La ganadería caprina engloba el conjunto de operaciones encaminadas a criar animales de la especie Capra aegagrus hircus. Se trata…
Siete causas de aborto en pequeños rumiantes que son contagiosas a todo el rebaño
El rendimiento reproductivo de los animales de granja se mantiene a base de buena salud. Por desgracia, existen ciertas patologías de carácter contagioso que pueden afectar a la actividad reproductiva del rebaño.

El diagnóstico del aborto en pequeños rumiantes ha sido y continúa siendo un difícil desafío para los profesionales veterinarios. Una buena historia clínica, una necropsia fetal y un examen de la placenta —además de los análisis laboratoriales— siguen siendo las herramientas más útiles para ello.
Para evitar que los agentes infecciosos se extiendan por todo el rebaño, es importante que los ganaderos conozcan las posibles causas y sepan como proceder. A continuación, te describimos siete de las patologías abortivas más habituales en pequeños rumiantes.
Aborto en pequeños rumiantes: causas bacterianas
A continuación, hablaremos de las principales bacterias que provocan abortos en el ganado.
Brucelosis
Este es el nombre general que se le da a las infecciones causadas por bacterias del género Brucella. El ganado bovino, por ejemplo, suele verse afectado por Brucella abortus y raramente por Brucella melitensis. Todo lo contrario ocurre con los pequeños rumiantes, donde los brotes de abortos por B.melitensis son bastante abundantes.
Además de suponer un riesgo para el ganado, esta enfermedad es un problema para la salud pública, pues B.melitensis es zoonótica. Esto quiere decir que la enfermedad es transmisible de animales a humanos.
Clínicamente, la enfermedad se caracteriza por la presencia de abortos y otros problemas reproductivos como la retención de la placenta. Es esencial destacar que la bacteria también puede infectar a los machos, lo que provoca en ellos inflamaciones de los genitales.
La información de la que se dispone muestra que el mayor problema a la hora del contagio son los propios restos abortivos. Por ello, es importante hacer sonar las alarmas cuando haya un brote de abortos en el rebaño al final de la gestación.
Esto debe hacer sospechar al ganadero de la presencia de brucelas, pero la confirmación solo es posible mediante pruebas laboratoriales.
Aborto enzoótico
El agente causal es Chlamydophila abortus, un microorganismo intracelular que produce abortos y nacimientos de crías muy débiles. Esta enfermedad es altamente contagiosa y puede infectar a todo el rebaño en cuestión de días. Además, al igual que la brucelosis, es una zoonosis y puede causar abortos en la mujer.
En el ganado caprino el aborto puede darse en cualquier momento de la gestación, mientras que en el ovino es más habitual en la segunda mitad, a partir de las dos semanas.
Por desgracia, rara vez aparecen signos que permitan predecir el aborto de la hembra. Como mucho, se aprecian cambios en la conducta de las madres y se pueden observar secreciones vulvares anormales en las últimas 48 horas de la gestación.
Fiebre Q
Esta enfermedad causada por Coxiella burnetti afecta a casi todos los mamíferos domésticos, grupo que incluye a los pequeños rumiantes. Es muy contagiosa, pero no suele producir sintomatología en los animales. Además, al igual que las anteriores, puede ser una zoonosis.
Bacterias digestivas causantes de aborto en pequeños rumiantes
Las bacterias del género Campylobacter spp. pueden producir abortos si se dan las condiciones adecuadas. Aparte de a los pequeños rumiantes, también pueden infectar al ganado vacuno, solo que lo hacen de distinta forma.
La afección reproductiva de cabras y ovejas es posterior a una infección intestinal que desencadena una bacteriemia —paso de las bacterias a la sangre—. Así es como los microorganismos llegan al útero.
Hablando de bacterias gastrointestinales, varias especies del género Salmonella también causan abortos en ovejas y cabras.
Listeriosis
Listeria monocytogenes es una bacteria GRAM positiva que puede producir abortos normalmente al final de la gestación. Uno de los signos más reveladores para sospechar de ella como agente causal se aprecia durante el examen de los fetos.
Estos animales no natos suelen presentar focos necróticos de uno o dos milímetros de diámetro en hígado y pulmón, si bien es cierto que no siempre aparecen.
Aborto en pequeños rumiantes: causas parasitarias
A continuación, hablaremos de los principales parásitos que provocan abortos en el ganado.
Toxoplasmosis
Toxoplasma gondii es un protozoo que parasita las células del endotelio vascular y es causa habitual de muerte embrionaria y abortos en ovejas y cabras. Estos abortos pueden ocurrir durante toda la gestación, pero son más frecuentes hacia el final de la misma.
Se producen en hembras de cualquier edad, aunque es más habitual en las primerizas. Estos abortos de origen parasitario ocurren principalmente si la infección es adquirida durante la propia gestación.
Rara vez se observan parásitos en los tejidos afectados.
Neosporosis
Es cierto que la neosporosis es una enfermedad de gran importancia en el ganado vacuno y que clásicamente se ha considerado poco relevante en la especie ovina, pero en los últimos años el protozoo Neospora caninum se ha asociado a la aparición de brotes abortivos en este animal doméstico.
Los animales infectados pueden abortar o transmitir el parásito al feto. Es más, aquellas ovejas infectadas congénitamente pueden, a su vez, transmitir la enfermedad a su descendencia.
La importancia de controlar la transmisión de estos agentes abortivos
A la hora de atajar las enfermedades que afectan al ganado, no pueden preocuparnos únicamente aquellas que generan mortalidad en los adultos, pues la cría de animales se basa en el éxito reproductivo y es importante que cada gestación llegue a término y el nacimiento de la cría sea correcto.
Por lo tanto, la persona al frente de una granja debe ocuparse de evitar el contagio de estas patologías para que no se den los brotes abortivos, más aún teniendo en cuenta la posibilidad de que los agentes causales provoquen enfermedades también en el ser humano.
Licenciada en Veterinaria por la Universidad de León en 2014, cursó un Máster en Gestión de Fauna Silvestre en la Universidad de Murcia, en 2015. A lo largo de toda su vida llevó a cabo numerosos cursos de formación en inglés como segundo idioma, acompañados de estancias en el extranjero por periodos compatibles con su formación académica (Londres y Australia, principalmente). Durante sus años de formación universitaria, realizó estancias en varias empresas relacionadas con la profesión veterinaria. Dada su especialización en fauna silvestre, destaca la colaboración con algunos de los Centros de Recuperación de Animales Silvestres más importantes del país, tales como GREFA (Madrid, 2015) o el CRAS de Valladolid (2015). Desde 2018 colabora con la empresa Falco Iberia durante los meses de cría de aves como cuidadora de las crías de las aves rapaces que allí se producen.