Septicemia en perros: síntomas y tratamientos

En ocasiones, las bacterias pueden ganar la batalla contra el organismo y producir una infección generalizada. Cuando esto sucede, instaurar un tratamiento eficaz resulta esencial para la supervivencia del animal.

Un perro con un kit de primeros auxilios.

El organismo, en su día a día, lucha constantemente contra la invasión de bacterias y elementos patógenos. Teniendo en cuenta la cantidad de batallas libradas, podríamos decir que las palizas que reciben estas bacterias son constantes.

No obstante, en ocasiones, cuando las defensas del organismo bajan la guardia, alguna bacteria puede ganar la batalla. Cuando esto ocurre, se forma la infección. Pero cuando ocurre de forma masiva, se produce una septicemia. A continuación, vamos a explicar las causas y el tratamiento de la septicemia en perros.

Definición de septicemia

La septicemia o sepsis es una diseminación transitoria, intermitente o continua de bacterias u otros organismos patógenos hacia el torrente sanguíneo.

Cuando esto sucede en  individuos sanos y normales, la infección suele ser leve y autolimitante. Es decir, esas bacterias que han ganado la primera batalla y han invadido el territorio corporal, son eficazmente destruidas por las defensas del organismo.

Por otra parte, bajo determinadas circunstancias en las que las defensas del animal no son capaces de responder adecuadamente a esa primera infección, se produce una invasión masiva de bacterias con la consiguiente septicemia.

La septicemia en perros puede ser una patología grave.

Síntomas de la septicemia en perros

Si el perro sufre una septicemia puede tener una sintomatología variada, pero frecuentemente de presentación generalizada. Entre los síntomas más típicos encontramos los siguientes:

  • Fiebre
  • Depresión generalizada, apatía.
  • Taquicardia.
  • Taquipnea, un aumento de la frecuencia respiratoria por encima de los límites normales.

Por otra parte, podemos encontrar otros síntomas menos específicos implicados en este proceso, aunque en ocasiones puedan no estar presentes si la enfermedad ha avanzado lo suficiente. En este sentido, podemos hablar de:

  • Hipotermia: en ocasiones, puede existir una hipotermia causada por septicemias muy graves. Normalmente, el orden habitual pasa por un periodo de hipertermia tras el cual, en ausencia de tratamiento y progresión de la enfermedad, sobreviene la hipotermia.
  • Reducción de la producción de orina: igualmente, en estadios avanzados de enfermedad se puede producir una reducción del volumen urinario producido.
  • Síntomas gastrointestinales: vómitos, diarrea y anorexia. Ocurren en septicemias avanzadas.

Tratamiento

De forma general, podemos afirmar que la eficacia del tratamiento de la septicemia siempre va a depender de un diagnostico temprano. Esta condición es importante en cualquier proceso patológico, pero aun con más relevancia en este tipo de infecciones.

Por otra parte, la identificación y eliminación de los focos bacterianos y el soporte hemodinámico (promover el correcto funcionamiento del sistema circulatorio) resultan igualmente esenciales. A continuación, te mostramos los tratamientos más importantes en procesos de septicemia:

Cultivo bacterianos

Aunque técnicamente no sea parte del tratamiento, lo mencionamos como prueba indispensable para la correcta identificación del elemento patógeno. Siempre es mas fácil vencer al enemigo cuando se conocen sus puntos débiles. Para conocerlos, tenemos que saber a qué nos enfrentamos.

Los cultivos bacterianos se realizan de forma profesional mediante muestras biológicas del animal (heces y esputos entre otros) y se basan el criar a la bacteria patógena en un medio estéril para poder identificarla.

Desbridar y limpiar heridas

Cuando la septicemia proviene de una herida en la piel, podemos considerar a la misma como el foco productor de bacterias. Por lo tanto, resulta esencial limpiar y eliminar todo el tejido infectado para evitar que se sigan vertiendo microorganismos al torrente sanguíneo.

Igualmente, si existen abscesos deben de ser convenientemente drenados.

Cirugía

En ocasiones, eliminar el foco productor de bacterias requiere de resolución quirúrgica. Procesos como infecciones uterinas, abscesos intraorgánicos o perforaciones gastrointestinales precisan de este tipo de intervenciones para su reparación o eliminación.

Antibioterapia

Elemento clave. Si las defensas del organismo del perro no son capaces de hacer frente a esas bacterias, es necesario dar a las tropas amigas cierta ventaja.

Un correcto tratamiento antibiótico, basado en los resultados del cultivo, puede significar la diferencia entre el éxito o el fracaso. Cuanto más eficaz sea el antibiótico frente al microorganismo concreto que produce la infección, mayores serán las garantías de recuperación.

Soporte

Asimismo, un adecuado soporte nutricional está siempre igualmente indicado. Mantener el equilibrio hemodinámico y proporcionar al organismo los nutrientes necesarios debe realizarse desde el primer instante.

Es necesario tener en cuenta que para el sistema fisiológico del animal combatir una septicemia es un proceso agotador. Es por esto que una buena dieta, en estos momentos, es más importante que nunca.

Los medicamentos humanos pueden ser letales para los perros.

Una enfermedad complicada

En conclusión, la septicemia en perros es un proceso patológico con pronostico reservado, en el cual la detección y diagnostico precoz pueden suponer la diferencia entre el éxito o el fracaso.

Ante el menor síntoma de enfermedad en el perro, debemos de acudir a un profesional para que valore correctamente al animal e instaure, si fuese necesario, el pertinente tratamiento.

 

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