5 señales de que tu perro acaba de sufrir un derrame cerebral

Las secuelas de un derrame cerebral en los perros pueden ser tan simples como la falta de coordinación o la pérdida del equilibrio. Sin embargo, también existe la posibilidad de que el daño cerebral sea tan severo que torne mortal.
5 señales de que tu perro acaba de sufrir un derrame cerebral
Cesar Paul Gonzalez Gonzalez

Escrito y verificado por el biólogo Cesar Paul Gonzalez Gonzalez.

Última actualización: 07 julio, 2022

El cerebro posee una gran cantidad de vasos sanguíneos que se encargan de suministrar el oxígeno y los nutrientes para su funcionamiento. Estos conductos suelen ser pequeños y delgados, por lo que bajo ciertas condiciones el suministro de sangre se puede obstruir y ocasionar hemorragias. A este tipo de problemas se le denomina ictus o derrame cerebral y afecta tanto a perros como a humanos.

El suministro de oxígeno y de nutrientes es esencial para el cerebro, por lo que una interrupción súbita de algunos minutos podría generar problemas serios. Por esta razón, es importante aprender a identificar las señales de que tu perro acaba de sufrir un derrame cerebral. Sigue leyendo este espacio y descubre más sobre el tema.

¿Qué es un derrame cerebral?

De manera coloquial, se conoce como derrame cerebral a cualquier problema de obstrucción o hemorragia ocasionado por un accidente cerebrovascular. Sin embargo, el término médico correcto para describir esta situación es ictus. Aunque ambos son usados como sinónimos, en realidad son bastante diferentes.

El ictus hace referencia a una lesión vascular en el cerebro, pero esta complicación puede tener diferentes orígenes. Por ello, se le suele subclasificar en al menos 2 tipos:

  • Ictus isquémico: también conocido como infarto cerebral. Es producto de una interrupción repentina en el flujo de los vasos sanguíneos cerebrales, lo que provoca la muerte de las neuronas y el tejido cercano.
  • Ictus hemorrágico: es provocado por la ruptura de un vaso sanguíneo en el cerebro, lo cual permite que la sangre se esparza y genere presión sobre el tejido. Esto conlleva daños en la masa del encéfalo y en las funciones cognitivas. A este tipo de ictus es a lo que se refiere el término “derrame cerebral” (hemorragia en el cerebro).

La gravedad del ictus depende por completo del lugar en donde ocurra el accidente cerebrovascular. Si las afectaciones son mínimas o parciales, los pacientes son capaces de recuperar las funciones cerebrales afectadas. No obstante, si la masa encefálica dañada es bastante grande, lo más probable es que las secuelas sean serias y permanentes.

¿Qué causa los derrames cerebrales en perros?

En general, el ictus en los perros puede ser provocado por diferentes condiciones y enfermedades secundarias. Entre las más frecuentes se encuentran:

  • Neoplasias (cáncer): el proceso de metástasis puede liberar al torrente sanguíneo un émbolo (obstrucción) que genere un infarto cerebral.
  • Parasitosis: algunos parásitos viajan por la sangre para llegar a sus células objetivo. Por lo tanto, también podrían originar obstrucciones en los vasos sanguíneos del cerebro y provocar un ictus isquémico.
  • Coágulos (por cirugías): existe una pequeña probabilidad de que se formen coágulos después de una intervención quirúrgica. En el peor de los casos, esta obstrucción podría viajar al cerebro y producir un infarto cerebral.
  • Enfermedad de von Willebrand: enfermedad congénita que ocasiona problemas en el proceso de coagulación, lo que propicia la presencia de hemorragias en el cerebro (derrames cerebrales).
  • Endocarditis infecciosa: una infección en el músculo cardíaco podría causar la liberación de fragmentos de tejido que obstruyan los vasos sanguíneos cerebrales.
  • Hipertensión arterial: la presión arterial alta facilita tanto la presencia de infartos cerebrales como los derrames.

Consecuencias del ictus en los perros

Como se puede suponer, al detener el flujo sanguíneo del cerebro, las neuronas no obtienen los recursos necesarios para funcionar y sobrevivir. Por lo tanto, comenzarán a morir después de los primeros minutos. En consecuencia, el perro podría perder capacidades cognitivas o motrices de manera permanente o temporal.

El daño que puede provocar el ictus en la mascota también depende del tiempo que se tarde en recibir tratamiento. La muerte de las neuronas solo se detiene si se soluciona la hemorragia o se elimina la obstrucción. Debido a esto, se debe actuar de inmediato para evitar que las afectaciones se vuelvan más severas.

Sí, los perros presienten el fallecimiento de sus seres queridos.

Signos para identificar un derrame cerebral en los perros

Los síntomas de que un perro ha sufrido un accidente cerebrovascular aparecen sin previo aviso y son bastante perceptibles. Si la mascota presenta un ictus isquémico, los signos de alerta se presentan en el mismo momento en el que los sufre. Mientras que si el problema es un ictus hemorrágico, las señales de riesgo podrían tardar unos momentos en lo que la hemorragia genera la presión suficiente para afectar al can.

Para atender al perro a tiempo, es necesario aprender a identificar las señales que indican que un perro acaba de sufrir un derrame cerebral. Por lo general, el pronóstico de la mascota mejora si se detecta y se atiende pronto. Entre las señales de alerta más evidentes se encuentran las siguientes.

1. Parálisis del cuerpo

Debido a que se interrumpe la función normal del cerebro, algunas acciones simples como mover las extremidades o alguna parte del cuerpo se vuelven imposibles. Esto se puede percibir a simple vista al ver la dificultad que tiene la mascota para moverse, pararse o acostarse.

2. Movimiento oculares extraños

Los movimientos oculares voluntarios están controlados por regiones especiales en el cerebro. Cuando esta zona es afectada por el ictus, los perros pueden comenzar a presentar movimientos descontrolados, alteraciones pupilares y desorientación.

3. Pérdida de la coordinación

Los movimientos coordinados solo son posibles gracias a la función compleja de varias áreas del cerebro. Si alguna de ellas falla, la mascota podría perder la capacidad de controlar sus acciones e intercalarlas entre sí. Esto no solo impide el movimiento, sino la habilidad para interactuar con su entorno.

4. Convulsiones

Las convulsiones son el resultado de una serie de estímulos anormales en las neuronas que controlan los músculos. Por lo tanto, se generan movimientos incontrolables que paralizan a la mascota y la incapacitan. Este tipo de problemas también pueden ser generados por el ictus, aunque depende de la zona del cerebro que afecte.

5. Debilidad muscular

Así como las neuronas pueden sobreexcitarse y provocar las convulsiones, es posible que pase lo contrario y se vuelvan incapaces de mandar señales a los músculos. Debido a esto, los canes pierden el tono muscular y son tan débiles que no logran moverse.

Como te puedes dar cuenta, las señales de que tu perro acaba de sufrir un derrame cerebral pueden llegar a ser bastante evidentes y perceptibles. En cuanto detectes alguna de estas señales o cualquier cambio en el comportamiento de tu mascota, acude de inmediato con el veterinario. Recuerda que entre más pronto lo hagas, mejor será el pronóstico para tu compañero.


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