Se denomina envejecimiento al progresivo deterioro de las células debido al paso del tiempo y es algo que todos los seres vivos deben afrontar.
Es de vital importancia entender los diferentes cuidados que requieren los organismos una vez llegan a determinada edad, pues sus necesidades van cambiando en la medida en que envejecen.
En el caso de los perros este proceso se presenta en diferentes momentos dependiendo del tamaño y la raza del animal, así que te damos algunas señales del envejecimiento en los perros.
Debes tener en mente que, dependiendo de la edad, tu perro requerirá cuidados médicos, alimentación y ejercicios acordes a su edad, así que presta atención a las siguientes señales, pues te ayudarán a saber cuándo debes empezar a prepararte para atender mejor a tu peludo amigo.
Para tener en cuenta
Algo que debes tener en mente es que, por algún motivo, el promedio de vida de los perros grandes es considerablemente inferior al de los perros pequeños. Por lo tanto, mientras un perro de tamaño gigante será considerado anciano a los seis años, algunos perros de talla pequeña o miniatura iniciarán la vejez a partir de los once o doce años.
Problemas oculares
Uno de los órganos que más se debilita con la edad es el ojo, por lo tanto se presentarán diferentes tipos de molestias que podrás detectar y te indicarán que tu perro está perdiendo visión.
- Se tropieza o se cae cada vez que mueves un mueble o cambias un objeto de lugar.
- Se rasca los ojos con sus patas o contra bordes o muebles.
- Presenta una placa blanca sobre la retina (catarata).
- Presenta enrojecimiento en la zona y la aparición de legañas constantemente.
Ten cuidado con esta clase de sintomatología, pues es común que, en la medida en que envejecen, los ojos se vean comprometidos, ya sea por el desgaste natural del órgano o por la exposición constante a bacterias y microrganismos (en este caso la higiene es muy importante).
Cambio en sus hábitos de orina
Ya sea por un aumento en la frecuencia en la que tu perro orina o porque esta disminuye considerablemente, los cambios en los hábitos de orina de los perros normalmente representan alteraciones en el debido funcionamiento de los riñones o enfermedades en el trato urinario.
Lo que esto implica normalmente es que se debe cambiar la dieta del perro, además de controlarse con algunos medicamentos. Si bien esta clase de afecciones pueden presentarse en cualquier etapa de la vida del can, son en promedio más comunes después de que han alcanzado una edad madura.
Problemas dentales
Esto dependerá de qué tan atento hayas sido con la higiene de tu perro a lo largo de su vida. Normalmente, debido a la acumulación de sarro, empiezan a presentarse diferentes problemas como el mal aliento o pérdida de dientes.
Igualmente pueden presentarse inflamación en las encías y sangrado, además de la aparición abscesos que, además de generar dolor, permiten la acumulación de bacteriana e infecciones, que pueden terminar afectando otros órganos, como el corazón.
Dermatitis y nódulos
Al igual que los problemas renales, la dermatitis puede aparecer en cualquier momento durante la vida de un perro. Sin embargo, durante la vejez se vuelve más susceptible a desarrollar este tipo de dificultades porque su sistema inmunológico se debilita.
En general el tipo de problemas que se presentan en su piel están relacionados con resequedad, aparición de protuberancias, salpullidos e inflamaciones. Normalmente se tratan mejorando la dieta del can, ajustándola a las nuevas necesidades alimenticias que tiene su piel.
Cambios en el peso
Algunos perros desarrollan dificultades para mantener un peso fijo, por lo que pueden adelgazar o engordar rápidamente.
En el caso de adelgazamiento, generalmente se debe a que puede estar consumiendo una dieta inadecuada y requiere consumir más calorías. Mientras que en el caso de obesidad puede deberse a que no quema suficiente energía a través del ejercicio, pues en la medida en que envejecen los perros se van volviendo más sedentarios.
Por lo tanto, cuando evidencies cambios drásticos en la vitalidad de tu perro, debes permanecer paciente y adaptarte para poder suplir sus necesidades más inmediatas.
Lo mejor que puedes hacer es consultar con tu veterinario, no solo para verificar su dieta, sino para hacerle una evaluación general y conocer el estado en que están sus órganos. Así puedes tratar o prevenir dificultades y garantizar la calidad de vida de tu can, aun en edades muy avanzadas.
Imagen cortesía de Rubén.