red que incluye más habitáculos que los nidos y diferentes salidas. No obstante, ante explosiones poblaciones, algunas hembras crían en solitario y sus túneles son menos sofisticados que los anteriores. Esto es debido a que las hembras subyugadas son rechazadas por las que crían en grupo. 

El topillo campesino es un animal diurno, pero a ratos

Este roedor presenta ciclos de actividad que se repiten a lo largo del día y de la noche. Normalmente, los picos de forrajeo pueden alcanzar las 2-3 horas. Eso sí, en los momentos de activación, el animal sale a la superficie y realiza distintas labores, como alimentarse. Cuando necesita descansar, vuelve a su nido.

La relación con el hombre es complicada

Entre los grandes enemigos de los agricultores, se encuentran los animales que causan daños en sus cultivos. El topillo campesino es uno de ellos, al igual que la mangosta y otros tantos animales. No obstante, este roedor también contribuye positivamente a los ecosistemas.

Por ejemplo, facilita la fertilización, regeneración y aireación de los suelos. Este roedor también dispersa las esporas de los hongos incluidos en su dieta. Asimismo, sus galerías no solo son su medio de transporte, sino que sirven de refugio a otros animales.

En definitiva, el topillo campesino es un animal beneficioso para la naturaleza pero perjudicial para el hombre, al menos cuando se asientan un gran número de individuos en un cultivo. Debido a su importancia ecosistémica, antes de atacar a estos roedores con venenos, es mejor consultar a un especialista para que indique cómo actuar sin dañar al ambiente.